Estas son las profesiones que las empresas necesitan
"La escasez de talento es el factor más limitante en las empresas, porque hay nuevas áreas que son difíciles de cubrir”. Esa es la tajante opinión de Nacho de Pinedo, consejero delegado de la escuela de negocios ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet), tras presentar su primer Barómetro del Talento. Sin personas capaces para asumir los nuevos puestos claves de las compañías, difícilmente podrán competir en el mundo global de internet.
“La razón para que crezca una compañía es el talento y desgraciadamente no hay profesionales preparados para muchos puestos”, reflexiona Pinedo, a pesar del elevado desempleo en España. ¿Qué ocurre si no encuentran los perfiles adecuados? ¿Qué profesionales son esos que las empresas no encuentran?
Prácticamente no existen expertos en las áreas que se relacionan con el big data, el análisis de la multitud de información que las empresas consiguen respecto a los consumidores, según los datos internos de ISDI, que actúa como intermediario entre lo que necesita el sector privado y la formación de profesionales. Además, cada vez alcanza más fuerza el papel de los especialistas en el entorno móvil, aquellos programadores de apps y del denominado entorno híbrido (sitios web que se pueden leer en los dispositivos telefónicos y tabletas). “Este año el 50% de las consultas en Google ya se realizarán con el móvil”, recuerda Pinedo.
Por otra parte, entre el perfil directivo lo más demandado y que más cuesta reclutar es el responsable de marketing digital, ya que hay pocos profesionales con experiencia en el mundo online y que a la vez sean expertos en el entorno tradicional. Eso mismo ocurre en el área de relación con los clientes en internet (tradicionalmente conocido como CRM, customer relationship management).
Nuevas profesiones
Esta escuela de negocios ha detectado 11 nuevas áreas de conocimiento en las empresas con sus correspondientes nuevos puestos de trabajo que se van a tener que cubrir en los próximos años. Son los campos del marketing digital, relación con los clientes, métricas, tecnología, big data, todo lo relacionado con motores de búsqueda en internet o el social media. En este último caso aparecen ejemplos como el estratega de redes sociales, analistas buzz (o de ampliación del mensaje comercial en las redes), blogueros, el content curator (o experto en selección de contenidos) y el ya más conocido community manager.
Sobre esta posición, muy reclamada por los departamentos de recursos humanos, ISDI ha realizado un perfil robot. Debe diseñar, implementar y gestionar la estrategia de comunicación online, normalmente se requiere entre dos y cinco años de experiencia, con conocimientos de marketing, publicidad y periodismo, dominio avanzado de inglés y con una retribución en una amplia horquilla, que va desde los 18.000 a los 40.000 euros.
En el caso del responsable o estratega de redes sociales, entre sus funciones está crear un plan de social media y definir el mensaje que se quiere dar. Su experiencia debe ser mayor de cinco años, con estudios similares a los del community manager, y con una remuneración entre 35.000 y 60.000 euros.
En el campo del diseño, el contenido y la experiencia del usuario (navegación en la web), algunos nuevos especialistas serán los arquitectos de información, el diseñador de aplicaciones y web, el estratega de contenidos, el gerente de contenidos y el experto en la experiencia del usuario. En este sentido, la consultora Accenture, por ejemplo, realizó un movimiento estratégico adquiriendo la firma Fjord, hiperespecializada en este tipo de diseño y tendencias.
Otra nueva área se centrará en la publicidad digital, con gerentes para anuncios, en webs, formularios, afiliaciones, o marketing por correo electrónico, además de una nueva profesión denominada trafficker, que se encarga de gestionar el funcionamiento de las campañas online.
En lo relacionado con el negocio móvil, las empresas necesitarán buscar gerentes que se encarguen de esta división, desarrolladores, jefe de marketing, diseñadores, y personas que mejoren la visibilidad de las aplicaciones en las tiendas Apple Store o Play Store (este perfil se denomina ASO).
Por último, respecto al comercio electrónico, hacen falta directivos, responsables de compras, analistas funnel (palabra que significa embudo en inglés, que hace referencia a quien controla las fases por las que pasa un cliente hasta que realiza una compra) y responsables de promoción.
