Cuando saber inglés ya no es suficiente
La continuada destrucción de empleo y la lenta recuperación de los niveles de ocupación previos a la crisis han intensificado la emigración de los españoles durante los últimos años. Si en 2008 había 33.505 personas de nacionalidad española que salieron del país, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2013 la cifra era de más del doble: 73.529.
Desde 2008 no ha habido ningún año en que no haya aumentado la emigración, y 2014 tampoco será una excepción, pues solo en el primer semestre habían salido 42.685 personas, un 15,5% más que en el mismo periodo del año anterior. El saldo migratorio fue negativo durante los primeros seis meses del año, en 24.735 personas. Desde 2008, este saldo migratorio entre españoles siempre ha sido negativo.
El dominio de al menos un idioma, por lo general el inglés, es básico para encontrar un puesto de trabajo en el extranjero, sobre todo teniendo en cuenta los principales destinos de los emigrantes españoles: Reino Unido, Francia, Alemania y EE UU. Ecuador es el tercer destino, pero el INE explica que se trata sobre todo de personas no nacidas en España que retornan a su país de origen.
Sin embargo, desenvolverse en un solo idioma foráneo tampoco es una garantía para acceder a un empleo de alta cualificación fuera de nuestras fronteras.
De acuerdo con un informe de Randstad, el 58% de las ofertas dirigidas a recién licenciados tiene entre sus requisitos indispensables saber al menos dos lenguas extranjeras, un porcentaje que se eleva al 65% para puestos ejecutivos intermedios y a un 100% para la alta dirección. Algo que contrasta con el hecho de que solo el 51% de los españoles reconoce dominar al menos una lengua extranjera.
Para perfiles cualificados en los sectores de finanzas, abogacía, ventas, marketing y carreras técnicas, que resultan ser los que exigen con una mayor firmeza el conocimiento de idiomas, el inglés y el alemán son considerados básicos, mientras que para salud, además de estas dos lenguas, el francés tiene también un importante peso adicional.
Pero la demanda de idiomas no se quedará ahí en el futuro cercano. El mercado, cada vez más global, exige el conocimiento de lenguas que hasta hace poco pasaban desapercibidas a la hora de estudiar idiomas. El estudio de Randstad revela que saber chino, japonés, árabe o ruso puede resultar un factor decisivo a la hora de ser contratado.
La emigración, más entre jóvenes
La emigración es especialmente acusada entre los españoles de edades comprendidas entre los 25 y los 34 años, algo que viene a demostrar que los jóvenes han perdido el miedo a emigrar, en la mayoría de los casos, para acceder a un puesto de trabajo. Un informe de Vodafone publicado en noviembre ya decía que el 60% de los jóvenes consideraba la emigración como la manera más eficaz de encontrar un empleo, y el Real Instituto Elcano trazaba en uno de sus barómetros el perfil de quien se plantea seriamente emigrar: joven, con estudios universitarios y que continúa estudiando.