España lidera la reducción de la carga fiscal sobre el trabajo
Un salario medio abona un 21,5% por IRPF y cotizaciones sociales, por debajo de la media
España es uno de los países que más redujo en 2015 la fiscalidad sobre el trabajo. Así lo indican un informe publicado hoy por la OCDE. Un trabajador soltero y que gana el salario medio paga en España por IRPF un 15,1% en 2015. Un año antes, el porcentaje alcanzaba el 16,16%, un 1,16 puntos más. El descenso de la fiscalidad sobre el trabajo refleja la entrada en vigor de la reforma fiscal que, entre otras medidas, redujo los tramos y tipos del IRPF.
España es uno de los países con cotizaciones sociales a cargo del empleador más elevadas
Solo Grecia registró una reducción mayor que España en la fiscalidad sobre el trabajo, sin embargo, en el caso heleno, ello se debió a la reducción del salario medio. De los 34 países analizados por la OCDE, solo en siete se redujo la fiscalidad del trabajo. En el resto aumentó, bien por subidas fiscales o por incrementos del salario medio. En la medida en que el impuesto sobre la renta es progresivo y la mayoría de países no deflactan la tarifa del IRPF, un aumento del sueldo medio eleva también la fiscalidad.
La carga tributaria que soporta un trabajador procede del IRPF y también de las cotizaciones sociales. En total, un salario medio abona un 15,1% por IRPF y un 6,4% por cotizaciones, lo que da como resultado una presión fiscal del 21,5%. Es la novena más baja de los 34 países de la OCDE. Lidera el ranking Bélgica con una carga del 42%, seguida de Alemania y Dinamarca.
Sin embargo, esta clasificación varía notablemente cuando se introducen las cotizaciones a cargo del empresario. En este caso, la carga fiscal total en España asciende al 39,6% de los costes laborales de un salario medio frente a la media del 35,8%. El porcentaje supera a países como Noruega, Dinamarca, Holanda o Reino Unido. Ello es así porque las cotizaciones que paga el empresario en España son relativamente altas y alcanzan el 30% del sueldo bruto. Es decir, un sueldo bruto de 26.259 euros supone un coste laboral para la empresa de 34.380,4 euros.
El informe que presente la OCDE el próximo año también reflejará una reducción de la presión fiscal porque la reforma tributaria que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy se aplicó en dos fases. El IRPF bajó en 2015 y también en 2016. El Ejecutivo defiende que deja el impuesto sobre la renta más bajo que como se lo encontró en 2011. Ese año, las cifra de la OCDE reflejaban que la presión fiscal que soportaba un trabajador con un salario medio alcanzaba el 21,9%, una cifra inferior al 21,5% registrado en 2015.