La ira de los titanes bursátiles
El Dax y su épica subida libre absoluta hacen leyenda en Europa. En 2014 y a pesar de su dilatada tendencia alcista, se podrían alcanzar los 11.000/500 puntos. Quedan los 8.151/7.600 puntos como grandes soportes en el medio plazo.
![EL MATADOR ACABA CON LOS OSOS. En el gráfico mensual del largo plazo del selectivo alemán se observa claramente como tras la batalla de los máximos históricos en 2013, sobre los 8.151 puntos, los alcistas lograron conquistar la durísima resistencia e iniciar la con contundencia la subida libre absoluta hasta los 9.550 puntos. Recién comenzado el año 2014, se enfrenta ya la resistencia creciente que tiene sobre los 9.700 puntos. Superada esta última trinchera bajista, el Dax podría continuar hasta los 10.000/300 puntos en los primeros meses. Tras un merecido descanso que pudiera alcanzar los 9.000 puntos, los toros estarían en disposición de poner rumbo a los 11.000/500 puntos para alcanzar la parte superior del canal alcista de largo plazo. Quedan como soportes fundamentales para el medio plazo los 8.151/ 7.600 puntos.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QWR6IQARR5OF7EBDZ5IUX7WAYU.jpg?auth=b10f7a80e2213477e3a654c15e6030b87dad26d0bd9d67ef8fea9b2827e0da98&width=414)
Nos adentramos hoy en el apasionante gráfico de un gran coloso. El único selectivo de nuestro continente que ha sido capaz de seguir sin descanso la estela de los patronos de Wall Street. Juntos han sido sin duda, los grandes titanes de los mercados desde aquellos mínimos que trazaron en el mes de marzo de 2009 las bolsas mundiales, a excepción del Campeador. La vigorosa y extensa tendencia que llevaba desarrollada desde entonces ha logrado lo que parecía imposible, conquistar los máximos históricos que en el caso del Káiser germano pasaban por los 8.151 puntos. Queda así en el 2014, como sus homólogas americanas, en subida libre absoluta confirmada a cierre anual. Como venimos haciendo en estos primeros análisis sobre las perspectivas para 2014, haremos un breve resumen de cómo logró tan impresionante hazaña el pasado año.
El gran gigante germano inicio 2013 superando por la mínima los 7.600 puntos. Nivel que dejaba atrás la última resistencia creciente antes de enfrentarse a los míticos 8.151 puntos. Una durísima zona que frenó al Dax allá por los años 2000 y 2007. En el gráfico que mostramos para las perspectiva de hace un año y que le apodamos como "El Matador de osos", confiamos sin fisuras en la soberbia tendencia que venía dibujando y dimos por bueno el escenario en el que conseguiría batir tan dura resistencia. No sería sencillo comentamos. "La tendencia es tu amiga", ya conocen esa famosa frase de entre los traders y mientras no se demuestre lo contrario, seguirá su curso. Pues bien, la tendencia se abrió camino y el Káiser batió los 8,150 puntos. Aunque también era lógico pensar que dada la dilata ascensión hasta los 8.151 puntos desde los 3.588 puntos, mínimos de 2009 o desde los 4.965 puntos, mínimos de 2011, fuera hora de corregir con fuerza antes de superarlos. Al final no fue así.
Pero costó conquistarlos, hasta en dos ocasiones los bajistas intentaron echar abajo a sus adversarios antes de rendirse. Superado el primer envite de los osos en mayo, los alcistas lograron alcanzar los 8.557 puntos. Fue en el mes correctivo de junio, cuando la resistencia no funcionó como soporte y los 8.151 puntos volvieron a caer en manos bajistas. La violenta corrección alcanzó los 7.655 puntos y se tocó la parte inferior del canal alcista del medio plazo. La antigua resistencia creciente superada a finales de 2012 sí hizo de soporte esta vez. También es cierto que encima de la mesa quedó una posible falsa ruptura de la resistencia histórica. Se vivieron momentos delicados. Pero tras tocar la directriz inferior del canal fue cuando los alcistas reaccionaron, junto a la fuerte ofensiva iniciada en el resto de Europa. Logró superar de nuevo los 8.151 y posteriormente los 8.500 puntos alcanzados previamente, para poner rumbo a los 8.800/9.000 puntos, trazando nuevos máximos relativos. La subida libre absoluta ya era una realidad antes de terminar el año.
