Turbulencias bursátiles por el miedo a otra recesión en Europa
Como quien sufre una pesadilla recurrente, los inversores vuelven a padecer con creciente intensidad estos días un terror que creían superado: el miedo a una tercera recesión económica en la zona euro. Durante la primera parte del año, la creencia generalizada en el mercado era que la región avanzaba en una lenta pero progresiva recuperación que le permitiría dejar atrás los peores momentos de la crisis. Sin embargo, los tozudos datos macroeconómicos se empeñan en contradecir esta visión en los últimos meses y dibujan un panorama de baja inflación, frágil crecimiento y riesgos a la baja. Esta semana, en que el Ibex ha marcado nuevo mínimo anual, el miedo ha recorrido los mercados, aunque en la sesión del viernes se recuperó parte del terreno perdido.
Frenazo económico en la zona euro
El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó la semana pasada del debilitamiento de la economía europea. El organismo presidido por Christine Lagarde da un 30% de posibilidades de que la zona euro entre en deflación el próximo año y un 40% de que entre en recesión por tercera vez en los últimos cinco años. Este miedo, refrendado por cada dato macroeconómico publicado últimamente en la UE, paraliza a las Bolsas.
Los expertos de BNP Paribas explican que los mercados financieros están cada vez más preocupados por las perspectivas globales de crecimiento. “En ningún lugar estos temores son tan acusados como en Europa, donde los inversores siguen cautos por el riesgo de deflación en un marco de débiles cifras macroeconómicas y pocas señales de una fuerte política de estímulos, ya sean fiscales o monetarios”, afirman desde la firma francesa.
Esta semana, la ración de malas noticias y negros augurios se ha servido en Alemania, que representa el 45% del PIB de la zona euro. El Ministerio de Finanzas de aquel país rebajó las previsiones de crecimiento de la primera economía europea para este año y el siguiente. El Gobierno germano prevé crecer un 1,2% en 2014, seis décimas menos que en su anterior previsión, y un 1,3% el próximo ejercicio, siete décimas por debajo de su estimación previa. Italia está en recesión técnica con Francia, segunda economía europea, estancada. “Europa estaba subida a una recuperación aún débil y ahora el mercado se cuestiona si será sostenible”, resume Gemma Hurtado, cogestora del fondo Mirabaud Equities Spain. Pese a ello, la mayoría de los expertos consultados no manejan como escenario central una tercera recesión en la región.
Dependencia del BCE
Este gris panorama económico llevó al Banco Central Europeo (BCE) a adoptar en junio y en septiembre nuevas medidas de estímulo como las barras de liquidez para la banca condicionada a la concesión de créditos (TLTRO, por sus siglas en inglés) o la compra de deuda privada. En el aire queda la posibilidad de que el BCE compre deuda pública en el futuro.
Pese a que Mario Draghi, presidente de la institución, ha afirmado que el Consejo de Gobierno del organismo central es unánime en la determinación de adoptar nuevas medidas no convencionales de política monetaria para apoyar la recuperación, lo cierto es que el presidente del Bundesbank,Jens Weidmann, no deja pasar la ocasión para criticar la compra de deuda privada del BCE y para mostrar su oposición a la hipotética compra de bonos soberanos.
Hasta hace poco, el efecto negativo sobre los mercados de cada mal dato en la zona euro era paliado por la posibilidad de que el banco central se vería obligado a tomar nuevas medidas de estímulo.Pero en este punto, los inversores empiezan a dudar del margen de acción del BCE, en especial por la oposición clara de Alemania a nuevos estímulos.
Aun así, la posibilidad de que el organismo central compre deuda pública sigue encima de la mesa. Bank of America Merril Lynch cree ahora que un programa de compra de deuda pública en Europa es “inevitable” en 2015 en su escenario base: un crecimiento menor de lo esperado (0,7% en 2014 y 1,1% en 2015) y una inflación a la baja (0,5% y 0,9%, respectivamente). Nomura le da un 45% de posibilidades a que se apruebe en la zona euro un programa al estilo del QE (Quantitative Easing) de la Reserva Federal de EEUU el próximo año. Tomás García–Purriños, de Morabanc Asset Management, cree que “los datos macro no se han deteriorado tanto como para que Europa entre en otra recesión, pero sí lo suficiente como para que el BCE sea más agresivo de lo que había anunciado”.
