Más oposición será un lastre para Draghi
El Banco Central Europeo está a punto de convertirse en un banco central normal. Una minoría significativa del consejo de gobierno de la autoridad monetaria de la zona euro quiere dar rienda suelta a su frustración con las políticas y el estilo de Mario Draghi, según ha revelado Reuters. A partir de ahora, el presidente del BCE, tendrá que lidiar con una oposición menos leal y menos tranquila.
Los opositores de Draghi ahora parecen dispuestos a actuar como un grupo organizado. Los vagos planes del BCE de publicar las actas de sus deliberaciones serán pronto irrelevantes si los debates internos se hacen al menos semipúblicos, como pasa en el Banco de Inglaterra y en la Reserva Federal de Estados Unidos.
Los miembros frustrados del consejo de gobierno (formado por los 18 gobernadores de los bancos centrales y los seis miembros del consejo ejecutivo del banco) están llamando la atención a Draghi por exceder su mandato y por su estilo personal de gestión, informa Reuters.
Las disputas sobre el estilo del presidente del BCE restringirán su libertad de hablar libremente
La verdadera fuente de la discordia son, por supuesto, la política y los programas de compra de activos controvertidos a favor de los que Draghi presionó –y que fueron aprobados por el Consejo–. Las disputas sobre el estilo del presidente del BCE restringirán su libertad de hablar libremente –o de improvisar en sus discursos preparados, como hizo el verano pasado en Estados Unidos, cuando prometió una lucha sin cuartel contra la baja inflación de la zona euro–.
Draghi todavía puede contar con una sólida mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno. Siete de ellos parecen firmemente opuestos a las políticas actuales del BCE, y tres dudan. La mayoría de 14 incluye a los bancos centrales de Francia, Italia y España –tres de las cuatro mayores economías de la zona euro–.
El presidente del BCE no es un defensor solitario contra el estancamiento, pese a los intentos de sus oponentes de colgarle un peso alrededor del cuello. Pero tendrá que ser más cuidadoso si quiere ampliar el alcance y la escala de los programas de compra de activos.