La moneda única aún tiene que caer
La inflación de la zona euro es muy baja, y la actividad económica débil. Pero al menos una cosa va por el camino que quiere el Banco Central Europeo. Su anhelo de una moneda más débil estará plenamente satisfecho.
El euro cayó bruscamente después de que el BCE recortara los tipos de interés la semana pasada. El descenso de la moneda única a mínimos de 14 meses, por debajo de 1,30 dólares fue su mayor caída en un día desde noviembre de 2011.
Eso es justo lo que quiere el BCE. Un euro más débil elevará la inflación –la prioridad actual del banco central–. El Gobernador del Banco Central de Austria, Ewald Nowotny, reconoció en una entrevista que los tipos se redujeron en parte para ayudar a debilitar al euro, y que el tipo de cambio en torno a 1,30 dólares o un poco menor vaya “en la dirección correcta”. Más de lo mismo sería claramente bienvenido en Frankfurt.
Un euro más débil elevará la inflación, prioridad en estos momentos del Banco Central Europeo
Los operadores deberán hacer fuerza. Ellos saben lo doloroso que puede ser burlar los deseos del banco central. Dado que el BCE inició la facilidad de depósito negativa en junio, la tasa media de banco a banco también se ha vuelto negativa. Esto significa que algunas entidades están pagando para prestar euros a los demás. Ellos pronto pagarán aún más por este privilegio, dado que el último recorte de tipos deprimirá las tasas interbancarias. Es decir, incluso antes de que el BCE bombee más liquidez en el sistema.
Tampoco cambiará el entorno de tipos bajos a corto plazo. Sin el impacto de las medidas de esta semana, los economistas del BCE pronostican una inflación del 0,6% este año y el 1,1% en 2015, muy por debajo del objetivo del banco central de cerca del 2%. También prevén que un crecimiento moderado del PIB –solo un 0,9% en 2014, y un 1,6% en 2015–.
Los operadores de divisas a veces han intentado desafiar al grupo de los siete países más industrializados en el pasado. Pero con el castigo cruel e inusual de los tipos negativos, el BCE tiene el dominio.