Como comentamos en alguna ocasión en los análisis del pasado 2013, cuando un gráfico alcanza esa subida absoluta, los ascensos pueden ser vertiginosos, Los máximos se van retroalimentando, el precio sube de manera magnética y sin descanso en busca de nuevas cotas al no tener resistencia horizontal alguna. Tan sólo las resistencias crecientes que dibujan las directrices de los interminables nuevos máximos trazados van poniendo pequeños obstáculos en el camino. Pero son conquistados más pronto que tarde. Así es como tras la rápida corrección de principios de diciembre pasado, el Káiser se paró sobre los 9.000 puntos y terminó un año histórico en los 9.552 puntos. La subida anual de 2013 en el Káiser fue ni más ni menos que del +25,48%. Sin duda rebasó con creces nuestras expectativas para el 2013 que situábamos hace un año sobre los 8.800/9.000 puntos. Espectacular.
Perspectivas para 2014
Nada más complicado para un trader poder descifrar donde puede llegar un índice en subida libre absoluta sobre un gráfico. Intentaremos ser lo más objetivos posible con los datos que tenemos. No comulgamos con esa creencia de muchos inversores que piensan que si algún activo o índice ha subido mucho durante largo tiempo debe caer con fuerza por esa razón. No mientras se mantengan en pie los soportes fundamentales que nos ha ido dejando sobre el gráfico y no haya algún tipo de figura que sugiera un posible final de la tendencia. Somos más partidarios de pensar que si el selectivo alemán ha ascendido tanto, es señal de la gran fortaleza la misma. Y oponerse a ella junto con una subida libre absoluta o intentar buscarle un techo es como pretender poner puertas al campo. Ardua tarea y con infructuosos resultados a la hora de invertir.
Más rentable es esperar a los niveles de soporte que pueda alcanzar en alguna corrección/consolidación y buscar entrada en esas zonas. En el corto plazo dicho soporte lo dejó claro y nítido, los últimos mínimos en los 9.000 puntos. El canal alcista del medio plazo, iniciado sobre los 4.965 puntos tras la dura corrección del verano del 2011, pasa sobre los 9.000/8.800 puntos actualmente. Mientras se mantenga sin perforar dicho canal no habrá porque dudar de mayores subidas en 2014. Sólo en el caso de ser perdido junto a al soporte de los 8.550 puntos, los osos podrían intentar un test a la rotura de las resistencias históricas sobre los 8.151 o incluso a los 7.600 puntos. Estos son ya niveles clave que en ningún caso deberían ser perdidos en el medio plazo.
Tanto en cuanto los toros no pierdan ese gran bastión conquistado a sus adversarios entre esos dos niveles, la derrota bajista es clara en el medio plazo. En el hipotético caso de que llegaran a perderse, ya sabemos que nada es imposible en bolsa, sólo habrá deterioro serio para el largo plazo por debajo del gran canal alcista que se inicia en 2009 en los mencionados 4.965 puntos. Pasa actualmente por los 7.000 puntos. ¿Ve usted probable ese escenario en el Dax? Nosotros sinceramente no de momento a pesar de la dilatada tendencia.
