Una subida de sueldo merecida
BP se enfrenta a la oposición de algunos accionistas para dar al consejero delegado, Bob Dudley, un aumento del 20% en su remuneración total para 2015 de 19,6 millones de dólares (17,4 millones de euros). Puede parecer difícil cuadrar esa cantidad con sus pérdidas de 5,2 millones de dólares del año pasado y el hecho de que esté recortando miles de puestos de trabajo en respuesta a la caída de los precios del petróleo. Pero ese es en realidad el motivo. La gestión de una empresa petrolera cuando el crudo cotiza a 100 dólares por barril es fácil en comparación con el entorno actual.
Los dos grandes retos de Dudley eran limpiar las finanzas tras el desastre del Golfo de México y cambiar la cultura de BP
Dudley, cuyo sueldo se sometía ayer a una votación no vinculante de los accionistas, ha hecho lo que se necesitaba de él. Sus dos grandes retos eran limpiar las finanzas tras el desastre del Golfo de México de 2010 y cambiar la cultura de BP, manchada por problemas de seguridad y la asunción de riesgos excesivos. El año pasado la compañía registró su mínimo en cinco años en el número de vertidos de petróleo y de lesiones de los empleados.
También ha obtenido una rentabilidad razonable en comparación con sus rivales. BP ocupa el tercer lugar entre las seis grandes compañías petroleras, que incluyen a Exxon Mobil y Royal Dutch Shell, en la rentabilidad total para los accionistas en los últimos tres años, según los datos de Eikon. Pasó página el año pasado tras la catástrofe medioambiental de 2010 al aceptar pagar hasta 18,7 millones de dólares en sanciones.
En comparación con sus homólogos, la remuneración de Dudley parece generosa. El afable estadounidense ha tenido posiblemente el trabajo más difícil en la industria petrolera. Su recompensa parece estar en línea con esa tarea.