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Hoteles, bares y restaurantes elevan sus ingresos

Las empresas acaparan los beneficios del boom turístico

Los salarios han bajado un 0,1% entre 2010 y 2014 Los hoteleros obtienen 8 euros mas por habitación disponible

Camarero en una terraza en Vitoria.
Camarero en una terraza en Vitoria.

España acabará este año con máximos históricos en la llegada de turistas y en los ingresos obtenidos. Si las previsiones del Gobierno se cumplen, España recibirá este año 68 millones de visitantes internacionales, lo que supone 12 millones adicionales respecto a 2009 y un crecimiento del 40% durante esos siete ejercicios. Los ingresos podrían cerrar, si se comportan en la misma línea que en la primera mitad del año, en torno a los 67.000 millones de euros, lo que representa un alza de 19.000 millones en términos absolutos y del 50% en términos relativos desde que estalló la crisis. Las pernoctaciones también han crecido con fuerza y han pasado de 250 millones a 300 millones en ese período, un 19,3% más. El empuje de este último indicador ha estado basado casi en exclusiva en el tirón de los visitantes extranjeros, ya que las pernoctaciones españolas bajaron en ese período.

La eclosión del turismo, muy ligada al desplome sufrido por Egipto o Túnez desde que en 2011 surgió la primavera árabe, no ha tenido un impacto proporcional en el mercado de trabajo. En 2009, la media de personas que estaban dadas de alta en cualquiera de las tres actividades ligadas al turismo (hostelería, restauración y agencias de viaje) era de 1,91 millones;seis años después, esa cifra ha subido “tan solo” un 10%, hasta los 2,10 millones, frente al 30% de las llegadas de turistas extranjeros y el 40% veces menos que los ingresos. Asimismo la creación de empleo no ha tenido la misma velocidad entre asalariados y trabajadores por cuenta propia. Entre los primeros, los puestos de trabajo creados han subido un 11,8% entre 2009 y 2015, mientras que en el de los autónomos tan solo ha avanzado un 3%.

El hecho de que el empleo haya crecido un 10% es un signo de fortaleza en mitad del fuerte ajuste de puestos de trabajo que han sufrido otros grandes sectores de empleo ligados a la industria y a la construcción y que también dan trabajo a más de dos millones de personas. En el caso de la industria, el número de afiliados a la Seguridad Social en 2009 era de 2,39 millones de personas, de los que 2,13 eran asalariados y 258.000 trabajadores por cuenta ajena. Siete años después, el mercado laboral refleja que hay 2,07 millones de afiliados (319.000 menos, un 15% menos), de los que 295.000 han sido asalariados y 24.000 autónomos. El desplome en el sector de la construcción, lastrado por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, fue mucho más brusco. Entre 2007 y 2009 perdió 805.000 puestos de trabajo, y entre 2009 y 2015 la merma ha sido de otros 750.000 afiliados (un 42% menos).

La desconexión entre el boom turístico, la creación de empleo y la revisión de las condiciones salariales se muestra como evidente cuando se mide la evolución de los salarios en la hostelería y de los ingresos por habitación disponible, uno de los indicadores que más utiliza la industria hotelera para medir su rentabilidad. Entre 2010 y 2014, el salario medio cobrado en hostelería ha bajado un 0,8% hasta los 1.174 euros brutos al mes frente a la subida de la remuneración media en España, que ha subido un 2,3% hasta los 1.881 euros. De hecho, los trabajadores de la hostelería se han situado como el segundo sector en el que las remuneraciones son más bajas, tan solo por encima del personal doméstico.

Los ingresos por habitación disponible han seguido la dirección contraria. Crecieron tímidamente entre 2010 y 2013 para subir con fuerza en 2014 y registrar un avance acumulado del 15,7%. En los nueve primeros de este año, el indicador ha crecido un 10% en tasa anual hasta los 36 euros. Dicho de otra manera, que un hotelero obtiene este año ocho euros más por habitación que en 2009.

Las interpretaciones antagónicas de patronal y sindicatos

Patronal y sindicatos hacen una valoración radicalmente diferente sobre el boom turístico y su repercusión en el mercado laboral. Gonzalo Fuentes, secretario de Política Institucional de la Federación de Servicios de CC OO, considera que el empleo crece por debajo de todos los indicadores. “Pero lo más preocupante es que el empleo creado es temporal, a tiempo parcial, en el que se está abusando de figuras como el contrato en prácticas, el falso autónomo o la externalización de servicios para aplicar la reforma laboral”, apunta. Fuentes destaca la divergencia que se ha producido entre los salarios y la rentabilidad de las empresas hoteleras durante la crisis y denuncia el hecho de que muchas patronales han paralizado la renovación de los convenios para no mejorar las condiciones de sus trabajadores. “En estos momentos hay 300.000 empleados, entre ellos los de la Comunidad de Madrid, cuyo convenio ha sido prorrogado por falta de acuerdo en la renovación”, subraya.

 

Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), cree que hay que distinguir entre destinos dependientes de turismo extranjero, “a los que les ha ido bien”, y a aquellos cuyo negocio está ligado al turismo de negocios y nacional. “En estos dos últimos ha habido caídas muy importantes de precios y rentabilidades, incluso por encima del 50%”, precisa. Molas considera que la conclusión más importante que se puede extraer de la crisis es que se han mantenido e incluso incrementado los puestos de trabajo, frente a la destrucción registrada en otros sectores, y matiza que los beneficios de los dos últimos años, “un 2014 bueno y un 2015 muy satisfactorio” han servido para hacer frente al endeudamiento contraído en los primeros años de crisis. “Las empresas hicieron un gran esfuerzo asumiendo riesgos y ahora están devolviendo esos préstamos y liberándose de esas cargas financieras”.

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