El turismo nacional despega
La buena salud del turismo extranjero se contagia al nacional. La recuperación económica ha tenido un efecto balsámico en el turismo nacional, que consolida el crecimiento experimentado en 2014. Ese ejercicio, el número de pernoctaciones creció por primera vez desde el inicio de la crisis en 2008, al pasar del 100,6 a 104,7 millones. Este año esa tendencia se ha consolidado como muestran los datos de la encuesta de ocupación hotelera que realiza mensualmente el INE. En agosto, 5,9 millones de españoles realizaron algún viaje, lo que supone la cifra más alta desde 2008, mientras que el número de pernoctaciones creció un 5,2% hasta los 17,3 millones de estancias. Se trata del nivel más elevado desde 2010.
El acumulado entre enero y agosto también muestra como el número de viajeros y el de pernoctaciones ha crecido por encima del 6% y anticipa un año con registros previos a la crisis. Unos datos que serán especialmente beneficiosos para aquellas autonomías y destinos turísticos que dependen más del viajero nacional que del extranjero. Es el caso de los enclaves de turismo rural, urbano, de interior o algunos puntos de la costa cantábrica.
La estadística, sin embargo, revela el importante peso que sigue teniendo el turismo extranjero en el negocio hotelero. En los ocho primeros meses del año se han producido 214 millones de pernoctaciones en los establecimientos reglados, de las que 135 millones (el 63%) corresponde a extranjeros y 79 millones a españoles (el 37%). Entre los extranjeros, británicos y alemanes siguen teniendo un peso muy destacado y más creciente tras el desplome del turismo ruso en 2014 y 2015. Rusia era el décimo mercado emisor de visitantes extranjeros, pero en el caso de las pernoctaciones era el cuarto más importante hasta 2014, debido a que esos visitantes pasan estancias superiores a una semana de media durante sus vacaciones.
En los ochos primeros meses de 2015, los británicos realizaron 35,1 millones de pernoctaciones, seguidos por los alemanes, con 31,5 millones. Entre los dos suman la mitad de las estancias de visitantes extranjeros. Ya a cierta distancia se sitúa Francia, con 12,1 millones, e Italia, con 6,1 millones.