Rigor internacional
Un escrupuloso economista curtido en los pasillos de organismos de relevancia mundial será el encargado de presidir la nueva Autoridad Fiscal Independiente
Crear un organismo independiente para supervisar las cuentas de la Administración. Esta fue una de las exigencias realizadas por Bruselas después de que España solicitara un rescate para sus bancos. Con cierto retraso, la petición se va a cumplir. Entre las últimas tareas pendientes, falta que el Congreso ratifique el nombramiento del presidente de la Autoridad Fiscal Independiente, que muchos consideran que se convertirá en los ojos de la Unión Europea en el país. Tras el consejo de ministros de la semana pasada se desvelaba el nombre del elegido para llevar a cabo esa tarea: José Luis Escrivá Belmonte (Albacete, 1960).
Poco conocido para la mayoría, este licenciado en Ciencias Económicas y doctor en Economía sí que goza de prestigio en los círculos en los que se conoce su trabajo. Estas características han hecho que su perfil encajara a la perfección con lo que el Gobierno buscaba para otorgar el nuevo cargo, ya que la intención del Ejecutivo es remarcar la objetividad del nuevo organismo. Eso exigía contar con un presidente sin relación alguna con la política y con una dilatada experiencia profesional.
Son varias las voces que lo califican de tecnócrata, por su trayectoria de consultor en organismos tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o las Naciones Unidas, además de puestos en el Banco de España o el Banco Central Europeo. En el ámbito privado, destaca su cargo como economista jefe global y director del servicio de estudios del Grupo BBVA, que ejerció entre 2003 y 2011. Su ocupación en los últimos dos años ha sido la de director de la Oficina para las Américas del Banco Internacional de Pagos de Basilea, con base en México.
Con todo ello, Escrivá ha conformado un currículum con amplios conocimientos técnicos y un marcado carácter internacional que han pesado mucho en la decisión del Ministerio de Hacienda, al que estará adscrita la Autoridad que dirigirá.
La institución se encargará de analizar y valorar las previsiones macroeconómicas del Estado, los Presupuestos Generales o las cuentas de las comunidades autónomas o entes locales, entre otras tareas. Sus informes, sin embargo, no serán vinculantes.
Casado y con dos hijos, José Luis Escrivá cursó sus estudios de primaria y secundaria en su ciudad natal hasta que ingresó en la Universidad Complutense de Madrid. El periplo internacional en el que se embarcó después le ha permitido hablar inglés, alemán y francés. Estrechamente relacionado también con el mundo académico, fue profesor asociado de Economía Financiera en la Universidad Carlos III y ha publicado numerosos artículos y documentos de investigación. Además, este economista ha ido desarrollando y perfeccionando poco a poco sus dotes de orador, ya que tiene a sus espaldas muchas charlas, conferencias y coloquios sobre los temas a los que se dedica.
Los que han trabajado cerca de él, lo describen como alguien muy preocupado por la actualidad, que siempre intenta esperar al último dato antes de cerrar un trabajo o tomar una decisión. Apasionado de su profesión a la que, cuentan, le dedica muchas horas, al primer presidente de la Autoridad Fiscal Independiente le gusta profundizar en las noticias internacionales.
Además de informarse todo lo posible para tener un criterio global antes de tomar decisiones, a José Luis Escrivá le interesa pisar el terreno en el que se toman las decisiones y por ello ha viajado mucho a los organismos internacionales, con los que guarda muy buena relación.
Pese a ese rigor que tanto lo define, las personas de su entorno consideran que también es alguien flexible, abierto siempre a escuchar todas las opiniones de los equipos que lo rodean. Quienes han coincidido con él en alguna ocasión destacan que es una persona muy educada que puede parecer algo seria, aunque lo achacan a una personalidad más bien tímida.
El inicio de su mandato al frente del nuevo organismo –que durará seis años, no renovables– obligará a José Luis Escrivá a volver de nuevo a España, pero seguro que el regreso no empañará esa visión global del mundo de la economía que siempre le ha caracterizado.