Solo se crea empleo en la hostelería y en el sector público
El mercado laboral tocó suelo en el primer trimestre de 2014. El número de personas afiliadas a la Seguridad Social bajó de 17 millones y se situó en 16,95 millones, un nivel inédito desde 2002. Ese trimestre marcó el punto de inflexión a partir del cual el mercado empezó a crecer con fuerza, a un ritmo anual del 3%, lo que ha supuesto la creación de más de medio millón de puestos de trabajo al año hasta situarse en 18,3 millones en el segundo trimestre de este año.
El turismo es el sector que más empleo recupera y en el que se perciben los salarios más bajos
Esa creación de empleo, sin embargo, no ha sido homogénea por sectores. Un análisis de la cifra de ocupados entre el segundo trimestre de 2008, fecha en el que el mercado laboral tocó techo (20,6 millones de ocupados), y el segundo trimestre de 2016 (18,3 millones) revela que aún quedan 2,3 millones de puestos trabajo para regresar a los niveles precrisis y que esa recuperación del mercado laboral se ha concentrado en un número muy limitado de sectores. Educación y sanidad, ambos ligados al sector público, y hostelería (una de las actividades privadas en las que se percibe salarios más pequeños) son las únicas tres actividades que cuentan con más ocupados que ocho años atrás. El que más se ha recuperado ha sido la sanidad, con 1,49 millones de empleos en el segundo trimestre, 234.000 más que en 2008, seguido por la hostelería (163.600 más) y educación (126.500). Hay otros cuatro sectores en los que se ha producido una mejoría de las cifras (actividades artísticas, administrativas, profesionales y energía eléctricas), aunque entre los cuatro apenas suman 100.000 empleos más.
La relación entre paro y prestaciones
La tasa de paro se situó en el segundo trimestre de 2016 en el 20% de la población activa, el nivel más bajo desde 2010. Alcanzar ese umbral es importante, ya que era el fijado para la renovación automática del plan Prepara, que ofrece ayudas de 425 euros para aquellos parados de larga duración que aceptan planes formativos a cambio recibir esas ayudas.
El Ejecutivo lo modificó en abril y lo rebajó al 18% con el fin de que se pudieran beneficiar otros 107.000 desempleados de larga duración.
Unos datos que revelan dos tendencias. La primera es que el sector público es el que ha impulsado las cifras de empleo, en gran medida por la concatenación de convocatorias electorales (autonómicas y locales de mayo de 2014, generales de diciembre de 2015 y generales de junio de 2015) y la recuperación económica, que permitió acabar con el cerrojazo en la oferta de empleo público impuesto por Mariano Rajoy desde que llegó al Ejecutivo a finales de 2015. También se levantaron otros vetos que fueron aprovechados por los entes locales y las comunidades autónomas para incrementar sus plantillas. La tendencia, no obstante, no ha sido igual en todas. La gran mayoría se ha aproximado a las cifras del año 2008, aunque tan solo seis (Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cantabria y Baleares) han superado ese listón. La que más efectivos públicos ha sumado ha sido Andalucía, con 29.800 más, seguida por Cataluña, con 21.700 más.
El análisis muestra que la hostelería es la única actividad privada que ha superado con holgura los niveles de empleo previos a la crisis, en gran medida por el boom del turismo extranjero. En 2008 llegaron 57 millones de visitantes extranjeros y en 2015 se superaron los 68 millones. Ese incremento, sin embargo, es el reflejo del fenómeno de devaluación salarial de España, que ha llevado a concentrar la creación de empleo en sectores con remuneraciones bajas. De las grandes ramas de actividad que analiza el INE en sus estadísticas, la remuneración media se sitúa en 22.697 euros brutos al año. En el que menos se cobra es la hostelería (13.851 euros al año), que es casualmente el que más puestos de trabajo ha ganado.
En el otro lado surge la paradoja de que los salarios más elevados se perciben en los dos sectores que más se han visto perjudicados por el desplome económico (construcción e industria manufacturera). El salario medio en el primero roza los 28.000 euros brutos anuales, un 22% por encima de la media que se percibe en España, mientras que en el caso de la industria es un 13% superior. Las cifras del INE, correspondientes a la estructural salarial de 2014, se revisarán con toda probabilidad a la baja en los dos siguientes años.
Del tiempo completo al parcial
El empleo lleva creciendo más de dos años consecutivos al mismo tiempo que se ha producido un desplome sin precedentes en los contratos a jornada completa. En el segundo trimestre de 2008 había 18,2 millones de personas trabajando en esa modalidad y seis años después esa cifra cae hasta 15,5 millones, lo que representa un retroceso de 2,7 millones. Este derrumbe fue mucho más acusado entre los hombres (2,25 millones menos) que entre las mujeres. La lógica invitaría a pensar que todos esos puestos de trabajos de ocho horas diarias se han ido recuperando paulatinamente en la modalidad a tiempo parcial, ya que los empresarios se han decantado mayoritariamente por esa opción al ser más barata y plantearles menos problemas en el caso de que haya que rescindir la relación laboral.
Algo de eso ha sucedido, pero mucho menos de lo que era previsible. En el segundo trimestre de 2008 había 2,4 millones de ocupados a tiempo parcial y en seis años esa cifra se ha incrementado hasta los 2,8 millones, un avance de 370.000 personas. El papel de las mujeres aquí es mucho más determinante ya que representan el 73% de los ocupados a tiempo parcial.
Si al descenso de los 2,7 millones de ocupados a jornada completa se les suma el aumento de los ocupados a tiempo parcial, el resultado se acerca a los 2,4 millones de personas. Exactamente la cifra de ocupados que perdió el mercado laboral entre el inicio de la crisis y la actualidad.