Envejecer con éxito e independencia económica
La vejez no es lo que era. Vivimos más y el envejecimiento se retrasa. O dicho de otra forma, llegamos en mejores condiciones a edades más avanzadas. Esta buena noticia trae consigo la necesidad de prepararnos para ‘envejecer con éxito’, es decir, llegar en las mejores condiciones -físicas, mentales, sociales y económicas- posibles para disfrutar de esta prolongación.
Para empezar, el concepto de vejez está cambiando. Los geriatras no consideran vieja a una persona de 70 años y según un estudio publicado por Sergei Scherbov y Warren Sanderson, el incremento de la esperanza de vida refleja un proceso de mejora de la salud de las personas. Los investigadores, como explicamos en nuestra web, sitúan la línea roja de la vejez cuando nos quedan 15 años de esperanza de vida y hablan de dos medidas de edad -real o años vividos ya y prospectiva o años que nos quedan por vivir-.
España, según los datos de la OCDE de 2015, es el segundo país más longevo de los que forman parte de esta organización. De hecho, en su informe Health at a glance, señala que “la esperanza de vida en España ha aumentado más rápido que en muchos otros países” de la organización y es ahora la segunda más alta, casi igual a la de Japón. Y según las estadísticas del INE, la esperanza de vida al nacer se situó en 2015 en 82,7 años (79,9 años en el caso de los hombres y 85,4, en el de las mujeres).
Todos tenemos deseos sobre qué haremos cuando seamos mayores y estemos jubilados, pero, más allá de los sueños, conseguirlo depende de que lo planifiquemos. Y para llegar a la vejez en las mejores condiciones y poder disfrutarla, cuanto antes empecemos a prepararnos, mejor.
Evitar la fragilidad
En Abante hemos celebrado varias conferencias sobre Envejecer con éxito. En la primera de ellas, el doctor Juan Ignacio González Montalvo, jefe de Servicio de Geriatría del Hospital Universitario La Paz, presidente de la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología y profesor asociado en la Universidad Autónoma de Madrid, explicaba que la vejez no debe percibirse como enfermedad y subrayó que “no se envejece ahora como se envejecía antes, ni desde el punto de vista físico, ni desde el cognitivo”.
Para evitar la fragilidad, que es la antesala de la incapacidad, González Montalvo recomendó: ejercicio (y, dentro de este, hay que trabajar la resistencia, la potencia, el equilibrio y la flexibilidad articular), actividad mental, cuidar la nutrición y llevar una vida social plena. “Las personas con una red social más amplia disfrutan de más tiempo en buen estado de salud”, destacó. Y también reconoció que “el dinero influye mucho”.
¿Qué debemos hacer para envejecer mejor?
Por su parte, el doctor José Antonio Serra, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, destacó, en otra de las conferencias: “La calidad de nuestra vejez está en nuestras manos, un porcentaje altísimo de cómo envejecemos depende de nosotros, no solo de lo que hagamos con 15, sino de lo que hagamos con 65, 70, etc.”.
Nuestra dieta y la actividad física determinan en un 75% la forma en la que nos hacemos mayores. Así, cuando una persona pregunta: ¿merece la pena dejar de fumar a los 75 años? ¿Merece la pena empezar a hacer ejercicio con 82? La respuesta de este geriatra es: “¡Claro que merece la pena!”.
Nunca es tarde para adoptar hábitos saludables. Serra destacó que es bueno difundir el mensaje de que cada uno decida qué hacer con su vida, “somos dueños de nuestro futuro a cualquier edad”. “Esa época es tan interesante como cualquier otra”, dijo.
¿Cuánto cuesta la jubilación que queremos?
Llegamos a la jubilación con muchas aspiraciones, pero en muchos casos infravaloramos lo que nuestro estilo de vida costará. Si queremos viajar más, estudiar algo, colaborar con alguna organización, etc. probablemente gastemos más que cuando trabajábamos. ¿Cuánto vamos a necesitar? Es la pregunta del millón.
En cualquier caso, conviene que nos planteemos si las previsiones que estamos haciendo para nuestra jubilación son acertadas y si estamos haciendo una correcta planificación. Debemos analizar nuestros gastos, conocer el valor aproximado de nuestros objetivos y tener una idea clara de la situación de partida para diseñar la hoja de ruta hacia nuestra independencia económica.