El Ibex rebota con fuerza y recupera los 8.400 puntos: ¿por qué ahora esta alza?
Después de días, días y más días de intentos frustrados, las órdenes de compra se han impuesto por fin con claridad en las Bolsas. Eso sí, la volatilidad ha vuelto a ser máxima en una sesión de continuos altibajos que han llevado al Ibex a marcar un mínimo por debajo de los 8.300 puntos. Al final, con el apoyo de Wall Street y un cierre fulminante de posiciones bajistas por parte de los grandes inversores, las alzas se han impuesto en el selectivo español, que ha cerrado con un alza del 1,85%, en los 8.468,1 puntos.
"Hay tres claves que nos hacen confiar en la renta variable y que apuntaban a que el rebote llegaría antes o después. Primera, que una recesión mundial es casi imposible. Segunda, que los bancos centrales tienen la escopeta cargada para actuar cuando sea necesario. Y, tercera, que los resultados empresariales están siendo en general positivos", resume Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4, que desde hace días anticipa que los precios actuales en las Bolsas son de compra de cara al medio y al largo plazo.
El rebote en España ha sido muy superior al 1,06% del Footsie británico, y a años luz del 0,3% que ha sumado el Euro Stoxx 50, del casi inapreciable 0,04% que se ha apuntado el Cac francés y de la caída del 0,44% del Dax alemán. La Bolsa germana se ve perjudicada esta vez por la fortaleza de la moneda única, debido al impacto que tiene un euro fuerte en los ingresos en las compañías exportadoras, mayoría en su índice de referencia.
Solo el Mib italiano, con un alza del 1,23%, se ha acercado al Ibex. Aunque el volumen negociado por la Bolsa española, de 3.155 millones de euros, resta importancia al movimiento, pues se sitúa por debajo de la media diaria del mes, que roza los 3.500 millones. Se sigue moviendo más dinero cuando la Bolsa cae que cuando rebota. Una mala señal desde el punto de vista del análisis técnico.
En cualquier caso, los valores que han marcado la diferencia son las constructoras y las empresas relacionadas con la materias primas. Sacyr, beneficiada por la subida de Repsol y por el posible ajuste de plantilla, se ha disparado un 11,1%. OHL se ha disparado un 10,5%. Arcelor Mittal ha sumado un 10,1%, seguida de Acerinox, que ha sumado un 9%. FCC, ante la posibilidad de que Carlos Slim se vea obligado a lanzarle una opa, se ha disparado un 6,8% y Repsol ha subido un 6,7%.
El hecho de que la economía estadounidense no tire tanto como se esperaba, como han confirmado varios datos macroeconómicos, tiene un efecto colateral positivo. El mercado considera ahora que Janet Yellen, la presidenta de la Fed, no volverá a subir los tipos ni una sola vez en 2016. A comienzos de año la mayor parte de las casas de análisis esperaba que los elevara hasta el entorno del 1,5%.
Hoy se ha conocido que el número de peticiones iniciales de subsidios de desempleo en la semana que terminó el 30 de enero se situó en 285.000, frente a a los 278.000 esperados por los economistas consultados por Bloomberg. Los pedidos de fábrica cayeron un 2,9% en diciembre, frente al descenso del 2,8% esperado y las órdenes de bienes duraderos (inversión a largo plazo) descendió un 5%, cuando los economistas calculaban un 5%.
Con todo, Wall Street, en los momentos de coincidencia con las Bolsas europeas, se movía hoy con prudencia extrema. Las subidas del Dow Jones, del Standard & Poor's y del Nasdaq no superaban el medio punto porcentual. Y después del cierre en el Viejo Continente la debilidad se acrecentaba, con los índices amenazando con irse al terreno negativo.
Al calor de la expectativa de que EE UU no toque de momento los tipos de interés, el dólar continúa su caída y se paga a 1,12 unidades por euro, mínimos para la divisa norteamericana desde octubre del año pasado. La debilidad del billete verde ha ayudado a sostener los precios del petróleo, que se mantiene en el entorno de los 35 dólares por barril Brent. La caída del dólar también es un balón de oxígeno a las industrias exportadoras del otro lado del Atlántico.
Por parte de la deuda española, hoy se han producido subidas relativamente notables. Pese al manto protector de Mario Draghi y sus compras mensuales de 60.000 millones de euros en deuda europea, la rentabilidad del bono español a 10 años ha subido del 1,55% al que cerró ayer al 1,64%. Mientras, el interés del venerado bund alemán también sube, pero menos, al situarse en el 0,308%. El resultado es que la prima de riesgo patria ha subido desde los 125 puntos básicos hasta los 134. El Tesoro Público ha colocado hoy 3.454,6 millones de euros en bonos a cinco años indexados a la inflación, en obligaciones a diez años, y a treinta años, a un menor interés.