Juicio a la prueba pericial del caso Bankia
Semana clave para el caso Bankia. De la declaración de los inspectores del Banco de España que actuaron como peritos judiciales para el juez Fernando Andreu dependerá la credibilidad del demoledor informe en el que denunciaron un posible fraude en la salida a Bolsa de Bankia, donde se habrían cometido maquillaje contable y errores de bulto en la gestión.
Los aludidos, desde el expresidente Rodrigo Rato a la actual cúpula de la entidad, pasando por el FROB como accionista mayoritario de la matriz BFA, se juegan tener que devolver los 3.092 millones captados en el salto al parqué de la entidad o incluso penas de cárcel en algunos casos.
Sus defensas han analizado al detalle los cerca de 400 folios que suman los informes de Víctor Sánchez y Antonio Busquets, han encargado estudios económicos y jurídicos propios que rebaten parte de sus tesis y se preparan para cargar contra las contradicciones que se dan entre los análisis de uno y otro.
Aunque los argumentos de la defensa no invalidan todas las irregularidades detectadas por los peritos, demostrar la flaqueza de algunos de sus razonamientos podría torpedear la línea de flotación del informe hundiendo la credibilidad general de sus conclusiones. Los abogados buscan así forzar un nuevo informe, esperando que sea menos lesivo para sus representados. Estas son las principales críticas que, según fuentes cercanas, esgrimirán:
Versiones contrapuestas
Uno de los argumentos clave que se manejarán, según fuentes cercanas al proceso, es que, pese a que comparten buena parte de sus conclusiones, los dos peritos judiciales ni siquiera coinciden plenamente en su dictamen sobre el supuesto agujero contable que se habría ocultado en la entidad. Teniendo en cuenta los ajustes que exige cada uno sobre la reformulación de las cuentas de la entidad en 2010 y 2011, la factura difiere hasta en 5.133 millones de euros. No obstante, esta gran diferencia radica fundamentalmente en que Sánchez realiza estimaciones concretas sobre determinados ajustes que Busquets no cuantifica, “aparentemente porque entiende, a diferencia del otro perito, que no existe información para hacerlo”, asumen fuentes cercanas al proceso. Aunque no es habitual, en algunos casos los dos expertos tampoco parecen de acuerdo a la hora de señalar el momento en que dichos ajustes deberían haberse contabilizado o llegan a ofrecer impactos diferentes para un mismo concepto.
La provisión genérica
Al valorar la situación de las siete cajas de las que nació Bankia, la matriz BFA realizó saneamientos de activos por importe superior a 9.200 millones de euros, parte de las cuáles quedaron sin asignar y disponibles para pérdidas futuras. Una parte se traspasó a Bankia en 2011. “Incluso en el caso de que los deterioros que indican los peritos hubiesen existido realmente, en ningún caso hubiesen afectado ni a los resultados ni al patrimonio” de las entidades, señalan en la defensa, apuntando que estas provisiones hubieran cubierto el agujero. Las partes también critican que el informe de Sánchez sí contabilizara la provisión genérica de Banco de Valencia al valorar su situación, pero que ambos las ignoraran en el caso de Bankia.
Informes del supervisor
De la misma forma, estas fuentes critican que los inspectores tuvieran en cuenta las actas de inspección del Banco de España referentes a Banco de Valencia pero no las de las cuatro principales cajas que conformaron Bankia (Caja Madrid, Bancaja, Caja Ávila y Caja Insular de Canarias). Los inspectores exigieron en ellas la reclasificación como subestándar de 6.852 millones en créditos y como dudosos otros 3.118 millones. También contabilizaron deterioros de 1.636 millones sobre inversiones crediticias, de 573 millones sobre participadas y de 233 millones sobre adjudicados. Dotaciones que fueron contabilizadas a 31 de diciembre de 2010, “no existiendo ningún déficit de provisiones a dicha fecha de acuerdo a los criterios del Banco de España”.
Diferenciar Bankia de BFA
“Los problemas de BFA no fueron la causa de los problemas de Bankia ni provocaron, en ningún caso, pérdidas a los accionistas de Bankia” como sostienen los peritos, señalan las mismas fuentes, argumentando que la matriz participa en el capital del banco, pero no al revés. Prueba de ello, se apunta, es que la CNMV no obligó a Bankia a incluir información sobre BFA en el folleto de su salida a Bolsa. En cuanto a la dependencia financiera que sí había, se argumenta que había deuda pública como garantía que hubiera cubierto cualquier traspiés en BFA. También se da como ejemplo que la rebaja del precio de la acción de Bankia de 2 a 0,01 euros aprobada por el FROB estuvo motivada por la valoración de tres expertos independientes de que el banco tenía un valor negativo de 4.148 millones, y no en los problemas de BFA.
Comparación con el sector
Ante las críticas de los peritos por los criterios de riesgo aplicados a las grandes empresas deudoras, el entorno de los acusados sostiene que siendo las mismas compañías a las que prestaban financiación otras entidades, Bankia fue “incluso más prudente” en la concesión.
Proyecciones estadísticas
Otra de las objeciones que la defensa de los acusados presenta ante el análisis de los peritos es que estos habrían realizado extrapolaciones estadísticas sin tomar muestras suficientes. Así, los peritos criticaron que el equipo presidido por José Ignacio Goirigolzarri reclasificara como subestándar 4.500 millones en créditos que debieron etiquetarse directamente como dudosos. Los abogados defensores aducen que Sánchez realiza estas afirmaciones habiendo analizado a 25 deudores y Busquests a 238, lo que no llega a suponer ni un 1% de los 8.500 acreditados afectados. Estas mismas voces critican que los expertos no hayan analizado “individualmente” todos los inmuebles adjudicados antes de estimar el ajuste de valor que sugieren que se debió aplicar o que Busquets base parte de sus conclusiones en la información de la auditora Deloitte cuando él mismo la califica de insuficiente. Paradójicamente, se llega a argumentar que el cálculo de depreciación lineal del 25% trimestral en los estados financieros de Bankia del que parten los peritos es falso porque el ajuste real fue mucho mayor en la segunda mitad de 2011.
Errores técnicos
Entre los errores técnicos que se achacan a los peritos está el que realizaran exigencias de ajustes o cálculos contables que no casan con la normativa vigente en el momento de los hechos. También se les acusan de basarse en información actual con la que la entidad no contaba en la fecha que se investiga o de imputar un mismo ajuste en varios ejercicios.
Omisiones
Desde el entorno de los representantes de los acusados, finalmente, denuncian que los peritos no mencionan en sus informes que las cuentas analizadas contaron, por regla general, con el visto bueno de Banco de España, CNMV o de las grandes firmas auditoras.
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