Escapadas de verano a crédito y sin riesgos
Despues de un año de trabajo, las vacaciones son casi sagradas. Pero, con la crisis a cuestas, puede suceder que no se disponga de la liquidez suficiente para hacer esa merecida escapada de verano. Una solución puede ser financiar el proyecto, y algunas posibilidades son pedir un anticipo de la nómina o acudir a los créditos rápidos. También puede ayudar el uso de tarjetas de crédito con devoluciones o descuentos.
Pero, si bien estos instrumentos pueden cubrir sencilla y fácilmente una necesidad puntual, los expertos advierten que se debe hacer un uso responsable para no llegar a empeorar la situación financiera familiar. No hay que perder de vista los intereses y las comisiones para poder disfrutar de las vacaciones sin correr riesgos innecesarios.
Pedir dinero a la empresa: La empresa donde se trabaja puede ejercer de prestamista. Si la política de la compañía lo contempla, es posible solicitar un préstamo como si de una entidad financiera se tratara. Lo habitual es que las condiciones del mismo se negocien individualmente y que la empresa fije, en función de la antigüedad, el cargo y el salario del trabajador, los límites en el plazo de devolución y el importe a prestar, con o sin intereses.
La devolución se realiza a través de cuotas que se descuentan a los empleados en las nóminas de los meses siguientes. Hay que tener en cuenta que si la empresa ha fijado para el préstamo un tipo de interés inferior al del mercado, Hacienda considera que la diferencia tiene la consideración de rendimiento en especie para el trabajador. Por lo tanto, debe declararse en la correspondiente declaración de la renta.
Adelantos de nómina: Otra opción que tiene el trabajador es solicitar un adelanto de la nómina. De hecho, es un derecho recogido en el artículo 29 del Estatuto de los Trabajadores, que permite percibir antes del día señalado de pago cuantías correspondientes al último periodo trabajado y no cobrado. Pero no se puede pedir el 100% del salario mensual, sino como máximo el 90% del salario devengado hasta el momento de la petición.
El anticipo a cuenta se descuenta siempre en la nómina del mes siguiente al que se ha hecho efectivo, y no puede solicitarse de forma habitual, aunque en la práctica algunos convenios son más flexibles.
Además de las empresas, hay entidades financieras que ofrecen anticipos de la nómina a los clientes con cuentas nómina. Cada entidad establece el adelanto máximo, que suele ser de entre dos y tres nóminas, así como los intereses, las comisiones y el plazo de devolución. La mayoría no cobran intereses, pero sí comisiones de apertura y de estudio, mientras que los plazos son más bien cortos, entre un mes y doce meses.
Una de las ofertas más atractivas del momento es la de Caja España-Duero, ya que no tiene comisiones ni intereses. El límite son 3.000 euros a devolver en tres meses. Tampoco tiene ningún coste el servicio de Ibercaja, que da la posibilidad de pedir un adelanto de hasta el 50% de la nómina, con un máximo de 600 euros, y hasta dos veces al año. Eso sí, hay que devolverlo en 30 días. Santander y BBVA ofrecen hasta 5.000 euros.
Hay que tener en cuenta que algunas entidades exigen al cliente una determinada antigüedad o un cierto grado de vinculación. Unicaja avanza hasta dos mensualidades o tres mensualidades, con un importe máximo de 5.000 euros o 10.000 euros por un plazo de cinco meses o diez meses, respectivamente. Pero siempre y cuando el cliente tenga al menos seis meses de antigüedad y dos o más recibos domiciliados.
Créditos rápidos: Tal y como apuntan desde iAhorro.com, son créditos “cuya concesión es mucho más ágil que los préstamos tradicionales; normalmente se aprueban en una llamada de teléfono o cumplimentando un formulario online”. El dinero suele estar disponible en unos pocos minutos o, como mucho, en 24 horas una vez aceptada la solicitud.
A través de estos créditos se pueden obtener minipréstamos urgentes, de entre 100 y 1.000 euros, o préstamos moderados de hasta 15.000 euros. No suelen necesitar nómina o aval. Pero, a cambio de estas facilidades, los tipos de interés son elevados, normalmente superiores al 10%, y los plazos de pago son cortos, no exceden los dos años.
Aunque son una buena opción para conseguir financiación inmediata con unos requisitos sencillos y sin apenas trámites, los expertos aconsejan comparar las ofertas para ver cuáles se adaptan más a las necesidades y vigilar los intereses, que en el caso de demora pueden llegar a ser desorbitados. Cabe destacar que la concesión final depende de que el cliente no figure en ningún registro de impagos, como el ASNEF.
Tarjetas descuento: En verano se dispara el uso de las tarjetas de crédito. Según datos de la Agencia Negociadora, el gasto a través de tarjetas se multiplica por 2,5 veces en los meses estivales. Entre sus ventajas destacan los descuentos asociados a su uso o los seguros de viaje, incluso de cobertura sanitaria en el extranjero.
Los expertos recomiendan estar atentos a las comisiones y, sobre todo, no abusar de las compras a plazos con tarjetas de crédito. Par la Agencia Negociadora, pueden esconder una "alarmante" contraprestación, como son los tipos de interés que pueden superar el 20%. “La acumulación de gastos puede llegar a comprometer "muy seriamente" la economía de miles de familias”, apunta.