El soberano golpe de estado del accionista de NH
La junta de accionistas es soberana”, aseguró el martes Federico González Tejera, ex consejero delegado del grupo NH horas antes de que fuera relevado de su cargo por el consejo. Los accionistas de la cadena hotelera votaron a favor de la destitución de los cuatro representes del grupo chino HNA, su primer accionista con el 29,5% del capital, por el conflicto de interés creado tras el anuncio de adquisición de su competidora Carlson Rezidor.
Los cuatro fueron sustituidos por los nombrados a petición del fondo Oceanwood (12% del capital),—Paul Daniel Johnson, Fernando Lacadena, José María Cantero y María Grecna— que acto y seguido participaron en un consejo que anunció un giro de 180 grados de la estrategia seguida por NH hasta ahora.
El órgano de gobierno de la compañía ha asegurado que su objetivo es “maximizar el valor del accionista y mantener los más altos estándares de gobierno corporativo”.
El consejo del jueves dinamitó algunos de los principios llevados a cabo por la compañía hasta ahora: anunció una política de dividendo sostenible, comprometiéndose a pagar el primero de ellos en 2017 [el último abonado fue en 2008]; reducirá la deuda total –de 868 millones a marzo–, tratará de buscar una mayor calificación crediticia –desde el B- actual– y acceder a los mercados de capitales.
También anunció que venderá una de sus joyas de la corona, el Jolly Madison Towers de Nueva York, antes de 2017; controlará los costes y gastos innecesarios, y buscará “activamente oportunidades de crecimiento para generar valor para los accionistas”, lo que significa la búsqueda de crecimiento a través de fórmulas poco intensivas de capital y reposicionamiento y venta de activos no estratégicos.
Unas medidas que chocan, en la mayor parte de los casos, con los criterios del anterior consejo y que HNA ha criticado. “El único plan sobre la mesa es vender activos estratégicos (...) y pagar dividendos con cargo a las ventas de activos en vez de hacerlo a los resultados recurrentes”, asegura.
El grupo chino ha expresado su malestar en una carta firmada por Charles B. Mobus, presidente saliente, en la que afirma que el grupo asiático mantendrá su compromiso como inversor a largo plazo en la hotelera “mientras duren las actuaciones judiciales que pudiéramos emprender en legítima defensa de nuestros derechos”.
El órgano de dirección de la hotelera, por su parte, mantiene que buscará una posible solución con HNA al conflicto de interés y que buscará mecanismos para su nueva incorporación. Una circunstancia que se verá impulsada por la decisión del inversor de solicitar su representación proporcial en el consejo a través de Tangla Spain, sociedad que aglutina su participación en la hotelera.
Si tal y como se prevé, la batalla abierta entre Oceanwood y Hesperia y HNA pasa a un plano judicial, conviene echar mano de la hemeroteca para recordar los precedentes legales. Hasta una década duró el enfrentamiento entre ACS e Iberdrola, considerada como una de las batallas más aguerridas del panorama empresarial español.
ACS tomó un 12% de Iberdrola en 2006 y reclamó representación en su consejo, que la eléctrica le denegó por tener una participación de control en su, por entonces rival, Unión Fenosa. Los pleitos se sucedieron y el final se precipitó tras la decisión de ACS de entrar en la alemana Hotchtief. El último capítulo se vivió el pasado abril, cuando la constructora de Florentino Pérez activó una operación de derivados para vender el 1,4% que aún controlaba de la firma dirigida por Ignacio Sánchez Galán.
En las últimas semanas, los analistas han asegurado que el enfrentamiento entre los dos bloques de accionistas de NH —HNA por un lado y Oceanwood y Hesperia, por el otro— llevaría al grupo chino a formular una opa sobre la hotelera, posibilidad que los minoritarios se han encargado de aplaudir por la potencial prima que supondría tal operación.
Este, por su parte, ha aclarado que no tiene planes inmediatos para cambiar el perfil de su inversión, lo que supone desestimar por ahora una opa. “HNA no tiene porqué lanzar opa alguna para satisfacer las ansias especulativas de los fondos buitre [en referencia a Oceanwood] a costa de NH”.
La decisión del nuevo consejo de no mantener a Federico González Tejera como consejero delegado, pese a que había sido reelegido horas antes por la junta con un 57% de los votos, era algo previsible pero no deja de ser relevante. Previsible porque a tenor de las cartas remitidas por Mobus al resto de accionistas, Hesperia había reclamado previamente su cabeza.
HNA ha querido dejar constancia ante el resto de inversores de la opinión manifestada sobre el ejecutivo de los representantes de Oceanwood y Hesperia. “Hombre de márketing” que carecía de fundamentos financieros, según el fondo de inversión, que habría mostrado su malestar por la negativa de Federico González Tejera a “disculparse” con la compra de la colombiana Royal. Mobus también deja patente que Castro habría manifestado públicamente el deseo de que NH apostara por la marca Hesperia en vez de por NHCollection, enseña del grupo.
González Tejera deja como testigo su gestión. Entró en 2012, año en el que la empresa cerró con una deuda neta de 979 millones y unas pérdidas de 336. En 2015 los números rojos fueron de 39,6 millones y la previsión es de alcanzar un ebitda de 190 millones.