Grecia presenta su contraoferta para desbloquear el rescate
Las tres instituciones acreedoras, CE, BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), esperan hoy en Bruselas al equipo negociador griego
Las tres instituciones acreedoras, la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), esperan hoy en Bruselas al equipo negociador griego para discutir una nueva propuesta que Grecia espera sea suficiente para cerrar por fin un acuerdo.
En la reunión, participarán del lado de las instituciones internacionales representantes de los tres acreedores, pese a que el FMI pidiese esta semana a su equipo técnico desplazado a Bruselas que regresara a Washington por no haberse producido un acercamiento de posiciones.
La reunión con la delegación griega se produce después de que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, mantuviera el viernes una conversación telefónica con el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, para analizar los próximos pasos de la negociación.
Los acreedores entienden que solo se pueden lograr progresos con Atenas, sobre las reformas y los ajustes que debe aceptar a cambio de los 7.200 millones de euros que quedan del rescate, si están de acuerdo todas las instituciones, según fuentes europeas.
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La reunión de hoy servirá para intercambiar opiniones a nivel técnico entre los acreedores y Atenas. El encuentro es una señal de que las tres instituciones están abiertas a seguir conversando con Grecia.
“Todas las reuniones pueden ser útiles, pero esto no es una negociación”, han avisado fuentes europeas. “Cualquier acuerdo debe ser con las tres instituciones (la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) y luego ratificado por los acreedores. Sólo pueden hacerse progresos con las tres instituciones. Salvo que las tres instituciones acepten el acuerdo, no hay acuerdo”, insisten.
Los tres escenarios
Hay tres posibles situaciones: que Grecia y sus acreedores lleguen un acuerdo a tiempo de que sea ratificado en la reunión del día 18 de manera que pueda recibir el desembolso; que se apruebe una nueva prórroga del actual programa y que, en ausencia de cualquier acuerdo, Grecia no pueda pagar al FMI.
El acuerdo– se considera ahora como la más improbable. La segunda podría ser creíble si Grecia tuviese dinero para hacer frente a estos pagos inminentes, cosa que ha quedado descartada. Y queda la tercera, la declaración de insolvencia, la suspensión de pagos, el control de capitales, el «corralito» y un escenario inédito y desconocido, pero cada vez más cercano.
Grecia y sus acreedores se encuentran al borde de la ruptura. Los expertos del FMI han abandonado Bruselas ante la imposibilidad de hacer avances y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha avisado a Tsipras de que “no hay más tiempo para regatear” y de que debe cerrar un acuerdo como muy tarde para el Eurogrupo del 18 de junio.
Los acreedores de Grecia han exigido al nuevo Gobierno de Syriza un plan completo de reformas a cambio de desbloquear el último tramo de 7.200 millones de euros del rescate. Sin este dinero, Atenas podría suspender pagos en las próximas semanas y verse abocado a salir del euro. Los principales escollos para el acuerdo siguen siendo la reforma del IVA, la subida de las pensiones y los objetivos de superávit presupuestario.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha excluido convocar elecciones o un referéndum sobre las negociaciones con los acreedores y ha asegurado que cualquier decisión, “por difícil que sea”, la tomará el Gobierno. Según un comunicado difundido hoy por el Ejecutivo, Tsipras hizo estas declaraciones en la reunión que mantuvo anoche con el equipo que hoy viajó a Bruselas para continuar las negociaciones. “Si logramos un acuerdo sostenible, independientemente de lo difícil que sea el compromiso, podremos soportar la carga, porque nuestro único criterio es salir de la crisis y acabar con la sumisión a programas de rescate”, dijo Tsipras, según el citado comunicado.
El ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, afirmó en una entrevista a la cadena británica BBC Radio 4 que la demanda del Fondo Monetario Internacional (FMI) de reformar el sistema de pensiones griego es “ridícula”. “Es el tipo de propuesta que uno pone sobre la mesa cuando no quiere llegar a un acuerdo”, dijo Varufakis dos días después de que el FMI calificara de “insostenible” el sistema de pensiones de Grecia.
