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Ana Botella, alcaldesa de Madrid

“Podemos bajar los impuestos un 20%; han subido una barbaridad”

"Madrid obtenía el 11% de sus ingresos de la venta de solares en el boom inmobiliario y de eso se pasó a cero. No se vendía nada". "Todas las administraciones públicas cometimos errores. Pensamos que ingresos que eran coyunturales iban a ser estructurales".

Cuando el próximo mes de junio Ana Botella (Madrid, 1953) abandone la Alcaldía de Madrid, habrán transcurrido 12 años desde que llegó al Consistorio, tres y medio como primera regidora, una etapa que define como apasionante y en la que admite que le ha tocado vivir “casi de todo”. Se arrepiente de muchas decisiones, reconoce sincera, pero no de haber renunciado a concurrir a las próximas elecciones locales del 24 de mayo como cartel electoral del PP. En su haber, eso sí, dice sentirse razonablemente orgullosa de haberle dado la vuelta a las cuentas municipales. Tanto han mejorado las finanzas de la capital, que acaba de anunciar que en 2016 el IBI podría bajar un 20% en términos globales después de reconocer que sí, que los impuestos a los madrileños han subido en la última década “una barbaridad”.

Pregunta. Acaba de presentar el avance de liquidación del presupuesto de 2014 y en él se certifica que el Ayuntamiento ha pasado de estar al borde de la quiebra y no pagar a sus proveedores en plazo a tener superávit presupuestario y cumplir con la Ley de Morosidad. ¿Cómo es posible este cambio, teniendo en acuenta que el anterior equipo también era del PP? ¿Tan mal se presupuestaba antes o Madrid también sucumbió a la locura por el gasto público y las inversiones?

Respuesta. Hay varios aspectos diferentes a tener en cuenta. Entre el año 2003 y el año 2011, en el que yo tomo posesión como alcaldesa, es verdad que se hace una transformación urbana de la ciudad de Madrid muy importante. El grueso fue el soterramiento de la M-30 que supone un coste muy elevado y a la vez que se realiza esa obra tan importante, se hacen multitud de dotaciones. Eso coincide con la etapa de mayor auge económico. Pero también es verdad que se pierden 1.600 millones de ingresos y esa es una cantidad que para un presupuesto, en su momento más alto de 6.300 millones, es mucho dinero. Cuando llego aquí, aunque conocía las cuentas del Ayuntamiento, puesto que antes llevaba todos los servicios esenciales de la ciudad, no tengo el detalle, pero sé que no era una situación que pudiera sostenerse en el tiempo.

Por eso, nada más llegar decreto un acuerdo de no disposición, y luego dos más. Y justo en ese momento, en el que se produce el cambio en el Gobierno central es cuando se empieza a conocer también cuál es el déficit del Estado; unos meses en los que lo que está en duda, además de la permanencia de España en el euro, es la propia continuidad del euro. Yo, en ese momento, soy consciente de que además de la situación propia del Ayuntamiento, hay que hacer un ayuntamiento sostenible y que sea prestador de los servicios básicos; creo que hay que contribuir a los objetivos generales del país.

P. ¿Este es el modelo presupuestario que a su juicio debería implantarse para los próximos años, o Madrid tiene que seguir dando saltos arquitectónicos, tecnológicos, de servicios, con un presupuesto más expansivo?

R. Por un lado, hay una regla que yo creo que es básica: los ingresos corrientes tienen que cubrir los gastos corrientes. Eso no quiere decir que no haya que dar saltos cada equis tiempo para ir adaptando la ciudad a las necesidades que se van produciendo y llevar a cabo las mejoras que redundan en beneficio de la ciudad. Esto es como una familia: te puedes endeudar para comprar una casa, pero lo que no puede ser es endeudarse para pagar todos los meses la luz, el teléfono o la alimentación.

Esta ciudad, ya con Manzano, aunque no tenía deuda, cerró con déficit presupuestario, lo cual quiere decir que ya tenía un déficit estructural por el que los ingresos no cubrían los gastos. Por eso, mi intención cuando llegué aquí fue reducir la deuda, al tiempo que se adaptaban los gastos a los ingresos. Cuando tú haces eso, trabajas para los que vendrán después. Yo creo que Madrid se puede permitir estar un cierto tiempo sin grandes obras, pero en el futuro habrá que volver a hacer grandes transformaciones; pero antes habrá que haber bajado la deuda. Y todo ello sin olvidar que lo que hagas, después habrá que mantenerlo. Standard & Poors acaba de decir que éramos la Administración que ha realizado una gestión más eficaz y racional. El cambio más importante ha sido pasar a presupuestar con criterios de caja, con el fin de no gastar lo que no tienes.

