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Por primera vez en su historia por el alza de la demanda

Mercedes-Benz estrena un verano sin vacaciones para la fábrica de Vitoria

El centro trabajará a un turno en agosto para hacer frente a la demanda

Línea de montaje final en Vitoria. El centro tiene capacidad para producir 125.000 unidades al año.
Línea de montaje final en Vitoria. El centro tiene capacidad para producir 125.000 unidades al año.

El  20 de marzo de 1954 está datado como el día en el que se ensambló el primer vehículo en la planta vasca, en concreto una furgoneta DKW F 89L. En estos 60 años, el centro de la multinacional Daimler siempre había parado en agosto, adaptando su ritmo de producción al calendario laboral de la mayoría de los trabajadores del país.

Hasta este ejercicio. La recuperación de las matriculaciones en Europa, donde la marca de la estrella vende gran parte de las unidades del monovolumen de lujo Clase V y del modelo Vito que ensambla en Vitoria, ha traído novedades a las instalaciones alavesas.

Por motivos de demanda de mercado, el centro nunca había trabajado antes en agosto, aunque sí lo hizo en parte el año pasado, pero para adaptar la fábrica al lanzamiento de las nuevas unidades citadas y al calendario de su estreno en el mercado. Su comercialización se inició en octubre del año pasado y los primeros modelos tenían que estar en los concesionarios antes de esa fecha.

Durante 2015, los responsables del centro vasco, con su director Emilio Titos al frente, han ido modificando al alza la hoja de trabajo de la planta. Este agosto, las instalaciones trabajarán a un turno.

La empresa recurrirá a empleados eventuales para cubrir las bajas por vacaciones de los 3.500 trabajadores de la plantilla (el complejo genera otros 13.000 puestos indirectos).

Mercedes-Benz comenzó el año con una estimación de producción de 90.000 unidades. En el arranque del primer trimestre y por las positivas expectativas del mercado, elevó esa cifra en un millar de vehículos, que pronto se convirtieron en 92.000. Estos días, desde la filial de la corporación alemana confían en que Vitoria supere ampliamente el nivel de los 98.000 vehículos.

Las ventas de automóviles siguen al alza en Europa. En su mercado doméstico, Alemania, Mercedes-Benz ha cerrado el primer semestre con un incremento del 16%. En España, un mercado que este año aspira a alcanzar el millón de matriculaciones, la demanda también crece a un ritmo de dos dígitos.

Una plantilla con mucha experiencia

El acuerdo sellado en su día por los sindicatos y la dirección de Mercedes-Benz en España, y que propició que la marca garantizara carga de trabajo para Vitoria durante 15 años, también blindó a la plantilla. En 60 años de actividad, en estas instalaciones han coincidido tres generaciones de empleados.

Esta experiencia se notó, para bien, cuando arrancó la producción de los nuevos Clase V y Vito. Los primeros días de ensamblaje son los más complicados en estas fábricas. En el centro alavés, en la línea de producción llegaron a convivir durante parte de 2014 hasta tres modelos. Los dos de estreno más Viano, el predecesor de la actual Clase V. El bagaje de la plantilla y de los proveedores que atienden al complejo evitaron los problemas.

A dos dígitos

Lo que está claro es que la planta alavesa batirá holgadamente sus registros de actividad de 2014, cuando ensambló 80.000 unidades. La baza de Vitoria es que su mercado es todo el mundo. Las unidades que salen de la capital alavesa se exportan a clientes tan alejados como los conductores de Estados Unidos o Argentina, por ejemplo. Solo China escapa de su órbita comercial, y porque Daimler cuenta allí con una fábrica que abastece la demanda de las cuatro ruedas del país comunista. El resto de Asia, con una prevista explosión de su parque automovilístico, sí que entra en los objetivos de Vitoria.

Además de Europa, el área Nafta está registrando también una importante actividad, especialmente Estados Unidos.

Los números de 2016 también prometen ser espectaculares para la marca de la estrella en Vitoria. La previsión de producción se ha elevado por encima de los seis dígitos, un nivel reservado a pocas fábricas en el mundo del tipo de modelos que se ensamblan en la capital alavesa. El monovolumen Clase V deja más margen por sus altos precios. Desde los 41.480 euros de la versión más sencilla hasta los 87.242 euros que alcanza la gama Avantgarde Largo Edition 1.

El modelo Vito, más económico, está adaptado tanto al transporte de personas como al de mercancías, con lo que accede a un mercado potencial mayor en número de clientes que la Clase V.

Mercedes-Benz podría llegar a producir 119.300 unidades en 2016, lo que supondría su récord de actividad. Muy alejado de los 102.400 vehículos de 2008, un registro propio de las cifras anteriores a la crisis económica, que se ha extendido más de un lustro.

Tras las inversiones de 190 millones para la transformación de la planta alavesa de cara a las nuevas Clase V y Vito, el centro tiene capacidad para ensamblar hasta 125.000 unidades al año.

El hecho de rebasar el nivel de los 100.000 vehículos requeriría la implantación del tercer turno de trabajo. Y por tanto, nuevas contrataciones de trabajadores fijos, por encima de los 3.500 empleados citados.

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