Sacha, el gran bistró de Madrid
La carta está pensada únicamente para el simple disfrute del comensal Es cocina en estado puro de la que se ocupa este cocinero
Al frente de esta casa se encuentra Sacha, el hijo de los fundadores, Carlos Hormaechea y Pitila Mosquera, quienes en 1972 abrieron, en el barrio de Chamartín, el bistró de referencia hoy día en Madrid, sobre todo en comidas de negocios. Aquí no hay trampas. Es cocina en estado puro de la que se ocupa este cocinero, dedicado también a otras disciplinas, como la fotografía.
En el ventanal de la entrada, donde se anuncia como Fogón y Botillería, ya se advierte que es una casa especial, acogedora y entrañable. La sala, de discreto tamaño, es atendida por personal con oficio. Porque si algo tiene Sacha es mucha personalidad, buena parte de ella reflejada en la carta, pensada única y exclusivamente para simple disfrute del comensal. La gran protagonista aquí es la materia prima, que el cocinero prefiere no manipular en exceso para que no pierda ni un ápice de frescura.
Uno de sus clásicos es la sopa de cebolla (12,90 euros), aunque también se puede optar por una ensalada de corujas (también llamadas pamplinas) que, a pesar de su aparente sencillez, aquí se convierten en un plato de altura. A este mismo nivel se encuentra la tortilla vaga (hecha por un lado), con algún tropiezo como bacon, setas o chorizo (18,50 euros); la falsa lasaña de erizos de mar (18,50 euros), unos delicados bocados de merluza a la romana acompañada de una mayonesa elaborada con la esencia del mismo pescado (24,50 euros), o un tuétano asado 821,50 euros). De postre, tocinillo de cielo (5,50 euros) o tarta dispersa (5,75 euros). Interesante carta de vinos. Precio: 50 euros.
Sacha. Juan Hurtado de Mendoza, 11 (posterior). Madrid. Tel. 913 455 952.