El pulso por el convenio de cajas se recrudece en 2016
Los sindicatos presentan 30.000 firmas pidiendo un marco más "justo y sin recortes" CECA rechazó recogerlas alegando que el interlocutor válido es Acarl
La celebración del consejo de administración mensual de la CECA (la Confederación Española de Cajas de Ahorros) se vio interrumpida ayer por un nuevo episodio de protestas en torno a la negociación del marco laboral del sector.
Unos 300 delegados sindicales de CC OO, Csica y UGT, las tres centrales mayoritarias del ramo financiero de las antiguas cajas de ahorro, se manifestaron ayer frente a la madrileña sede de la patronal para acompañar la entretrega de 30.000 firmas de empleados que reclaman un convenio “más justo y sin recortes”.
La negativa por parte de la patronal a recoger las firmas recrudece en el arranque de 2016 un pulso abierto hace ya un año. “En un acto de desprecio hacia las y los trabajadores del sector, representantes de la CECA se han negado a recibir los pliegos de firmas recabadas, excusándose en cuestiones formales”, denunciaron después los sindicatos.
Concretamente, según explicaron a este diario fuentes de la patronal de cajas de ahorro, las firmas no fueron aceptadas porque es Acarl (la Asociación de Cajas de Ahorros en Relaciones Laborales) y no la CECA quien ejerce como interlocutor en la negociación de los convenios colectivos. De hecho, fuentes patronales revelaron que los responsables de Acarl sí que recibieron a los representantes sindicales y recogieron las firmas recibidas.
Los sindicatos siguieron afeando, no obstante, que “son quienes estaban reunidos en ese consejo de administración” de la CECA, en el que se citan los responsables de las grandes firmas del sector del ahorro, “los principales responsables de que no tengamos convenio después de un año de negociación”.
“El convenio de ahorro, cuya mesa de negociación se constituyó el 21 de enero de 2015, se encuentra encallado por la cerrazón de una patronal que, a estas alturas, sigue empecinada en imponer la movilidad geográfica forzosa, establecer la jornada partida, rebajar el importe de los trienios, eliminar los pluses y ayudas, trabajar más tardes de jueves y cambiar el sistema de ascensos actual por otro a dedo”, criticaban ayer en un comunicado conjunto los tres grandes sindicatos del ramo.
Aunque rehúsa comentar la negociación en marcha, la patronal plantea esta batería de medidas como necesarias para contrarrestar la anemia del negocio bancario. Las partes volverán a sentarse a negociar el 28 de enero. Los sindicatos advierten que su agenda de movilizaciones seguirá en aumento si no hay un acercamiento entonces.