Las tecnológicas, aún a salvo de China
Facebook, Apple, Amazon y Microsoft han perdido cerca de 200.000 millones de dólares (unos 175.000 millones de euros) de valor en la última semana. Los problemas de China lo provocaron, pero el problema fue la fe vertiginosa de los inversores en el crecimiento. Las acciones tecnológicas cotizadas podrán recuperarse. Las valoraciones fantasía de empresas privadas como Uber, sin embargo, recibirán el golpe más grande.
China es el tercer mayor mercado del mundo de tecnología y ha estado creciendo más rápido que el mundo en su conjunto, de acuerdo con Forrester Research. Pekín, sin embargo, ha llevado a las empresas nacionales a evitar recurrir a proveedores estadounidenses si es posible –refiriéndose especialmente a IBM, Oracle y EMC–. Así que el gigante asiático representa menos de 5% de los ingresos en estos tres y otros como Cisco.
El valor atípico es Apple, que depende del gigante asiático en más de una cuarta parte de sus ingresos
El valor atípico es Apple, que depende del gigante asiático en más de una cuarta parte de sus ingresos. Sin embargo, su responsable Tim Cook dijo a la CNBC que las activaciones de iPhone chinos y descargas en la App Store se han acelerado en las últimas semanas.
Así que es difícil argumentar que China sea la fuente de los problemas de todas las firmas; compañías como Facebook y Netflix ni siquiera operan en el país. Es cierto que hay un daño indirecto. Los gigantes chinos de internet Alibaba, Baidu y Tencent Holdings han perdido más de una cuarta parte de su valor desde sus máximos, haciéndolos relativamente más atractivos que sus homólogos estadounidenses a inversores globales.
El mayor problema es la percepción. Los inversores se han vuelto escépticos sobre crecimiento de los beneficios de los antiguos niños mimados del mercado. Sea cual sea la génesis, la ola de ventas puede estar auto perpetuándose.
Sin embargo, las principales empresas de tecnología cotizadas tienen sólidas ganancias como para caer de nuevo. Las privadas como Airbnb y Palantir no. Muchos están acumulando grandes pérdidas pero han atraído valoraciones sorprendentes –50.000 millones para Uber, por ejemplo–. Estas bestias experimentarán un impacto más grande, pero su sufrimiento tendrá lugar, al menos por ahora, a puerta cerrada.