Europa ante el desafío del coche limpio
Un informe señala al Viejo Continente como líder del cambio
Los vehículos limpios, aquellos que emplean una propulsión alternativa a los derivados del petróleo, no van a ser el estándar universal en un futuro próximo, pero están llamados a ejercer un papel creciente en el parque global de automoción. Así lo prevén los expertos, ylas grandes marcas de coches están adaptando sus estrategias a un futuro de coches enchufados, en el que entran nuevos actores como Tesla. Los vehículos híbridos y eléctricos puros suponen ya un 3,9% de la flota mundial. Según un informe de la consultora LCMC Automotive y Jato Dynamics, en 2023 esa cuota se habrá disparado por encima del 14%, con unos 11 millones de estos coches circulando en Europa, EEUU, China, Japón e India.
El pronóstico no parece pecar de optimismo, porque esta vez sí el vehículo eléctrico o híbrido es competitivo y se beneficia de un ambiente favorable:por un lado, las continuas mejoras tecnológicas;por el otro, la presión creciente por frenar las emisiones nocivas que asfixian los entornos urbanos. Las autoridades de todo el mundo tendrán que incidir en este sentido a pesar de que los acuerdos de París contra el cambio climático estén amenazados por el nuevo presidente de EE UU, Donald Trump. Pero lo que va a empujar al coche eléctrico no será solo el cambio climático (que Trump calificó de “invento de los chinos”), sino las exigencias de calidad del aire en las ciudades por motivos de salud pública. Y otro elemento a favor sería la tendencia al alza del petróleo, ya en el entorno de los 55 dólares por barril.
Un aspecto interesante del informe es que señala a Europa como la región que debe liderar este cambio, gracias a un más claro respaldo político a esta forma de movilidad. Japón es un mercado más maduro al respecto, pero será superado por el Viejo Continente y por China. No va a ser igual en los EE UU, un país con una política de precios muy bajos para el combustible que hacen menos atractivo el cambio, especialmente si la nueva Administración apuesta en mayor medida por los derivados del petróleo.
La prueba de que el coche eléctrico es el futuro es el giro de las grandes marcas, en particular las europeas: Volkswagen prevé lanzar unos 30 modelos de combustible alternativo hasta 2025, lo que representa una apuesta decidida por estas tecnologías, Mercedes Benz o Volvo se han movido en la misma dirección, no muy distinta a la de Nissan o Ford. Eso sí, el apoyo político a la expansión de estos vehículos limpios no podrá consistir solo en ventajas fiscales (con exención de ciertas tasas e impuestos) o en los privilegios en la circulación (el acceso o derecho a aparcar en centros urbanos cerrados a otros tipos de tráfico), sino en asegurar una infraestructura de carga capaz de asumir un acelerón más que deseable para el coche limpio.