El problema verde de los SUV
Los vehículos deportivos utilitarios (SUV), que consumen mucha gasolina, pueden impulsar a los fabricantes de automóviles europeos a un estratégico callejón sin salida. Los SUVs son grandes, aparatosos y están diseñados para tareas pesadas que la mayoría de ellos nunca realiza. También son importantes para la industria automotriz ya que están dado un fuerte crecimiento y ricos márgenes. Incluso las marcas Rolls-Royce y Lamborghini están desarrollando sus propios SUV.
También están dando a los fabricantes de automóviles un problema verde. Hacen que sea más difícil cumplir las apretadas pautas de emisión europeas. Los SUVs tienen motores más grandes que los coches populares del pasado. Queman un 25% más de combustible que los sedanes comparables.
Los reglamentos europeos ya estipulan que las emisiones medias de CO2 deben caer de 130 a 95 gramos por kilómetro en 2021. Los fabricantes de automóviles que no alcancen estos objetivos se enfrentan a fuertes multas. Los políticos en Bruselas, por su parte, ya están considerando unos límites más estrictos después de 2021.
Los fabricantes de automóviles premium alemanes están en un particular aprieto. Su inclinación hacia los vehículos de alta emisión hace que sea más difícil para ellos, en primer lugar, cumplir con los objetivos de emisión. Algunos están ampliando sus gamas de productos. Pero el jefe de Daimler, Dieter Zetsche, declaró 2015 el “año del SUV”, mientras que Martin Winterkorn de Volkswagen esbozó lo que llamó “la mayor ofensiva de SUV jamás realizada” de la marca. Solo en Alemania, las ventas anuales de este tipo de vehículos se duplicarán a 900.000 en 2020, pronostica el Centro de Investigación Automotriz con sede en Duisburg.
La popularidad de los deportivos utilitarios está impulsando los beneficios a corto plazo de los fabricantes de automóviles. Pero puede que pronto se vean obligados a accionar los frenos.