Suecia permitirá construir diez nuevos reactores
El Gobierno rojiverde sueco elimina una tasa a la producción de energía nuclear
El Gobierno rojiverde sueco presentó hoy un acuerdo en política energética con la oposición que permitirá construir hasta diez nuevos reactores para sustituir a los ya existentes y elimina una tasa a la producción de energía nuclear.
Suecia, que ya había suspendido hace seis años la moratoria nuclear y abierto la posibilidad de nuevos reactores, permitirá así reemplazar los diez ya existentes en las tres centrales, controladas por la estatal Vatenfall, la alemana E.ON y la finlandesa Fortum.
La supresión de la tasa, que se realizará de forma progresiva en dos años a partir de 2017, era una reclamación de las nucleares, que aseguraban que ponía en peligro la rentabilidad de las centrales.
Vatenfall ya había anunciado el año pasado el cierre de dos de sus reactores en la central de Ringhals (sur de Suecia) antes de 2020 por motivos económicos.
Los ingresos de 4.500 millones de coronas suecas (486 millones de euros) que obtenía el Estado con esa tasa serán compensados con una subida de la factura de la luz a los hogares suecos, anunció el ministro de Energía, Ibrahim Baylan, en rueda de prensa.
El acuerdo -pactado con conservadores, cristianodemócratas y centristas- fija también el objetivo de que la producción eléctrica en 2040 proceda al cien por cien de energías renovables, aunque “no se trata de una fecha final que prohíba la energía nuclear y tampoco supone el cierre de centrales mediante decisión política”.
“Es un día histórico, por primera vez hay un acuerdo en política energética amplio y a largo plazo que le dará a Suecia un sistema eléctrico robusto con suministro seguro, bajo efecto medioambiental y precios competitivos”, dijo el primer ministro, el socialdemócrata Stefan Löfven, que gobierna en minoría con los ecologistas.
La viceprimer ministra, portavoz del Partido del Medio Ambiente y titular de Clima, Isabella Lövin, rechazó que haya una contradicción con la política de su formación, que aboga por abolir la energía nuclear, y defendió que los excesivos costes de las centrales provocarán su desmantelamiento.
El acuerdo, que no incluye ayudas públicas a las nucleares pero sí a la energía renovable, se basa en el plan acordado en 2009 entre los partidos del bloque de centroderecha.