En cuanto hasta donde podría alcanzar sus máximos el selectivo germano en 2014 sólo sería justo situar ciertos niveles aproximados, dado lo impredecible de la subida libre absoluta. En alguno de los pasados análisis de 2013 comentamos, tras la sorpresa de ver como los alcistas dejaban atrás los 9.000 puntos, en una posible subida hasta los 9.700 puntos o incluso que podría aventurarse hacia los psicológicos 10.000 puntos. En los 9.700 puntos está la zona por donde pasa la resistencia creciente de los máximos que ha venido trazando en los últimos 20 meses, antes de la corrección veraniega de 2012. En los primeros compases del año y tras un comienzo de dudas como el resto de índices, a excepción de las bolsas periféricas, el Káiser ha logrado ascender hasta trazar nuevos máximos en los 9.789 puntos. Ayer cerró sobre los 9.715 puntos. Si logra pasarlos con claridad y dejar atrás la resistencia creciente en los primeros meses de 2014, podría buscar la parte alta del canal alcista de medio plazo sobre los 10.300 puntos. Nivel donde si los bajistas podrían obligar a sus adversarios a tomarse un merecido descanso que pudiera alcanzar los 9.000 puntos.
A pesar de la descomunal subida que lleva el Dax y viendo índices como el Emperador europeo o el mismo Campeador español que están rompiendo niveles muy importantes en sus gráficos, sería incongruente pensar que el selectivo alemán no pueda seguir ascendiendo en su subida libre absoluta en el presente año. ¿Hasta dónde los máximos para 2014...? ¿Podrían ser los 11.500 puntos parte alta de su canal alcista del largo plazo? Para los que hayan exclamado ¡que bestia! sólo observen el gráfico del largo plazo en velas mensuales del Dax y vean la demoledora tendencia que le llevó en el año 2003, tras la burbuja de la tecnológica, desde los 2.188 puntos hasta los 8.151 puntos en 2007. ¿Seguro que no es posible? Veremos
Cierto es que podría hacerlo con menor ímpetu que las bolsas más retrasadas y con un mayor potencial de revalorización. Pero a día de hoy, creer como algunas voces vaticinan que el Káiser se vaya a venir abajo con fuerza, junto a los índices americanos este año 2014, es poco creíble. Y todo a pesar de su excelsa ascensión a los cielos de su gráfico y tras anotarse otro +25% el pasado año. Sólo la pérdida de los grandes soportes ya trazados les podrían dar la razón. Mientras, El Matador de osos" podrá seguir a lo suyo, derrotando a los bajistas. Otro cantar será 2015 y si llega a los 11.500 puntos a enfrentarse al techo de su gran canal alcista.
Grandes inversores por @Maipista: John Davison Rockefeller
Hoy María del Pilar nos trae un famoso visionario de los negocios. En una ocasión dijo “No tengas miedo de renunciar a lo bueno para perseguir lo grandioso”. Algo que viene como anillo al dedo para terminar el análisis del Dax. Muchas de las grandes casas de análisis de bolsa, fondos de inversión, bancos y demás tiburones que pueblan los mercados, supieron ver el brillante futuro que trazaba el Káiser desde 2009 pese a la dura crisis. Acertaron de lleno en confiar en la bolsa refugio de la renta variable europea.
Podemos pensar sin temor a equivocarnos que muchos ya son inversores del largo plazo en el selectivo alemán. Y no es descabellado deducir que no van a renunciar a un grandioso beneficio por recoger ahora un buen pellizco, siempre y cuando no se recrudezca de nuevo la gran crisis de deuda europea y se pierdan niveles muy relevantes del largo plazo. Más bien, irán tomando nuevas posiciones tras los periodos correctivos que se sucedan en los próximos años.
John Davison Rockefeller (Nueva York, 1839 - Florida, 1937) fue el empresario que llegó a ganar la mayor fortuna de todos los tiempos. Nació en una familia humilde. La educación que le dio su madre marcó su personalidad; esfuerzo, ahorro y austeridad a la vez que el valor de las palabras y de los silencios. “Mi madre decía que las palabras te pueden hundir o te pueden ayudar, igual que los silencios. Yo comprendí que en los negocios esto funciona perfectamente,” confesó tiempo después.
