La reformulación de las cuentas con Goirigolzarri no reflejan la “imagen fiel” de Bankia

El presidente de Bankia, Jose Ignacio Goirigolzarri.EFE

Demoledor. La gestión del actual equipo de Bankia, encabezados por su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, tampoco sale indemne del informe llevado a cabo por los dos peritos procedentes del Banco de España. Las cuentas de Bankia y su matriz BFA del año 2011, el último completo de Rodrigo Rato en la presidencia del grupo, así como las reformuladas por su sucesor, José Ignacio Goirigolzarri, no reflejaban “la imagen fiel de estas entidades”, señala textualmente el informe. Y añade que estos errores son "debido a la existencia de ajustes de importancia materiao no contabilizados".

Asegura que “el nuevo equipo gestor no ha detallado ni ha explicado de forma técnica suficiente como llega a fijar como criterio numérico de cobertura adicional media del 16% para el sector promotor, y no otras posibles coberturas”.

Los expertos consideran que las cuentas reformuladas por Goirigolzarri, ven “incorrecto el ajuste de los activos fiscales de BFA, 2.744 millones” así como los deterioros contabilizados, en concreto los referidos a saneamientos por 20.807 millones descontados 3.100 millones atribuibles al traspaso de activos al banco malo, Sareb.

El informe también señala que el ajuste sobre determinadas carteras y riesgos de promoción y construcción inmobiliaria, deberían estas contabilizados como dudosos por morosidad y por razones distintas de morosidad y una provisión mínima del 25%, y no como riesgos subestandar con provisiones del 16%, 15% y 5% para segmento promotor, no promotor y riesgos minoristas. De esta forma, afirma que aplicando sobre el saldo reclasificado de normal a subestandar entregado en mayo de este año, 13.244 millones de euros, el 9% como diferencia entre el 25% que debería dotar y el 16% dotados, se obtiene una cifra de 1.192 millones de euros, que debería haber reducido la cifra de pérdidas y ganancias de Bankia.

Los peritos añaden que tras la reformulación de las cuentas de diciembre de 2011 el 28 de mayo de 2012 (cuando ya había salido Rato y Goirigolzarri había sido nombrado por el Gobierno), existían “pérdidas no registradas por importe aproximado de 900 millones”, al tiempo que “se incluían indebidamente 1.151 millones en el neto patrimonial como intereses minoritarios”. Estas dos anomalías se produjeron como consecuencias de “los contratos realizados con accionistas minoritarios de Bancaja Inversiones”.

Además, apuntan que el ajuste de los activos fiscales del BFA puede considerarse “incorrecto” porque “a fecha de la reformulación era evidente la recuperabilidad de al menos 1.428 millones”.