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El coste de la educación de los hijos

La educación de los hijos es una cuestión muy importante para los padres, tanto desde el punto de vista personal como desde el financiero. Elegir una u otra opción determinará el futuro de los niños, pero también condiciona las finanzas de la familia.

Apuntarle a clases de idiomas, pagarle un año en el extranjero o un máster cuando termine la universidad… cada elección implica unos costes y, en algunos casos, estos pueden ser elevados.

¿Cuál es el coste real de la educación de los hijos? ¿Cuánto convendría ahorrar para poder pagarles un año en el extranjero? ¿Qué parte del patrimonio deberían los padres destinar a los hijos? Y, ¿cómo influyen estas decisiones en el resto de nuestros objetivos?

En la siguiente infografía se ve un ejemplo del coste de la educación de los hijos. El cálculo se ha hecho a partir de precios medios. Se trata de una muestra, que puede servirnos para darnos cuenta de cuánto puede influir la educación que elijamos, no solo para la formación de los hijos, sino también para la planificación financiera de la familia.

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Una correcta planificación financiera puede ayudarnos a cumplir nuestro objetivo con mayor facilidad, como vamos a ver en el siguiente ejemplo. Supongamos que queremos empezar a ahorrar para que nuestro hijo de dos años pueda ir, cuando cumpla 12 años, a estudiar un año al extranjero, una opción que hoy cuesta 40.000 euros.

Valoración económica del objetivo

Dado que todavía faltan diez años, hay que aplicar al coste del objetivo el efecto de la inflación. Así, si estimamos que esta será del 2% -es el objetivo del Banco Central Europeo-, cuando el niño tenga 12 años, un año en el extranjero costará casi 50.000 euros, como vemos en el gráfico.

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Ahorro anual necesario

El siguiente paso es determinar cuánto tenemos que ahorrar cada año para poder hacer frente a dicho importe en el futuro. Esta cantidad puede variar en función de qué hagamos con el dinero: si lo invertimos con una rentabilidad mayor, el esfuerzo de ahorro será menor, aunque deberemos asumir más riesgo. Si la rentabilidad es igual a la inflación + 2%, necesitaremos ahorrar 3.346 euros al año.

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¿Cómo varía el esfuerzo de ahorro si cambia la rentabilidad?

Si en lugar de obtener un 4% por nuestro dinero (inflación+2%), la rentabilidad que logramos es del 3%, el ahorro anual debería de ser de 3.521 euros. En el caso de que optemos por una cartera con mayor riesgo, que aspire a un rendimiento del 5% (inflación + 3%), cada año tendríamos que destinar a este objetivo 3.179 euros.

¿Y si retraso la decisión de ahorro?

El tiempo es nuestro aliado y cuanto antes comencemos a ahorrar, menor será el esfuerzo que deberemos de realizar. En el caso de que decidamos comenzar a ahorrar dentro de cinco años, el esfuerzo que deberemos de realizar es muy superior, aunque la rentabilidad que obtengamos sea la misma. Así, si el objetivo de rentabilidad de nuestra cartera es del 4%, como veíamos en el ejemplo, si retrasamos la decisión deberemos ahorrar 6.474 euros actuales, en lugar de los 3.346.

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