_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Las tendencias del nuevo ecosistema digital

Si la única constante en el entorno empresarial es el cambio, ¿por qué lo afrontamos tan mal? ¿Se producen los cambios ahora más rápido que antes, o simplemente parece que es así porque estamos en el centro de la tormenta? Lo cierto es que los seres humanos seguimos sin acostumbrarnos al cambio y nuestra respuesta ante los cambios sigue evidenciando grandes dificultades. En el siglo XXI, es aún más complicado reaccionar y responder. Existen más fuentes de información y una mayor variedad de datos que se deben tener en cuenta a la hora de tomar decisiones. Y esa complejidad actual se ve acentuada por dos razones principales. En primer lugar, el impacto de las nuevas tecnologías incide en mayor medida de lo que nunca lo ha hecho antes. Y en segundo lugar, los cambios ahora nos llegan a mayor velocidad.

Ante el desafío de fortalecer su competitividad, las empresas deben estar muy vigilantes en cuanto a las grandes tendencias tecnológicas, económicas y políticas que los especialistas apuntan para los próximos años. Estas tendencias hacen necesario que los empresarios y directivos elaboren sus planes de negocio atendiendo a la influencia que las mismas tendrán previsiblemente en el ecosistema empresarial.

Una reciente investigación del Instituto de Tecnología de PwC, identifica una serie de macro tendencias para ese ecosistema, que no podemos ignorar si aspiramos a que nuestras empresas sigan siendo competitivas. Merece la pena detenerse en las siguientes.

Gestión de costes y de la complejidad. ¿Cómo lograr más eficiencia en la gestión de los costes y de la complejidad? En lo que concierne a tecnologías de la información (TI), más de la mitad de las empresas están migrando hacia plataformas en la nube para reducir sus gastos. Al mismo tiempo, los modelos operativos deben ganar en agilidad. Aquí juega un papel esencial la capacidad de innovación, tanto a nivel tecnológico como a nivel de procesos, a fin de asentar las bases sobre las que desarrollar una estructura de costes más eficiente. Los avances tecnológicos también facilitan el acceso a mejor información con mayor rapidez y a un menor coste. La creciente interacción con clientes, proveedores y socios empresariales en el ecosistema digital contribuye a ese incremento de cantidad y calidad en la información a la que acceden las empresas.

Convergencia. Nunca antes en la historia se habían equiparado las posibilidades tecnológicas de las que disponen empresas y consumidores. No se trata sólo de que unas y otros utilicen los mismos dispositivos tecnológicos; es que los utilizan para actividades similares, acceso a datos online útiles para ambos grupos. Esta convergencia de dispositivos y servicios está generando nuevos modelos de interacción con los consumidores, dando lugar a nuevas formas de hacer negocios. Como consecuencia de ello, la mayor parte de las compañías, en cualquier sector económico, se están viendo obligadas a transformarse en compañías de base tecnológica. La comunicación con sus diferentes grupos de interés (no solamente clientes) se viene incrementando de forma notable, en cantidad y calidad. Las compañías aportan valor a su entorno apoyándose principalmente en la tecnología. Esto plantea unos niveles de exigencia que para muchas empresas eran desconocidos hasta ahora.

Mayor impacto del consumidor sobre el perfil de las TI. Los empleados de las compañías, en su faceta como consumidores particulares, tienen una facilidad de uso sin precedentes a la hora de acceder a la información online, ya sea con dispositivos móviles, tabletas u ordenadores personales. Usan a diario aplicaciones sencillas, y cuando trabajan, también quieren lo mismo: programas sencillos e intuitivos, que emulen la usabilidad y la accesibilidad disponibles en su entorno de consumidores individuales. Las empresas se ven afectadas por este fenómeno en dos facetas. Primero, están obligadas a desarrollar aplicaciones que sean fáciles de aprender, y por tanto que mejoren la productividad. Y segundo, a ofrecer accesibilidad a través de los dispositivos móviles más variados. La exigencia vendrá acompañada de la necesidad de desarrollos multiplataforma, y de niveles altos de seguridad que garanticen la protección de datos personales y corporativos.

Explosión de datos. Las fuentes de información se multiplican, y gestionarlas para asegurar una adecuada toma de decisiones se convierte en un proceso más complejo. Muchas de estas fuentes de información son internas –datos que revelan patrones y tendencias en relación con ventas, marketing, etcétera– y permiten identificar de forma rápida éxitos y fracasos conseguidos a raíz de una iniciativa concreta. Ello facilita tomar decisiones acerca de productos o servicios (incrementar producción, modificar diseño). Y en cuanto a fuentes externas, las compañías deben asimilar información no estructurada procedente de las redes sociales, para combinarla con la información interna. El desarrollo y aprovechamiento del big data constituye una capacidad fundamental para las compañías tecnológicas. Y esto exige el desarrollo de una amplia gama de sistemas: herramientas analíticas, sistemas de almacenamiento y business intelligence.

Antonio Vázquez es socio responsable del sector Tecnológico de PwC.

Archivado En

_
_