Congelación de óvulos, ¿un incentivo laboral?
Las españolas no verían mal que la empresa les financie el proceso
Las empresas de Silicon Valley son famosas por copar de incentivos de todo tipo a sus trabajadores. Máquinas expendedoras gratuitas, guarderías en el trabajo, sofás en los que descansar o mesas de pimpón para relajarse son algunas de las ventajas que tienen los empleados de muchas de las firmas más innovadoras del mundo.
Facebook y Apple fueron un paso más allá en 2014, ofreciendo a sus trabajadoras la opción de congelarse los óvulos de forma gratuita. La iniciativa causó polémica, no por el hecho de hacerse cargo de facturas que en España oscilan entre los 1.000 y los 6.000 euros, sino porque se interpretó como una forma de pedirle a ellas indirectamente que retrasaran el momento de dar a luz para poder rendir más y durante más tiempo en la empresa.
Un reciente estudio revela que siete de cada diez mujeres españolas en edad fértil se muestran favorables a que, si son ellas mismas quienes lo solicitan, se les financie el tratamiento de congelación de óvulos, que pasaría a entenderse como un incentivo laboral más. La proporción alcanza el 72% si se restringe la pregunta a chicas de entre 25 y 34 años y no se altera en función del nivel de estudios. El informe, realizado por el Instituto Europeo Odoxa para el centro de reproducción asistida Eugin, se ha elaborado en base a una muestra de 3.000 europeos (alemanes, británicos, italianos, franceses y españoles).
“La población española es mucho más abierta que la del resto de países. El 86% considera que debe permitirse acceder a la reproducción asistida a mujeres solteras, mientras que si tomamos la media de la población europea, la proporción baja hasta el 59%”, destacó la coordinadora del informe, Céline Bracq, durante su presentación en Madrid.
De la misma forma, solo dos de los cinco países estudiados aprueba la congelación de óvulos como método para retrasar la maternidad: Reino Unido, con un apoyo del 54%, y España, con el 77%. Se trata de los dos únicos Estados en los que la legislación permite llevar a cabo esta práctica.
Los principales argumentos a favor, según recoge el informe, son que “libera a las mujeres del miedo al reloj biológico, que es un avance médico y que permite a las mujeres desarrollarse profesionalmente antes de tener un hijo”. En cuanto a las razones aducidas para condenar esta práctica, predominan explicaciones que la consideran una “técnica contra natura o contraria a la religión”.
Las españolas también son excepcionalmente solidarias, en comparación con el resto de europeas. El 58% aceptaría donar ovocitos o ya lo ha hecho, frente al 33% que se muestra dispuesto a ello en Francia, el 32% en Italia, el 26% en Reino Unido y el 25% en Alemania.
- Un país entrado en edad
España no solo destaca por su apertura de miras en cuanto a técnicas como la de la congelación de óvulos. También es el país europeo en el que las mujeres tienen más tarde su primer hijo: a los 31 años, frente a los 28 de media en el resto del continente.
El 38% de ellas alega que el hecho de no tener un trabajo o una situación laboral estable es el motivo principal de retrasar la decisión de dar a luz. Ese motivo se coloca muy por delante del segundo, no tener pareja estable, que se aplica en el 17% de los casos.