Para el ministro griego de Finanzas, se trata de una posición negociadora “de ruptura” que “sencillamente se debería dejar a un lado”.“El motivo por el cual no firmamos lo que se ha ofrecido es que se trata de una versión más de las propuestas fallidas que se han presentado en el pasado”, dijo Varufakis. Cuestionado sobre si cree que el FMI y el resto de instituciones acreedoras se están “marcando un farol” en la negociación, dijo: “Eso espero”.
Varufakis descartó contemplar cualquier escenario en el que Grecia abandone la eurozona.“Como antiguo experto en estadística, nunca aceptaría la noción de que un evento tiene cero probabilidades de ocurrir. También es posible que un cometa se estrelle contra el planeta Tierra y su programa no se emita mañana”, respondió el ministro griego al periodista de la cadena británica.
“Pero no creo que ningún político europeo razonable quiera explorar ese camino”, zanjó Varufakis.
“El equipo griego está dispuesto a presentar contrapropuestas con el fin de salvar las diferencias restantes, según lo acordado en las reuniones del primer ministro en Bruselas, tanto con los líderes de Alemania y Francia como con el presidente (de la Comisión Europea, Jean-Claude) Juncker”, afirmaron fuentes del Ejecutivo heleno.
Apuntaron que la evaluación que hace el Gobierno “es que estamos más cerca que nunca de un acuerdo, ya que la diferencia en el superávit primario es de sólo el 0,25 %”.
Las fuentes destacaron que ahora “lo que se necesita” es “voluntad política, comprensión mutua”.
Con el 18 de junio como límite
“No podríamos imaginar que los líderes políticos europeos condujesen a Europa a la división por una diferencia tan pequeña y perseveraran en que no se aplique a Grecia el marco institucional para la negociación colectiva, en vigor en la mayoría de países europeos”, destacaron.
El próximo día 18 se celebra una reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona en Luxemburgo, que solo podrán dar su visto bueno si las partes avanzan durante los próximos días a nivel técnico hacia un principio de acuerdo.
Un acuerdo definitivo permitiría a Grecia hacer frente a finales de mes al pago de 1.600 millones de euros al FMI y a otros 3.400 millones al BCE a mediados de julio.
Mientras, los socios de la zona del euro han discutido la posibilidad de que Grecia entre en suspensión de pagos si el Gobierno de Tsipras no toma medidas para evitarlo, .
Vivienda gratuita y reinserción para sin techo
El Gobierno griego empezó hoy a aplicar un programa de vivienda gratuita, transporte, alimentación y reinserción laboral durante un año para 1.073 personas sin techo de todo el país.
En un comunicado, el Ministerio griego de Trabajo explica que el proyecto consta de una ayuda anual de 5.000 euros destinada a financiar una vivienda, con gastos corrientes, adquisición de muebles y reparaciones incluidos, así como para alimentación y transporte.
Además, el plan prevé una ayuda de reintegración social, con un coste de 11.000 euros, que consiste en asistencia laboral para encontrar trabajo u orientación de profesionales para crear una empresa.
Del total de las personas que se han acogido al programa y que pasaron por un estricto proceso de selección, 500 se encuentran en Atenas, 150 en Salónica y las demás repartidas por el resto del país.
El proyecto, llamado “Vivienda y Reintegración”, tiene un coste total de 9,25 millones de euros y fue aprobado por el anterior Gobierno del conservador Andonis Samarás.
En su nota, el ministerio aclara que este plan “no está relacionado con el programa de ayudas al alquiler para hacer frente a la crisis humanitaria”, aprobado por el Parlamento griego en marzo.
Asimismo, el Gobierno introdujo hoy en la Cámara por el procedimiento de urgencia un borrador de ley destinado a rebajar o excluir de algunos impuestos a aquellas personas con rentas más bajas o que trabajen de forma irregular.
En concreto, quienes tengan como única fuente de ingresos alquileres, intereses de depósitos o dividendos que no sobrepasen los 9.545 euros anuales pagarán unos impuestos reducidos, equivalentes a los de los jubilados.
