La opción más deseable para la industria
El Gobierno ha puesto en marcha un plan de reindustrialización de la economía española verdaderamente necesario. Y no solo porque está demostrado que el sector secundario es el que con más seguridad crea y sostiene el empleo. Hay una coincidencia generalizada, y las informaciones y opiniones vertidas en estas páginas así lo ratifican desde hace años, en que la industria suele ser más generosa con la calidad y seguridad en el empleo que cualquiera de los otros sectores, y eso porque además añade su proximidad a la capacidad de investigación, desarrollo en innovación, esas tres fuentes innegables de trabajo de cara al futuro.
En ese marco, el sector de la automoción destaca en España con capacidades que lo hacen especialmente competitivo. Y no solo porque las plantas instaladas en nuestro país puedan tratar de tú a tú en términos de productividad y know how a cualquiera otra el mundo, sino porque las empresas y las plantillas han sabido entender que una buena sintonía en términos laborales puede llevar la capacidad productiva mucho más allá en términos de mercado, pero también en la competencia interna dentro de la multinacional correspondiente, algo verdaderamente imprescindible cuando la capacidad de decisión, como es caso, está siempre más allá de nuestras fronteras.
Las fábricas españolas producirán este año 48 modelos diferentes de coches, y eso da idea de la poderosa capacidad de una industria automovilística que, además de atender parte al mercado interior, encabeza un año tras otro el ranking de las exportaciones. Pero lo más prometedor es que la fotografía del sector en España incluye en estos momentos que, de esos casi medio centenar de nuevos modelos, una quinta parte son vehículos de nueva asignación a plantas españolas por las distintas multinacionales implantadas aquí. Son nuevos encargos de las casas matrices a las fábricas instaladas en nuestro país que van a permitir un aumento de la producción del 14% en el ejercicio. Esto va a suponer que las 17 fábricas españolas de automoción van a producir en torno a 2,4 millones de vehículos, según datos de la patronal Anfac, con nuevos modelos, por lo menos, de Citroën, en Madrid; de Mercedes, en Vitoria; Nissan, en Barcelona y en Ávila; Opel en Zaragoza, y Ford en Valencia.
Son datos que refrendan la buena sintonía del sector con el mercado exterior. Una tendencia reforzada porque las ventas se han duplicado en los siete primeros meses del ejercicio en los mercados ajenos a la zona euro, lo que representa una garantía de la continuidad de la demanda. Hemos llegado a un momento en que las plantas españolas solo hacen paradas de producción para adaptar las instalaciones a los nuevos modelos. Una envidiable opción tan deseable como necesaria para toda la industria.