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Columna
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Los mercados creen de nuevo en Draghi

Los operadores están más convencidos por la sugerencia de Mario Draghi de iniciar en junio una flexibilización tras las informaciones que aseguran que el Bundesbank podría apoyar tal movimiento. Aquellos que todavía descartan incluso las opciones menos controvertidas, como un recorte en la tasa de depósito del Banco Central Europeo, tal vez querrían reconsiderarlo.

Un indicio del escepticismo fue la reacción del mercado el martes ante una información del Wall Street Journal según la cual el Bundesbank estaba dispuesto a respaldar una serie de medidas de estímulo el mes que viene si fuera necesario, incluyendo una tasa negativa de los depósitos bancarios. El euro cayó a su mínimo mensual frente al dólar, mientras que los bonos del gobierno alemán y las acciones europeas subieron. Los operadores no habrían reaccionado tan fuertemente si ya hubieran estado convencidos de que la política cambiaría el mes que viene.

Igualmente revelador es un sondeo de Reuters entre operadores del mercado monetario que muestra que dos tercios esperan que la tasa de depósito, el mínimo para los tipos del mercado monetario de la zona euro, se deje a cero en junio. Sin embargo, una tasa de depósito negativa es una de las opciones menos polémicas que esta política da al banco central, y ayudaría a revertir en cierta medida la fortaleza del euro que ha generado tanta preocupación.

El BCE bajó por última vez los tipos de interés en noviembre de 2013, aunque la inflación ha estado por debajo del 2%

Una de las razones por las que los operadores hasta el momento podrían haber sido reacios a apostar por un movimiento de la política en junio es la cantidad de tiempo que el BCE ha dado rodeos en lo relativo a la “baja inflación”. Bajó por última vez los tipos de interés en noviembre de 2013, a pesar de que la inflación ha estado muy por debajo del objetivo del 2%. Otra posible explicación es que la pista de Draghi sobre una flexibilización en junio se produjo en respuesta a una pregunta durante una conferencia de prensa, y no en el discurso posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE. La postura del Bundesbank debería acabar con las dudas restantes sobre si Draghi reflejaba el consenso.

Draghi puede ofrecer un alivio en junio. Parece poco sensato apostar por lo contrario.

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