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Cómo mejorar tu WiFi por menos de 10 euros

Una vez que hemos revisado ciertos aspectos sobre la calidad de nuestra WiFi, entonces es momento de buscar soluciones más o menos económicas que nos ayuden a optimizar la intensidad y calidad de la señal inalámbrica desde el punto de acceso, es decir, el router. Y una de las opciones es, sencillamente, cambiar la antena o las varias antenas del mismo por otras de mayor intensidad. Aunque las hay de prestaciones superiores, frente a las que vienen instaladas de fábrica en los router de los operadores, por debajo de los 10 euros hay opciones notablemente superiores en rendimiento.

Cinco antenas para el router de tu operador por menos de 10 euros para mejorar la intensidad y calidad de la señal WiFi

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La opción más asequible es de TP-LINK, que por debajo de los 3 euros nos ofrece una ganancia de 5 dB, pero sólo es válida para la emisión de señal sobre los 2,4 GHz, luego únicamente nos sirve si tenemos un punto de acceso con WiFi 802.11 n. En caso de routers con este estándar WiFi, también TP-LINK ofrece otra antena omnidireccional similar pero con ganancia de 8 dB. Esta segunda opción se mantiene en los 2,4 GHz, y su precio es de unos 5 euros en Amazon.

La alternativa que ofrece WiFiScan tiene un precio aproximado de 12 euros, y del mismo modo está pensado para redes 2,4 GHz. En este caso, sin embargo, la ganancia es de 12 dB y por tanto garantiza una intensidad algo mejor. Como opción intermedia, CSL tiene un modelo similar con ganancia de 9 dB y ligeramente más económica, pero también con unas dimensiones más compactas. Además de este modelo anterior, también de CSL hay otra alternativa con ganancia de 12 dB, pero en este caso sí se superan, por poco, los 10 euros.

Una vez hayas cambiado la antena, tanto en Android como iOS puedes comprobar la velocidad que ofrece ahora el WiFi, e igualmente desde el ordenador puedes ejecuta el test de velocidad para comprobar cómo las nuevas antenas mejoran la intensidad y calidad de señal, algo que se traduce de forma directa en la velocidad de conexión entre el punto de acceso -router- y clientes -dispositivos conectados. En el caso de ADSL, siempre llegará menos de lo contratado, pero en conexiones de fibra óptica podemos alcanzar con una buena instalación la velocidad máxima contratada con el operador.

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