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Enriqueta Felip, jefa del programa de cáncer de pulmón del Hospital Vall d’Hebron

“Se debe analizar cuántas mujeres directivas hayen los hospitales”

La doctora Felip acaba de ganar el Premio Mujeres en Oncología Es especialista en cáncer torácico, tema del que ha escrito decenas de artículos

Manuel G. Pascual

La doctora Enriqueta Felip, responsable del programa de cáncer de pulmón del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, recibió el pasado 27 de septiembre el Premio Mujeres en Oncología, que celebra su primera edición. El galardón, creado por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas inglesas), pretende reconocer a quienes contribuyen a apoyar el desarrollo de las mujeres en este campo.

¿Qué supone para usted haber recibido este premio?

Cuando la sociedad reconoce algo siempre hace ilusión. Yo lo entiendo como un galardón no dirigido a mi trayectoria académica, sino al trabajo que hacemos muchas oncólogas.

¿A qué cree que se debe el hecho de que haya tan pocas mujeres en puestos de responsabilidad en los principales hospitales?

Aunque esté experimentando grandes avances y tenga gran proyección, la oncología es una especialidad joven. Eso quizá haya hecho que las mujeres se hayan incorporado más tarde. Probablemente esta situación cambie dentro de no demasiado. Eso no quita que sea interesante analizar datos como cuántas mujeres están en comités de dirección.

"Sería revolucionario lograr la concienciación sobre los efectos del tabaquismo. Se evitaría el 85% de los casos de cáncer de pulmón”

¿Cómo calificaría la situación de la oncología española?

Creo que es excelente y que, además, está muy reconocida internacionalmente. Tenemos hospitales, como el nuestro, cuyo objetivo es hacer investigación traslacional y estudios clínicos. La industria farmacéutica sabe que España es muy competitiva a este nivel.

¿Qué líneas de investigación tiene abiertas ahora mismo?

Por una parte, trabajamos en tratamientos nuevos de inmunoterapia, que en estos momentos están funcionando bien. La idea es identificar qué tipo de pacientes se benefician de estas estrategias, que son relativamente nuevas pero efectivas. También se ha visto en los últimos años que algunos subgrupos de pacientes sufren alteraciones moleculares. Estos tumores, de los que conocemos el oncogén que los activa, después de un tiempo de tratamiento vuelven a hacerse resistentes. Otra línea de investigación consiste en estudiar esos mecanismos de resistencia para poder diseñar tratamientos contra ellos.

¿Cree que el futuro de los tratamientos pasa por hacer cócteles de fármacos a medida para cada paciente?

Pensamos que el presente pasa, en el caso de los adenocarcinomas, que es el tipo más frecuente de cáncer de pulmón, por analizar cuáles son las alteraciones moleculares e intentar redirigirlos hacia tratamientos más individualizados. No encontramos alteraciones en el 100% de los casos, pero es verdad que en los últimos años ha habido avances en este sentido. El futuro inmediato pasa por administrar cócteles de fármacos o bien alguna molécula en concreto que pueda inhibir estas alteraciones.

Un premio europeo con alma americana

La doctora Felip asegura que el destino del premio que acaba de recibir se selló hace dos años durante una sesión del Congreso Americano de Oncología Médica. “Este órgano dedicó una sesión en 2013 al papel de la mujer en esta especialidad. Me invitaron como ponente para dar una perspectiva internacional. Allí hablé de cuántas jefas de servicio había en nuestro continente, cuántas eran miembros de las sociedades científicas, cuántas eran investigadoras principales, etc.”.

A raíz de esa ponencia, la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) consideró que ese era un tema en el que merecía la pena trabajar. “Aunque hay muchas mujeres trabajando en oncología, algunas de ellas en posiciones de liderazgo, se vio, por ejemplo, que en la propia ESMO solo había dos miembros femeninos. El premio se lanza para hacer visible esta realidad”.

Algunos tipos de cáncer ya se han conseguido cronificar. ¿Cree que se conseguirá con los de pulmón?

Hemos avanzado mucho en los últimos años. Soy optimista. Los de pulmón son tumores en los que se ha visto que los tratamientos que le comentaba pueden tener una eficacia clara.

¿Qué situación atraviesa la investigación española?

Nuestro hospital, como otros del país, participa en ensayos clínicos a muy alto nivel. En el ámbito del cáncer de pulmón contamos con profesionales reconocidos internacionalmente. Nuestro departamento ha podido participar en el desarrollo de fármacos a través de ensayos de fase I. Eso en cuanto a investigación clínica, pero es que también participamos en los trabajos previos que hacen posible estos avances. De las últimas publicaciones en cáncer de pulmón, los estudios de inmunoterapia de fase III que se acaban de publicar en el New England Journal of Medicine cuentan con tres autores españoles. Creo que eso es muy indicativo del nivel de la oncología en el país.

¿Qué hito le gustaría que se alcanzase en los próximos años en su especialidad?

En lo relativo al cáncer metastásico de pulmón, sería revolucionario conseguir la concienciación total sobre el tabaquismo, responsable del 85% de los casos. En cuanto al tratamiento, sería magnífico llegar en los próximos cinco años a la optimización actual de los diferentes tratamientos de inmunoterapia que tenemos y saber qué pacientes se van a beneficiar realmente de cada uno de ellos.

Ahí entrarían los biomarcadores.

Exactamente. Esta es la línea de investigación en estos momentos. Se está midiendo la expresión del PDL1, pero es muy complicado porque sabemos que sus resultados pueden variar. También se están haciendo una serie de análisis de firmas genéticas e incluso de secuenciación del tumor que quizá nos puedan ayudar en este sentido. Es importante porque sabemos que estos tratamientos benefician a un porcentaje de los pacientes, en torno al 20%, pero lo importante es que a ese grupo le funciona durante tiempo.

Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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