Siemens logra que los centros de datos se autoabastezcan energéticamente
Los centros de datos –impulsados por el crecimiento en el uso de internet– sufren una escalada de costes energéticos muy importante. Actualmente, estos centros representan ya el 2% del consumo global de energía, lo que ha activado la alarma medioambiental, y se prevé que sus emisiones de carbono superen en 2020 a las de toda la industria aérea. Ante esta situación, Siemens se ha puesto manos a la obra y, junto a Microsoft y FuelCell Energy, ha desarrollado un sistema de gestión de energía, diseñado especialmente para estos centros de datos, que permite su autoabastecimiento.
“Se trata de una solución 100% sostenible y que garantiza la estabilidad de la red eléctrica, al tiempo que evita pérdidas de información”, explican a CincoDías fuentes de la multinacional alemana. La compañía asegura que, de este modo, un nuevo centro de datos ya es capaz de generar energía para sus propios servidores, transformando en electricidad el biogás de una planta de tratamiento de aguas residuales. La solución de Siemens controla y monitoriza esta infraestructura, y gestiona la energía para que los servidores cuenten con un suministro constante en todo momento. “Gracias a este sistema inteligente, incluso instalaciones críticas como los centros de datos, pueden funcionar de forma fiable mediante fuentes de energía alternativas”, defienden.
Siemens ya comercializa la solución, pero además cuenta con un proyecto piloto en un centro ubicado en la ciudad de Cheyenne, en el Estado norteamericano de Wyoming, donde pueden verse los resultados. La instalación cuenta con 200 servidores y está conectada al Centro de Supercomputación de la universidad del Estado.
Para producir la energía necesaria que abastezca al centro de datos, se utiliza metano que comienza como biogás en los tanques de la planta de tratamiento de aguas residuales. El metano es conducido al centro de datos donde, una pila de combustible de 300 kW, convierte el gas en electricidad mediante un proceso electroquímico (y por tanto, sin combustión). El centro de datos destina 100 kW de los 250 kW de la electricidad producida para su propio uso. La planta de tratamiento de aguas residuales utiliza el resto, por lo que así se reducen sus propios costes energéticos.
Elemento esencial para la economía digital
Los centros de datos son un elemento esencial para la actual sociedad digital y para la pujante economía de los datos. Ciertamente, estos centros albergan información altamente sensible para las empresas, pero también consumen cantidades ingentes de energía al funcionar 24 horas al día 365 días al año y en condiciones muy concretas de temperatura y humedad. “De ahí”, explica Siemens, “que resulten contaminantes y costosos para las compañías, y que la reducción de su demanda energética y emisiones de CO2 se haya convertido en un tema crucial”.
Según el estudio Smart 2020 de Boston Consulting Group, las emisiones de CO2 producidas por estos centros supondrán dentro de ocho años el 3% del total de emisiones del mundo, mientras que la capacidad de los servidores se multiplicará por seis y los volúmenes de almacenamiento por 70.
Suministro constante
Desde Siemens explican que un suministro constante de energía a los servidores “es fundamental” para eliminar el riesgo de pérdida de datos. Yañaden que “para ello, el abastecimiento de electricidad debe cumplir los estándares de calidad más altos, ya que cualquier subida o caída de voltaje, aunque esta solo se de durante unos milisegundos, pueden generar un fallo del sistema”. Para mantener este nivel de fiabilidad, la compañía detalla que la última versión de su software para la gestión de la infraestructura de los centros de datos (Datacenter Clarity LC) monitoriza el suministro de biogás y de la electricidad producida. Asimismo, el sistema publica alertas tempranas a los operadores del centro de datos si surgen problemas con la calidad de la energía o si el consumo de energía previsto pudiera exceder la cantidad generada.
Siemens aclara que su solución se basa en uno de los software estrella de la compañía, el PLM (Product Lifecycle Management) que, con una trayectoria de dos décadas, está presente en entorno críticos de todo el mundo (se han vendido más de nueve millones de licencias) y es usado por la NASA para el diseño y ensamblaje virtual del explorador Curiosity que estudia el planeta Marte.
La tecnología de Siemens ya está siendo instalada en algunos centros de datos, como el ubicado en la ciudad italiana de Ferrera Erbognone. “Su implementación ha hecho que se convierta en el más eficiente que existe desde el punto de vista energético, con una disponibilidad del 99,995% según la clasificación Tier IV”, dice la compañía, que apunta que para determinar la inversión necesaria para instalar la solución y calcular qué ahorros se lograrán “hace falta hacer un estudio de la situación de cada centro”.