El nuevo motor de Volvo
Una vida dedicada a los motores. Desde que finalizó el máster de ciencias en Ingeniería y Gestión Industrial, Martin Lundstedt (Suecia, 1967) ha estado trabajando para el fabricante sueco de camiones Scania (propiedad de Volkswagen). Ahora, 23 años después, ha sido nombrado consejero delegado de la competencia, el grupo, también sueco, Volvo, actualmente el segundo mayor fabricante mundial de vehículos comerciales.
La noticia, publicada el miércoles, no ha sido una sorpresa por completo. El mes pasado se rumoreó que el presidente de la compañía, Carl-Henric Svanberg, estaba buscando un sustituto para Olof Persson, en el cargo durante los últimos cuatro años. Al parecer, la empresa quería reorientar su estrategia hacia el crecimiento y el aumento de beneficios económicos.
Durante los últimos tres años, Volvo ha estado centrado en la “renovación de sus productos, la eficiencia interna y la reestructuración”, explicó el miércoles Svanberg. También felicitó a Persson por el “amplio cambio” que ha realizado en la compañía y gracias al que la ha situado en una situación “considerablemente mejor” en el mercado. En este tiempo, el ya ex-consejero delegado de Volvo llevó a cabo un programa de reestructuración destinado a reducir 1.200 millones de dólares en costes y aumentar la rentabilidad al nivel de empresas como Scania. El proceso no concluía hasta el año que viene, pero Svanberg declaró que el grupo Volvo está ahora en una “nueva fase con un enfoque centrado en el crecimiento y el aumento de la rentabilidad”.
La razón de este repentino cambio puede haber sido el aumento de las presiones para acelerar las operaciones e incrementar los márgenes por parte del segundo mayor propietario en derechos de voto de la empresa, el fondo Cevian Capital. El segundo mayor accionista de Volvo por votos, Christer Gardell, aunque estaba satisfecho con la gestión de Persson, apoya la decisión y reta al nuevo CEO a convertir a Volvo en la “mejor compañía de camiones del mundo”.
El día que se anunció su nombramiento, las acciones de Volvo, que habían estado cayendo, aumentaron más de un 15%.
Lundstedt, casado y con dos hijos, comenzó a trabajar como becario para Scania en 1992. Empezó como ingeniero de producción de motores para pasar a ser gerente en el área de Producción de Motores, Investigación y Desarrollo. En 2001 se convirtió en director general de la empresa en la sede francesa de Angers. Cuatro años después regresó a su país natal como Jefe de Marketing de Producto y solo 12 meses después, vicepresidente senior y jefe de camiones. Este título tampoco le duró mucho y en 2007 pasó a ostentar el de vicepresidente ejecutivo y responsable principal de la franquicia y ventas de fábrica. Por último, en 2012, fue designado presidente y consejero delegado de la empresa.
Se le conoce por su “estilo de liderazgo ganador”, como mencionó Svanberg en el comunicado de esta semana. Su veloz progreso y su estatus profesional cuando aun no ha cumplido el medio siglo de edad, lo demuestran.
Sus círculos cercanos destacan su “gran capacidad para el trabajo” y que siempre parece estar “un paso por delante”.
Sin embargo, esta lucha por prosperar y su focalización en el empleo parece no perjudicar a sus relaciones personales. Dicen que se sabía los nombres de todos los trabajadores de Scania y que amaba a la empresa, por la que se preocupaba de manera genuina, y a sus empleados. Se comenta que recibió una oferta de empleo de otra compañía hace unos años, porque él buscaba un cambio en su carrera. Sin embargo, Lundstedt finalmente decidió ser fiel a Scania.
Sus personas cercanas también destacan su humor y citan anécdotas como la que protagonizó en la época en que fue nombrado presidente: estaba celebrando un banquete con los conductores cuando subió al escenario con una guitarra y entonó un tema musical entre aplausos.
Esta vertiente más cómica e irónica ha jugado una mala pasada a sus conocidos en ciertos momentos. No sabían si el empresario sueco estaba bromeando o hablaba en serio.
El próximo mes de octubre comenzará su andadura en Volvo. Hasta entonces, Jan Gurander, jefe de finanzas de Volvo, ostentará el cargo. Lundstedt tendrá que superar los resultados que su antecesor obtuvo en el primer trimestre del año: 455 millones de euros de beneficio neto, un 27% más que en el mismo periodo de 2014, y un incremento del 14% de las ventas.
El mercado parece confiar en su capacidad de lograrlo. El día que se anunció la decisión, las acciones de la empresa, que en los últimos años habían caído, aumentaron más de un 15%, hasta las 116,4 coronas (12,4 euros) en Estocolmo: la mayor subida en los últimos seis años.