P. ¿Defiende que todo lo que se hizo debía realizarse o se podían haber suprimido algunas obras?

R. A toro pasado, es muy fácil hacer críticas, todos nos las hemos planteado. Todos cometimos un error: pensamos que aquellos ingresos que resultaron coyunturales, eran estructurales. En el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, en el momento más álgido del boom inmobiliario, un 11% de sus ingresos venían de la venta de solares y de eso se pasó a cero, no se vendía nada. ¿Alguien pensó que eso podía pasar? No.

P. Y para remediar esa situación, el Gobierno municipal decidió subir mucho los impuestos...

R. Mucho, mucho, una barbaridad. Se criticó mucho esa decisión, pero lo que ocurre es que si se compara la presión fiscal de todas las grandes ciudades, Madrid es de las más bajas. Además, según estudios independientes, por cada 100 euros de impuestos que paga un madrileño, solo ocho corresponden al Ayuntamiento; y además conviene comparar lo que se paga en cada sitio con los servicios que se reciben a cambio. La mayoría de la gente no lo percibe el pago del IRPF, porque se lo descuentan y, sin embargo, el IBI [Impuesto sobre Bienes Inmuebles], el principal impuesto de todos los ayuntamientos, se paga de una sola vez, pese a nuestro sistema que permite fraccionarlo ahorrando un 5%.

P. En ese sentido, ¿no cree que anunciar ahora rebajas de impuestos para 2016 cuando usted ya no estará aquí condiciona el programa de quien sea el candidato del PP a la alcaldía?

R. Claro, claro que lo condiciona. Nosotros tenemos que presentar en marzo un plan al Ministerio de Hacienda con las grandes líneas del presupuesto municipal para los dos próximos años y lo que hemos hecho es plantear ya este año rebajas de impuestos para devolver a los ciudadanos parte del esfuerzo realizado durante estos ejercicios pasados. Si hemos reducido el coste del funcionamiento del Ayuntamiento en unos 500 millones de euros, parecía lógico plantear esa reducción de impuestos.

P. ¿Dónde hay margen de rebajas?

R. Ya se ha suprimido la tasa de basuras y se ha congelado el 75% de los IBI este año y se ha disminuido el impuesto de vehículos, el de construcción (ICIO) y la plusvalía. Y para el año que viene planteamos una rebaja del 20% en el IBI porque hay margen para ello.

P. Y después del tercer ‘no’ a los Juegos Olímpicos para Madrid, ¿cómo se gestiona esa decisión?

R. Parecía que después de eso y Eurovegas, que eran los dos grandes proyectos de inversión no había nada y, sin embargo, en 2017, si Dios quiere, estará funcionando la Operación de Canalejas, en un sitio espléndido que estaba muy desaprovechado y que es una gran inversión, crucial para el turismo, que supone un 11% del PIB de la ciudad.

Además, se acaba de presentar, por ejemplo, la operación Castellana Norte, el posible desarrollo de Campamento o la Plaza España. Todo ello deja a Madrid en un momento en el que puede dar un salto grande, un momento en el que hay un mayor interés de los inversores extranjeros, que significa confianza en el futuro de la ciudad. En todos los ranking aparece como una de las ciudades preferidas para vivir, para invertir; el 60% de la inversión extranjera que llega a España viene aquí, a Madrid. Eso es importante y eso ocurre porque cuenta con unas buenas infraestructuras, unos excelentes servicios y un gran potencial cultural. Madrid está llamada a ser una de las grandes capitales del mundo y creo que, cuando acabe este periodo, el Ayuntamiento, que ha vuelto ya a invertir, podrá volver a poder hacer mayores inversiones como ciudad.

P. Sin embargo, hay expertos que dicen que la ciudad todavía tiene margen para crecer en materia de turismo, sobre todo en el gasto que realizan los turistas aquí.

R. Efectivamente, Madrid tiene un gran potencial en turismo. Hay que explotar la ciudad como destino de fin de semana y ahora vamos a hacer más cosas en ese sentido porque es cierto que no se había creado una marca. Por ello, hemos firmado el plan estratégico con la iniciativa privada y la creación de un ente encargado de mejorar la situación. El 52% del turismo que viene es nacional y luego tenemos determinadas fechas clave, como el puente de la Inmaculada. Lo que se trata es de no ser tan dependientes de los visitantes nacionales, que venga cuanta más gente mejor, de más destinos diferentes y que se incremente el gasto de esos turistas.

