La OCDE pide que los países con margen fiscal eleven la inversión pública
Alerta de que las medidas expansivas de los bancos centrales resultan insuficientes
El débil crecimiento de la economía mundial ha multiplicado las voces que piden una actitud más proactiva de los Estados miembros. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se ha alineado con el FMI y reclamó ayer que los países con margen fiscal eleven la inversión pública para hacer frente a la debilidad de la demanda privada.
"Es evidente que confiar solo en la política monetaria no ha sido suficiente para generar unos niveles de crecimiento e inflación satisfactorios”, defendió la OCDE. También al inicio de la crisis económica en 2008, los organismos internacionales reclamaron incrementar el gasto de los Estados, una recomendación que se fue apagando a medida que los elevados déficits públicos y el endeudamiento puso en jaque a muchos países.
Ahora, tras años en los que el discurso de la austeridad se ha impuesto, especialmente en la Unión Europea, la OCDE considera que los países que tienen margen fiscal deberían utilizarlo para elevar su gasto productivo. Un mensaje que en Europa tiene un claro destinatario: Alemania. El país germano cerró el año pasado con un superávit fiscal del 0,7% del PIB cuando la mayoría de Estados miembros acumulan números rojos. Un país como España, cuyo déficit público alcanza el 5% del PIB, tiene un escaso, por no decir nulo, margen para reactivar la economía a través del gasto de la Administración. Sin embargo, tanto la OCDE como el FMI consideran que Alemania sí puede desempeñar un papel más relevante para reactivar la demanda agregada, lo que beneficiaría a todos los países de la UE.
“Cuanto más tiempo permanezca la economía global en la trampa de bajo crecimiento, más difícil será romper el bucle negativo, revivir las fuerzas del mercado e impulsar las economías, indicó la economista jefe de la OCDE, Catherine. L. Mann. El organismo internacional prevé que el crecimiento mundial siga siendo débil y avance un 3% este año y un 3,3% el próximo. “En los últimos meses, la débil demanda interna de las economías avanzadas, especialmente en Estados Unidos, se ha añadido a las presiones derivadas del menor crecimiento de muchas economías emergentes”, señala el informe publicado ayer por la OCDE.
Sobre la posibilidad de que el Reino Unido abandone la UE, la OCDE aseguró que el brexit provocaría de forma inmediata una depreciación de la libra del 10% respecto al dólar. El organismo internacional entiende que una victoria del no en el referéndum tendría efectos adversos para todos los países europeos en la medida en que elevaría la incertidumbre. La OCDE sostiene que los Estados más afectados serían Irlanda, Luxemburgo y Holanda. Un segundo grupo de países estaría formado por Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia y Suecia. Los estudios reflejan que el Reino Unido podría perder entre un 1,25% y un 1% del PIB en el horizonte de 2018.
Alerta por la incertidumbre política en España
En el capítulo dedicado a España, la OCDE señala que “la incertidumbre política reinante desde las elecciones generales de diciembre de 2015 pesará en la demanda, en caso de prolongarse”. Algunas voces empresariales han alertado de que se están posponiendo decisiones de inversión ante el clima político vigente. Sin embargo, los datos económicos no son aún concluyentes y resulta difícil establecer causalidades.
A pesar de las advertencias de la OCDE, el organismo internacional elevó al 2,8% su previsión de crecimiento, una décima más de lo que había anticipado en noviembre. El bajo precio del petróleo, y un “estímulo fiscal moderadamente positivo”, en referencia a la rebaja del IRPF, son los factores que la OCDE prevé que sirvan para impulsar el consumo en 2016, pero que “se disiparán en 2017”.
El organismo internacional alerta del preocupante estado de las finanzas públicas y señala que “el Gobierno deberá continuar con su trayectoria de consolidación a medio plazo”. La deuda pública supera actualmente el umbral del 100% del PIB. Aun así el Gobierno todavía confía en que el pasivo cierre por debajo de ese nivel y se quede en el 99,1% del PIB, una décima inferior al ejercicio anterior.
La OCDE recomienda reducir las barreras de entrada a las actividades profesionales, lo que contribuiría a incrementar la productividad. “Se necesitan también más reformas para impulsar los recursos y la eficiencia de los servicios públicos de empleo, reforzar la activación para los desempleados y asignar más fondos a planes de formación eficaces”, señala el informe. Falta por ver si el próximo Gobierno tomará nota de estas recomendaciones.