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Columna
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El tibio proyecto de reforma de Francia

En la mayoría de los países occidentales, una huelga de abogados solo daría material para algunos chistes. En Francia, es una señal de que el gobierno debe estar haciendo algo bien –desafiando a un grupo de interés–.

El ministro de Economía galo, Emmanuel Macron, está haciendo presión para que se produzca una desregulación parcial de algunos servicios. Su objetivo declarado es “quitar los candados” que restringen la economía francesa. Seguirá habiendo muchos bloqueos una vez aprobado su proyecto de ley –incluso si no lo modera un Parlamento hostil–.

Macron también está intentando convencer a los socios de Francia de la zona euro de que habla en serio sobre las denominadas reformas estructurales. Tendrá éxito principalmente en mostrarles lo difícil que es su trabajo con un gabinete pusilánime.

El proyecto de Macron solo tendrá un impacto limitado en el mayor problema económico galo, el desempleo

El proyecto de ley Macron solo tendrá un impacto limitado en el problema económico más grave de Francia –el elevado y creciente desempleo de larga duración–. Solo aumentará marginalmente el crecimiento del PIB. Permitir a las tiendas, aunque solo a algunas de ellas, abrir 12 domingos al año en lugar de los cinco actuales, o reducir parte de la burocracia en la edificación y la construcción, son reformas loables. Como lo son los intentos de reducir los precios de los servicios jurídicos, o las medidas para resolver más rápido los conflictos relacionados con los despidos.

Que tales reformas modestas puedan levantar la ira del ala izquierda de los socialistas franceses, incluyendo a algunos ministros, es un signo de la tirante política francesa. Macron, un ex banquero, ha sido siempre visto con recelo por parte del partido.

Macron pretende ofrecer reformas serias y sus adversarios tienen la intención de tomarlo en serio. No es probable que es estancado y perverso diálogo engañe a los socios de Francia –la todopoderosa Alemania– o haga mucho para sacar al país galo de su larga depresión económica.

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