Barcelona rectifica y se fija en el modelo comercial de Madrid
"Estamos desaprovechando la oportunidad de recibir cada año 60 millones de turistas, ya que muchos de los días festivos en los que llegan a nuestros destinos se encuentran con los comercios cerrados”. Con esta frase, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, quiso enmarcar la liberalización de horarios comerciales que propuso a mediados de 2012 con tres ejes: ampliación de 72 a 90 horas de apertura a la semana, incremento de 8 a 10 los festivos que se pueden abrir y la obligación de que catorce grandes municipios abrieran una zona de gran afluencia turística (ZGAT) sin limitaciones horarias.
Todos ellos lo han ido cumpliendo según los plazos establecidos, excepto Bilbao, que tiene delimitada la zona, pero que no pudo sacarla adelante por el cambio de gobierno autonómico (la autonomía es la que tiene que dar el visto bueno), y Barcelona. El caso de la capital catalana es especialmente significativo, ya que el bloqueo de la ZGAT se ha producido por la falta de acuerdo entre las distintas patronales comerciales. Por un lado, la más cercana al pequeño comercio, como Pimec, no estaba dispuesta a liberalizar los horarios comerciales; en el otro, las que aglutinan a las grandes superficies y a los establecimientos ubicados en las zonas más céntricas que apostaban por una mayor liberalización. Xavier Trías, alcalde de Barcelona y parte fundamental en la declaración de la ZGAT, estableció como condición para ponerla en marcha que hubiera consenso entre las distintas patronales. En mitad de estas negociaciones, Madrid se ha colocado al frente de la ola liberalizadora al extenderla a toda la ciudad y fijando 179 zonas en toda la región (el 25% del total en España).
Ahora, Barcelona ha rectificado y parece dispuesta a ensayar con el modelo de Madrid. Las patronales han alcanzado un acuerdo para abrir nueve festivos en julio y agosto durante cuatro horas (de 10 a 2) y el 14 de septiembre, el día de mayor afluencia de visitantes procedentes de cruceros. Un calendario de nuevas aperturas que no se va a limitar al período estival. Buena prueba de ello es que también se ha aprobado abrir el domingo 30 de marzo, coincidiendo con el Salón Alimentaria 2014 (en el que se prevén más de 140.000 visitantes), el domingo 18 de mayo (con otra punta en la entrada de cruceristas) y el 29 de junio con la fiesta del Orgullo Gay (en el que se espera que lleguen 250.000 personas).
En total, el calendario establece 19 festivos en los que se abrirán los comercios en Barcelona. “Se trata de una prueba piloto en el que se monitorizará los resultados en ventas, empleo y rentabilidad”, apunta Alejandro Goñi, presidente de Pimec Comercio. “En cualquier caso no queremos caer en el modelo de Madrid”, remarca. A la espera de conocer los resultados de la experiencia piloto, Goñi resalta que no cree que se produzca un incremento de las ventas o del gasto porque se incrementen los horarios de apertura. “No obstante, hemos creído oportuno alcanzar ese acuerdo para que no solo las grandes superficies y los outlets se puedan beneficiar de la mayor afluencia turística”, remarca.
El dirigente de Pimec se refiere a la Roca Village, un complejo situado en el municipio de la Roca del Vallés (Barcelona), a 40 kilómetros de la capital, en el que hay más de 100 establecimientos y que a partir de este verano disfrutará de libertad comercial absoluta. Este establecimiento, especializado en atraer turistas de alto poder adquisitivo, procedentes de China o de Emiratos Árabes Unidos, ha visto crecer sus ventas libres de impuestos un 47% en 2012 frente a los más de tres años en los que ha caído las ventas minoristas en España y exige más celeridad en la tramitación de visados a los visitantes de estos países.
La íntima relación entre turismo y comercio
El Ejecutivo basa su apuesta por la liberalización comercial argumentando que abrir más horas y más festivos estimula el consumo e impulsa el empleo, especialmente en los municipios más turísticos. Así muestra como las regiones donde más han crecido las ventas del comercio minorista han sido Baleares (con incremento de ventas desde abril hasta enero), Canarias (creciendo desde julio) y Comunidad Valenciana, que encadena cinco meses de crecimiento.
Según datos que maneja la Secretaría de Estado de Comercio, las compras de los turistas extranjeros en los grandes almacenes han crecido un 16,8% en 2013 sobre el año anterior. Las ciudades con libertad comercial, o las que disponen de zonas de gran afluencia turística, son las que han experimentado un mayor crecimiento de las ventas a los visitantes internacionales. Entre ellas están Madrid, Valencia, Palma de Mallorca, Málaga o Barcelona. En este listado también figura Barcelona, lo que se justifica por el elevado aumento del turismo extranjero.
Unos argumentos corroborados por la Comunidad de Madrid, que subraya el impacto positivo que ha tenido en el empleo del sector comercial la supresión de las licencias urbanísticas para el comercio y la plena libertad de horarios comerciales. Así asegura que en el primer año desde la entrada en vigor de la Ley de Dinamización de la Actividad Comercial en julio de 2012 se han creado 19.000 nuevos puestos de trabajo en el sector. Todo lo contrario que los resultados conquistados en regiones con restricciones horarias, como Cataluña, donde se han destruido 35.000 puestos de trabajo en el mismo período.
El consejero de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio, señala que la aplicación de este tipo de políticas liberalizadoras en Madrid ha favorecido que el sector comercial madrileño se encuentre mejor preparado para resistir los efectos de la crisis económica. “El sector comercial genera en torno al 7% del PIB regional y ocupa a más de 275.000 personas, un 15% del total nacional”, subraya.