A la falta de estos profesionales se suma, según Pinedo, que las empresas deben salir a buscarlos al mercado laboral y, para eso, tienen que crear una marca como empleador atractivo, “ya que hay directivos que no quieren ir a determinadas compañías incluso con buenos salarios”. Parece que prima el modelo startup frente a las grandes. “Y cada vez es más difícil retenerles”, añade. El barómetro de ISDI también destaca que los headhunters (cazatalentos) tampoco están preparados para estas búsquedas porque difícilmente conocen estos nuevos puestos.
Las grandes organizaciones apuestan por el cambio de modelo productivo
España necesita reinventarse. Javier Santiso, profesor de Esade, habla de resetear el país en su último libro, España 3.0, publicado por Ediciones Deusto. La obra está repleta de datos que evidencian la necesidad de cambiar el modelo productivo de España, pero también el educativo o el de innovación. Un ejemplo: entre 2003 y 2011 las matriculaciones en ingeniería informática y de telecomunicaciones, dos de los estudios con más salidas laborales en la actualidad, cayeron un 11%.
Corea del Sur era en los años sesenta un país más agrícola y con peor renta per cápita que España. Hoy es una referencia por su alta densidad de multinacionales tecnológicas. “Solo Samsung invierte más en I+D que España”, dijo el economista durante la conferencia de apertura de Start Up Spain. Algo hizo mal España (o no todo lo bien que se puede esperar) si, partiendo de un origen similar, Seúl llegó mucho más lejos que Madrid.
“Es imprescindible reformar en profundidad el sistema educativo”, apuntó durante esa jornada Josep Piqué, consejero delegado de OHL y exministro de Ciencia y Tecnología. En su opinión, el sólido sistema sanitario español contrasta con el educativo. “La diferencia es que el primero suscitó el consenso desde la Transición”, mientras que en el segundo, “cada Gobierno, incluso cada ministro del mismo Ejecutivo”, aplicaba su propio modelo.
El consejero delegado de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, tiene claro que el internet de las cosas dominará las próximas décadas. “En los próximos cinco o seis años llegaremos a tener más de 50.000 millones de sensores de todos los tipos. Microondas, coches, casas..., todo va a estar conectado”, vaticinó. Sería del interés de cualquier país especializarse en las tecnologías que posibilitarán esta revolución, que todavía se está cocinando. “La inversión de un euro en nuevas tecnologías tiene un efecto multiplicador del 1,3 en la economía. Se sabe poco de qué tecnologías o productos van a triunfar en el internet industrial [así se llama a la interconexión de maquinaria y electrodomésticos con sensores y software]. Las reglas están por escribir, y nosotros queremos estar ahí”, aseguró el ejecutivo.
Aunque no todo son malas noticias respecto a la reformulación de España. Lo sabe bien el emprendedor Marek Fodor. En 2000, con la burbuja de las puntocom recién estallada, fundó junto a unos socios Atrápalo. “El proceso de búsqueda de financiación fue tan traumático para nosotros que finalmente empezamos la empresa con nuestros propios fondos”, recordó en la mesa redonda de Start Up Spain. Con Kantox, en cambio, empresa que arrancó el año pasado, “levantamos siete millones de euros sin demasiadas complicaciones”. De ahí que Fodor se muestre optimista respecto a las posibilidades de que disponen hoy en día los emprendedores.
Conjugar la innovación con las oportunidades de las pymes es fundamental para que el país prospere, opina Álvarez-Pallete. “Hay que hacer todo lo posible para que los pequeños negocios puedan innovar”, sentenció.
Fodor, por su parte, está convencido de que para cambiar las cosas hay que actuar desde el nivel micro. “Cambiar la educación puede pasar por ponerle a tus hijos el DVD de dibujos en inglés”, ilustró el presidente de Kantox. “Se le puede pedir a las instituciones públicas que aumenten el nivel de transparencia de la banca. O también se puede crear un portal de compra y venta de divisas abierto al escrutinio público, como hemos hecho nosotros”.