La anestesia de los tipos cero
El Banco Central Europeo ha llevado ya hace unos meses los tipos de interés para la zona euro al 0,05%, lo que técnicamente se conoce como el límite inferior efectivo, ese nivel del que no debería bajar, y que debería ser necesariamente acompañado con otras decisiones de política monetaria para que la línea estratégica del BCE surta efectos. Tales medidas de acompañamiento ya las conocemos, aunque el mercado especula con una nueva oleada de decisiones tras el último anuncio del presidente Mario Draghi, que supondría un incremento en los volúmenes de deuda pública y privada a adquirir por la autoridad monetaria para limpiar balances bancarios, aliviar tesorerías públicas y forzar el movimiento del crédito. Los resultados están tardando en llegar y la economía se ha acostumbrado a la anestesia del dinero gratis de tal forma que la recomposición de la ortodoxia será más traumática en el futuro. Los inversores profesionales recogen los retornos que proporcionan empresas con costes financieros decrecientes, los particulares toman crédito a tasas desconocidas y los Estados sienten tentaciones crecientes de gastar emitiendo deuda a precios de saldo, y todo ello a pesar de que la banca tenga que hacer números imposibles para cuadrar la cuenta de resultados trimestre tras trimestre.