Además, los agricultores quedarán exentos de pagar impuestos sobre sus terrenos, siempre que los cultiven ellos mismos o los cedan a otro profesional sin cobrar alquiler.
Este borrador debe ser votado el lunes próximo a más tardar, ya que se aplicaría sobre las declaraciones de la renta de este mismo año, un proceso que ya ha empezado en Grecia.
Los temores alemanes
La discusión sobre una eventual salida de Grecia del euro - denominado Grexit- planea de nuevo sobre Alemania ante las dificultades de las instituciones que antes formaban la troika de llegar a un acuerdo con el gobierno griego de Alexis Tsipras.
La pregunta que se plantean muchos es hasta donde está dispuesto a ceder el gobierno alemán. Una versión que recoge la revista “Der Spiegel en su edición de hoy y que apunta a dos posiciones encontradas dentro del Gobierno.
Una de ellas estaría representada por el ministro de Finanzas, Wolfgan Schäuble, a quien se le atribuye una disposición a no evitar la salida de Grecia del euro si Grecia no asume las reformas que las instituciones exigen.
Del otro lado estaría la canciller Angela Merkel, dispuesta a pagar un alto precio por mantener a Grecia en el euro.
Los dos protagonistas y sus portavoces se han esforzado en los últimos días en negar esas diferencias.
“No crean todo lo que leen, la canciller y yo tenemos una posición común”, dijo Schäuble la semana pasada ante un congreso de empresarios cercanos a la Unión Cristianodemócrata (CDU), partido al que pertenecen él y Merkel.
En todo caso el ala empresarial de la CDU le da preferencias a un Grexit si la alternativa es hacer nuevas concesiones al gobierno de Tsipras.
“Si seguimos cediendo como hasta ahora existe el peligro de un efecto dominó. ¿Por qué van a hacer reformas dolorosas otros países europeos si Grecia no las hace?”, dijo en declaraciones que publica hoy el diario “Rheinische Post el jefe de la asociación de empresarios de la CDU, Carsten Linnemann.
Linnemann considera una salida de Grecia del euro algo asimilable para la eurozona desde el punto de vista económico y además no está solo, ya que hay un buen número de diputados de la CDU y de su ala bávara la Unión Socialcristiana (CSU) reacios a nuevas concesiones.
Ya en febrero, en la votación para aprobar la prolongación del segundo paquete de ayuda, hubo más de cien diputados que votaron con la advertencia de que no estarían dispuestos a aprobar un tercer paquete y expresaron su confianza en que Schäuble mantendría su posición dura en las negociaciones.
De momento, en Alemania los temores ante un posible Grexit no parecen ser tanto de tipo económico como político.
“No subestiméis los que significaría para Europa si no logramos mantener a Grecia dentro del euro. Mi preocupación es que en muchas cuestiones ya no se nos tome en serio”, dijo hoy el ministro de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, en un congreso regional del Partido Socialdemócrata (SPD).
El Bundesbank no parece creer que haya peligro de contagio a otros países si se produce un Grexit, pero ha advertido de repercusiones difíciles de prever.
“El peligro de contagio directo es escaso porque hay pocas exposición de los bancos en Grecia”, dijo la vicepresidente del Bundesbank, Claudia Buch, en declaraciones que publica el diario “Rheinische Post”.
“Pero nadie sabe las consecuencias indirectas que podría tener”, agregó.
En todo caso, varios medios alemanes aseguran hoy que los socios europeos -pese a todos los desmentidos oficiales- ya están preparado un plan B en caso de que no sea posible mantener a Grecia en el euro.
Ese plan, asegura el diario “Süddeutsche Zeitung” en su edición de hoy, se habría discutido a nivel de secretarios de Estado, con la presencia del negociador griego Giorgos Huliarakis, y tiene dos pilares: uno destinado a evitar una catástrofe humanitaria en Grecia y otro dirigido a proteger la eurozona y el sistema bancario.
La idea sería aislar a los bancos griegos y establecer un control de capitales para evitar que se sigan traspasando diariamente millones de euros a bancos extranjero.