El Ecofin reactiva la inversión ante el recorte del crecimiento alemán
Con Alemania al borde de la recesión y Francia estancada, la UE busca vías de recuperación
Los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) se han olvidado de las recetas de austeridad y este martes apostaron por recuperar la inversión pública y privada como camino hacia el crecimiento. El giro coincidió con el empeoramiento de las previsiones de crecimiento de Alemania y una caída pronunciada del índice de confianza en ese país.
Las palabras inversión, proyectos y crecimiento se apoderaron ayer de la reunión mensual de los ministros de Economía y Finanzas de la UE, desplazando, quizá de manera definitiva, el tridente de ajustes, recortes y autodeflación esgrimido hasta ahora por el Ecofin como única receta contra la crisis.
De repente, con Alemania al borde de la recesión y Francia estancada, la UE parece buscar otras vías de recuperación para un club que se ha convertido en la única zona del planeta que sigue anclada con parecidos problemas a los de 2008, primer año de la crisis.
El giro del Ecofin coincidió con la drástica revisión a la baja de las previsiones de crecimiento anunciadas por Berlín. Según los nuevos datos, la economía alemana crecerá este año el 1,2%, frente al 1,8% previsto hasta ahora. Y en 2015 se quedará en el 1,3%, lejos del 2% esperado. Unos datos que hacen impensable que Alemania pueda ejercer de locomotora de la zona euro y que podrían obligar al resto de socios de la zona euro, muy vinculados a la economía alemana, a revisar también a la baja sus previsiones.
Las malas perspectivas se reflejaron ayer mismo, con la publicación del ZEW, el índice alemán de confianza económica que continuó con su caída ininterrumpida desde enero de 2014 y arrojó su peor resultado desde finales de 2012.
Infraestructuras
El eje de la nueva estrategia, según el acuerdo alcanzado por el Ecofin, pasará por “mejorar las condiciones de la inversión pública y privada (...) para aumentar el potencial de crecimiento y demanda”. El Ecofin también dio “la bienvenida al plan de inversión [de 300.000 millones de euros] anunciado por el presidente electo de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker”. Y como se acordó en septiembre, un grupo de trabajo formado por la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ya está trillando los proyectos de infraestructuras que podrían beneficiarse del nuevo impulso. Las conclusiones llegarán a finales de año.
Pero Alemania y Francia ni siquiera van a esperar a entonces y el próximo lunes, 20 de octubre, celebrarán en Berlín una cumbre económica a nivel ministerial para consensuar un plan de inversiones y reformas.
“La inversión no puede convertirse en una palabra que repita todo el mundo. Debe hacerse realidad”, urgió el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, al término de la reunión del Ecofin celebrada en Luxemburgo. Y advirtió que no se puede esperar dos años a que la nueva política se materialice: “debe tener efecto ya en 2015 para sacar a la zona euro del bache en el que se encuentra”.