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El nuevo escenario de precios a la baja y un euro depreciado

La economía española acelera las ganancias de competitividad

La caída del IPC amplía el diferencial positivo de España con la UE El euro se ha dejado un 12% con la libra esterlina en los últimos doce meses

La competitividad en España
Alejandro Meraviglia

Los precios de consumo aún no se recuperan en España. En abril, cerraron con una caída anual de siete décimas y acumulan diez meses consecutivos de descensos. Un retroceso más intenso que en el resto de países de la zona euro, lo que ha llevado a que el diferencial de precios respecto a la zona euro se sitúe en siete décimas en abril, tal y como detalló ayer Eurostat en un comunicado. Unos precios más bajos impulsan la competitividad de España frente a sus socios europeos. Una brecha que es aún mayor si se compara con países de fuera de la zona euro, con diferencias de 1,3 puntos respecto a los países de la OCDE, 3,1 puntos respecto a Japón , 0,8 puntos respecto a Reino Unido y 0,7 respecto a EE UU.

Otro factor que sirve para medir la competitividad es la cotización del euro frente al resto de divisas. La mayor o menor apreciación de la moneda única determina la mayor o menor capacidad de España para vender bienes y servicios a otras partes del mundo. Desde mediados de mayo, cuando el cambio entre el euro y el dólar se situó en 1,349 dólares, el proceso de devaluación ha sido intenso y ha llevado la cotización a 1,114 dólares, lo que supone un ajuste del 19,2% en diez meses. Un euro más barato impulsa la competitividad de España en el extranjero, tanto para la venta de bienes y servicios (los abarata frente a competidores de fuera de la zona euro), como para el turismo (abarata los precios a los viajeros de fuera de esa región). Un buen ejemplo de esta última tendencia se ha producido en el caso de los turistas británicos, el mercado más importante para España. La depreciación del euro frente a la libra esterlina (un 12% en el último año) ha provocado que la llegada de viajeros del Reino Unido haya aumentado un 20,3% en marzo y un 9,5% en el primer trimestre, casi el doble que la media de viajeros extranjeros.

Datos

Exportaciones: La devaluación del euro ha elevado las exportaciones a tres naciones: Canadá (un 49,7% más); EE UU (un 8,9%más) y Reino Unido (un 2,4% más).

Turismo: La rebaja del euro frente a la libra ha impulsado la llegada de turistas británicos, el primer mercado emisor de viajeros. Subieron un 20,3% en marzo y un 9,5% en el primer trimestre.

IPC: España tiene un diferencial positivo de inflación de siete décimas con la zona euro. La brecha con Alemania es de un punto, con Francia de ocho décimas y con Italia de seis décimas.

La combinación de unos precios bajos y un euro depreciado ha tenido su reflejo directo en el índice de tendencia de competitividad que elabora el Ministerio de Economía. Este indicador tiene en cuenta la evolución de los precios de consumo y de la cotización del euro frente al resto de divisas. En los últimos doce meses, la economía española ha recuperado competitividad frente al resto de regiones europeas. La mayor ganancia se ha producido en comparación con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), donde en los últimos meses se ha recuperado un 17,2%, debido a que estos países tienen un nivel de precios superior y a que sus monedas se han apreciado de forma generalizada frente al euro. De esa cantidad, un 11,2% se ha ganado en el primer trimestre de 2015. Algo similar ha sucedido en la comparación con las 35 naciones de la OCDE (algunas de la zona euro), en la que España ha recuperado un 8,6% de competitividad en el último año, de los que un 5,5% se produjo en el primer trimestre.

Si se compara con los 28 países que forman la Unión Europea y los 19 que componen la zona euro, España ha ganado competitividad (1,4% y 0,5%) frente a esas dos zonas en los últimos doce meses. La razón de por qué esa recuperación es menor respecto a la de las anteriores regiones se centra en que la gran mayoría de países utiliza la misma moneda, con lo cual se diluye el efecto de la mayor o menor cotización de divisas, y que la gran mayoría de países de la UE tienen los precios estancados o cayendo, con lo cual las mejoras de competitividad son menores.

Los precios caen por primera vez en Reino Unido desde 1960

La tasa de inflación interanual de Reino Unido se situó en abril en el -0,1%, frente al 0% del mes de marzo, lo que supone el primer descenso de precios desde que comenzaron los registros en 1996, según informó ayer la Oficina Nacional de Estadística (ONS). “Se trata de la primera vez que el IPC ha caído de forma interanual desde que los registros oficiales comenzaron en 1996 y por primera vez desde 1960 basado en estimaciones históricas comparables”, explicó la agencia estadística.

La mayor contribución a la baja correspondió al precio de los transportes (-0,43%), por delante de los alimentos y bebidas no alcohólicas (-0,32%) y el ocio y cultura (-0,06%). Por su parte, la mayor contribución alcista correspondió a restaurantes y hoteles (cuyos precios se elevaron en promedio un 0,24%), Educación (+0,22%) y alcohol y tabaco (+0,13%). La semana pasada, el Banco de Inglaterra revisó a la baja sus perspectivas de crecimiento hasta el 2,5% en 2015 y el 2,6% el próximo año, frente al 2,9% anticipado previamente para ambos ejercicios, mientras que advirtió de que el impacto bajista de la caída del petróleo “será breve”, por lo que no afectará a su política monetaria.

De hecho, la institución apuntó que, a pesar de que el IPC temporalmente podría llegar a ser negativo, se espera que la inflación repunte notablemente hacia finales de este ejercicio. El ministro de Economía, George Osborne, destacó que la caída del IPC “es positiva para el presupuesto familiar” y subrayó que debe verse como algo beneficioso “en un momento en que los sueldos suben, el paro baja y la economía crece”.

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