“No me dan vértigo las elecciones”

Al presentar el balance financiero de las cuentas del Consistorio, que de tener déficit y una deuda de casi 9.000 millones ha pasado a un superávit de más de 1.300 millones y un endeudamiento que a finales de 2015 será inferior a los 5.000 millones y preguntada por si no se arrepiente de haber renunciado a presentarse a las elecciones del 24 de mayo, Botella es tajante: “No me dan vértigo las elecciones. Yo ya tomé la decisión que anuncié en septiembre por distintos motivos y no hay marcha atrás”.

Al recordarle que puede que el candidato del PP a la Alcaldía aproveche ese legado para volver a prometer grandes inversiones, la primer edil lo descarta tajante. “Creo sinceramente que hemos aprendido la lección para rato y se pueden seguir haciendo muchas cosas sin cometer los errores del pasado”, añade. Y sobre quién podría ser el candidato a la alcaldía, asegura no tener la menor idea y opta por no decantarse por ninguno de los nombres que se han manejado hasta ahora (todos ellos de mujeres). Ni siquiera admite aquello de que las féminas suelen gestionar mejor las cuentas. “Yo creo que hay hombres que gestionan muy bien y mujeres también. A mí no me gustan esos estereotipos”, explica.

Asegura que hará campaña electoral si así se lo pide el partido porque cuando anunció en septiembre que no optaría a ser candidata se comprometió a seguir trabajando hasta el final. Por eso, continúa anunciando proyectos e inversiones como si restara más de media legislatura y trata de rebatir cualquier ataque a su gestión que considere injustificado. Sobre la acusación de que Madrid sigue siendo una ciudad sucia, replica: “Aquí se usa mucho más la calle que en otras ciudades y lo que no puede ser es pagar menos impuestos y tener todos los servicios que había antes, cuando éramos ricos. Y me gustaría recordar que Madrid es de las pocas ciudades del mundo donde se recoge la basura todos los días del año. Donde hemos disminuido es en gasto corriente y hemos mantenido el gasto en servicios sociales”, matiza.

“Creo que habrá que reformar la ley electoral”

P ¿Entiende el fenómeno Podemos?

R Entiendo la desafección hacia los que nos dedicamos a la cosa pública. Entiendo que la gente reclame una regeneración, lo que ocurre es que ésta debería realizarse desde dentro. Me tiene un poco impresionada lo de Podemos porque después de las lecciones de moralidad que nos ha dado este señor [Juan Carlos Monedero], resulta que ha tenido que presentar una complementaria. Tenemos que ser conscientes de que vivimos el momento de mayor incertidumbre política desde la Transición.

P ¿Cómo ve el próximo panorama electoral en el Ayuntamiento, donde es muy probable que el PP gane, pero no pueda gobernar?

R Sí, claro que puede ocurrir, porque aunque en las generales se ha respetado siempre que gobierne el más votado, no ha sido así en comunidades y ayuntamientos. Yo creo que habrá que reformar la ley electoral; acabará ocurriendo, como se acabarán imponiendo las listas abiertas y los mecanismos que otorguen más transparencia y pluralidad a los partidos.

P ¿No cree que parte del enfado de la población es por la tibia reacción de los partidos frente a la corrupción?

R Yo creo que hay muchos procesos abiertos y el PP y el Gobierno están colaborando en lo que se les requiere para que todo se esclarezca.

P ¿Ha quedado clara cuál fue la vinculación real de Francisco Nicolás [el pequeño Nicolás] con el ayuntamiento?

R Sí; al policía municipal que trasladó a este joven a Galicia fuera de su horario laboral se le ha abierto un expediente y fue separado del servicio.

P ¿Cuánto daño ha hecho este escándalo al empresariado y la forma de hacer negocios en España?

R Lo que ocurre es que se ha estado hablando demasiado de él. Quien tenga algo que denunciar, que vaya al juez, que es a donde hay que ir porque, de lo contrario, se convierte en mero espectáculo.

P ¿Qué siente ante los escándalos que afectan a Miguel Blesa o Rodrigo Rato?

R Hay procesos abiertos, veremos. Pero en la salida a Bolsa, había más gente: la CNMV, el Banco de España y no he oído hablar de casi nadie.

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