Falta de reformas y choques políticos
Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversiones de Carmignac Gestión, añade otra derivada inquietante del momento por el que pasa la economía europea al afirmar que “los anémicos niveles de inflación, que según confiesa el propio Mario Draghi, van camino de estancarse a medio plazo, y los datos de crecimiento plantean un problema para las perspectivas de los países lastrados por una cuantiosa deuda pública y una competitividad insuficiente”. Francia e Italia centran los temores por su falta de reformas y porque podrían incumplir este año sus objetivos de déficit.
Si algún mensaje ha repetido insistentemente Mario Draghi en los últimos meses es que el banco central no puede por sí solo desatascar a la economía europea. En este punto entra otro factor de conflicto, el choque de los países comoFrancia oItalia que piden impulsar el gasto público en aquellos Estados que pueden hacerlo (en alusión a Alemania) y los que se muestran inflexibles sobre la austeridad fiscal (la propia Alemania). José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi para España, destaca que “el debate político sobre la integración fiscal y los mensajes opuestos sobre la relación entre ajustes, austeridad y crecimiento generan incertidumbre”.
Batalla comercial con Rusia por Ucrania
Banca March indica en su último informe que la guerra comercial entre la UE y Rusia por el conflicto en Ucrania sigue lastrando a los mercados.“La eurozona, especialmente Alemania, está viéndose privada de un mercado importante”, recuerdan. BNP Paribas cree que estas sanciones cruzadas pueden cortar en seis décimas el crecimiento europeo en 2014.
Grecia vuelve a inquietar
La incertidumbre política en Grecia ha sido esta semana el remate para dosparar el nerviosismo en los mercados. Los inversores temen que el país heleno salga del programa de rescate, que finaliza el próximo año, sin pedir ayudas añadidas por razones electorales, para frenar el avance del partido Syriza en los sondeos. El fantasma de la recaída de 2012 recorre los parqués y como entonces, auque e mucho menor grado,las dudas sobre el país heleno han desencadenado un efecto dominó en los mercados.Desplome de las Bolsas europeas, en especial de las periféricas, y repunte notable de las primas de riesgo porque los inversores se refugiaron en activos seguros como el bono alemán con vencimiento a una década. La prima de riesgo española llegó a tocar los 160 puntos básicos, pero cierra la semana en los 131.La rentabilidad del bono griego a diez años se ha disparado hasta el 8%, lejos del 5,5% al que cayó en septiembre.De momento, el contagio sobre el resto de la periferia europea se ha contenido.
Más volatilidad pero sin cambio de ciclo
Aunque en algunos momentos de esta semana los mercados han dado síntomas de pánico, los expertos creen que solo asistimos a una corrección severa y no a un cambio de tendencia. Russ Koesterich, responsable de estrategias de inversión para BlackRock y responsable Global de Inversiones para iShares, explica que “es probable que el crecimiento global permanezca por debajo de sus medias históricas, pero no se está colapsando. Es una distinción importante porque los inversores deberían prepararse para un entorno de lento crecimiento, no para otra recesión”.
Hasta el momento, esa parece la tesis más extendida. Nada de cambio de ciclo.Así lo cree ManuelArroyo, director de estrategia de JPMorganAsset Management, quien sostiene que “las últimas caídas responden a factores técnicos. Estar dos años seguidos subiendo sin una corrección (caída de al menos el 10%) es algo que ha pasado solo tres veces en 50 años, por lo que es normal que se corrija, pero seguimos apostando por la renta variable y no esperamos una recesión en la zona euro”.
Más allá del frenazo económico en la región, otros factores que pueden obstaculizar el avance de los mercados son el temor a un alza de tipos antes de lo esperado enEstados Unidos o la evolución de la crisis del ébola.