El convenio de cajas encalla pero el de bancos avanza
Las patronales de bancos y cajas se reunieron ayer con los representantes de sus plantillas para retomar la negociación de sus respectivos convenios con resultados dispares.
Aunque arrancaron en paralelo, las negociaciones de los nuevos convenios de los bancos y de las antiguas cajas de ahorro circulan oficialmente ya a dos velocidades. De hecho, tras los encuentros mantenidos ayer por las respectivas patronales y centrales sindicales de cada ramo del sector financiero, los representantes de los bancos han quedado a un paso de comenzar a bosquejar un nuevo marco laboral de la mano de sus plantillas mientras que la conflictividad en el sector del ahorro sigue en aumento.
Y eso, que ante la escalada de protestas que han iniciado los cuatro sindicatos mayoritarios del sector de las antiguas cajas de ahorro, CC OO, Csica, UGT y CIC, la Asociación de Cajas de Ahorros para Relaciones Laborales (Acarl) se había comprometido a suavizar sus propuestas en esta última reunión.
Como muestra, la patronal retiró de su plataforma negociadora la pretensión de acabar con las pagas ligadas a beneficio. El gesto, no obstante, no bastó para convencer a los sindicatos que siguen oponiéndose frontalmente a otras premisas como la de imponer una jornada partida que permita abrir las oficinas en horario de tarde.
Las posturas siguen enconadas por tanto y los sindicatos avanzan que seguirán adelante con su agenda de protestas más cuando la patronal da por sentado que el actual convenio expira el próximo 20 de noviembre, lo que con la última reforma laboral en la mano les daría la potestad para comenzar a modificar las condiciones de trabajo unilateralmente. Desde CC OO aseguran que el convenio anterior marcaba una ultractividad de 18 meses lo que les daría aún medio año más para negociar.
Del lado de los bancos, por contra, los responsables de la Asociación Española de Banca (AEB) acordaron con los representantes de las plantillas seguir trabajando los puntos de consenso alcanzados para sellar un primer borrador del nuevo convenio el próximo 1 de diciembre.
Aunque aún no se han concretado medidas concretas, los sindicatos han marcado las actuales condiciones de jornada laboral, beneficios por antigüedad y movilidad geográfica como líneas rojas de cara a redactar un nuevo marco.
A partir de ahí, las partes se muestras confiadas en poder alcanzar un consenso que podría incluir subidas salariales desde el primer año. A partir del ese primer esquema de convenio que se fije el próximo mes, las partes planean darse hasta finales de marzo para concretar el resto del contenido del convenio.