Cuando era niño vendía piedras de colores (que el mismo pintaba) y lo recolectado lo guardaba en un tazón de loza azul, más tarde se refirió a ella como su primera “caja fuerte”. Con ese pequeño negocio logró juntar 50 dólares (para la época era mucho dinero). Ese capital fue prestado a un granjero, quien se lo devolvería con intereses. Y nos regaló su primera máxima de la riqueza: “Debo hacer que el dinero trabaje para mí y no al revés.”
Tenía una libreta donde anotaba todos sus gastos que conservó hasta el final de sus días. A los 16 años obtuvo su primer empleo de contable. Brillante en su trabajo, le costó poco ascender y a los 19 años se independizó y abrió junto a Maurice Clarck una empresa de corretajes. Cuatro años después, conoce a Samuel Andrews, quien era primo de Clarck, estaban empezando a incursionar en el oro negro y le propusieron que se uniera como socio a “Clarck, Andrews y Cía.”. La empresa crecía, pero los socios, precavidos, no deseaban seguir invirtiendo. Rockefeller quería seguir expandiendo. Y así sucedió.
En febrero de 1865, por 72,500 dólares, su socio Clarck le vende sus acciones y solo se quedaría con Andrew, a quien si convenció de continuar. El negocio pasó a llamarse Rockefeller y Andrew y se convirtió en la mayor refinería de Cleveland, con una producción de 500 barriles por día y ganancias que ya superaban el millón de dólares y que cada trimestre se duplicaban. En momentos de máximo crecimiento, Rockefeller reforzó la empresa contratando a los mejores ejecutivos del medio. Su máxima decía era sencilla: “Hombres claves en puestos claves”. En enero de 1870 amplió la empresa y fundó la Standard Oil, y dos años después, en los Estados Unidos se refinaban un total de 36 millones de barriles por día, de los cuales 33 millones eran de la Standard Oil.
Alrededor de la figura de Rockefeller se han levantado numerosos mitos y controversias. Hay quienes lo acusan de enriquecerse levantando un monopolio que causó el quiebre de numerosas empresas y hasta los que piensan que fue un illuminati que provocó la Primera Guerra Mundial. Sobre todas estas malas críticas, Rockefeller dijo lo siguiente: “Todo está claro entre Dios y yo.” Más adelante le dijo a un periodista en una entrevista refiriéndose a sus críticos: “Mire esa lombriz allí, en la tierra. Si la piso, llamo la atención sobre ella. Si la ignoro, desaparece.
Lo cierto es que Rockefeller desde pequeño, mostró su generosidad y desde su primer sueldo donaba el 10 por ciento a la Iglesia Bautista. Conforme ganaba más dinero también donaba más, sobretodo en educación y salud pública. Inventó la “concesión condicional”, que obliga al destinatario del dinero a involucrarse de forma activa con la institución que lo apoyó.
Puso en marcha la fundación Rockefeller, que es una de las organizaciones filantrópicas más grandes en la historia del mundo, habiendo invertido más de 500 millones de dólares en sus causas. En una entrevista afirmó: “Creo que el poder de hacer dinero es un don de Dios, creo que hay que desarrollarlo y utilizarlo lo mejor posible para hacer el bien a la humanidad. Como yo he recibido ese don, creo que es mi deber hacer dinero, siempre más dinero, y utilizar ese dinero para el bien de mis semejantes escuchando la voz de mi conciencia”
Apoyó la abolición de la esclavitud y fue partidario de Abraham Lincoln. Creía en un modelo capitalista basado en el darwinismo social donde solo las mejores empresas deben sobrevivir. Rockefeller falleció a los 97 años con una fortuna estimada en 400 mil millones de dólares que si la convirtiéramos a la actualidad, serían 200 billones de dólares. Uno de sus biógrafos afirmó: “su lado bueno era tan bueno como su lado malo".