El retorno de Bankia
Menos de dos años después de que la implosión de Bankia precipitara el rescate bancario del país, el gobierno está considerando la posibilidad de llevar a cabo una venta parcial de su participación del 68,4% en el primer trimestre, según Reuters. La razón seria sencilla: las acciones bancarias han subido, y al Gobierno le interesa una historia de éxito. Pero podría ser precipitado.
Las acciones de Bankia han casi duplicado su precio hasta los 1,35 euros desde principios de septiembre. Cotizan en cerca de 1,5 veces las previsiones de su valor en libro de este año realizadas por JPMorgan, en línea con el Santander, más grande y diversificado.
El presidente de Bankia, ex ejecutivo de BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, ha ayudado. En lugar de arrastrar los objetivos a tres años impuestos por la troika se ha adelantado a muchos de ellos. Pese a haber cerrado más de un tercio de sus oficinas y reducido una quinta parte de su personal desde 2013, el banco solo ha perdido un 5% de sus depósitos.
Una pequeña venta de la participación del Gobierno en la entidad sería posible
Mientras tanto, Goirigolzarri está ganando cuota de mercado en créditos y espera conseguir un beneficio neto de 800 millones en 2013. Aunque el 13,6% de sus préstamos son morosos, Bankia cuenta con un ratio de cobertura superior a la media española, y la semana logro colocar más del doble de lo previsto en el mercado de deuda.
Todo ello significa que una pequeña venta de la participación suena posible. Pero a los precios actuales, la participación del Gobierno tiene un valor de 10.600 millones de euros, o sea menos de la mitad de los 22.400 millones que puso en Bankia y su matriz, BFA. Los bancos se enfrentan a una prueba de estrés a escala europea de este año, lo que crea cierta incertidumbre. Y aunque Bankia está muy avanzada en su plan de reestructuración, aún se enfrenta a restricciones en cuestiones clave como los dividendos o el tamaño de su balance.
Madrid tiene hasta 2017 para salir de Bankia. Más allá de unas agradables relaciones públicas, no perderá mucho por esperar. Vender con el respaldo de una recuperación española sostenida enviaría una señal aún más optimista que cobrar ahora.