España tiene mucho atractivo
Nuestras previsiones han mejorado para España y Europa, que sale de la crisis más despacio que EEUU. Pero lo importante son las sensaciones de nuestros clientes, personas que viven de sus rentas y muchos empresarios o pequeños empresarios, quienes de verdad toman el pulso de la economía y quieren ver que la mejora se traduce a su bolsillo.
En cualquier caso el discurso sobre España en el exterior ha cambiado. Ya no se preguntan por los problemas sino que alaban nuestras reformas. Es el caso de Obama, Merkel o Lagarde. Así, recientemente hemos conocido que el crecimiento del PIB el 4ª trimestre ha sido 0,3%, segundo seguido en positivo. De hecho las compañías españolas se pusieron con deberes antes que el gobierno, empezaron a tomar medidas para sanear sus balances y exportaron cuando el consumo interno no funcionaba.
Así que España seguirá atrayendo inversiones conforme su economía vaya mejorando. Nuestro paro estructural es 8%, pero con la tasa actual del 25%, gracias a la reforma laboral, se volverá a generar empleo cuando el crecimiento del PIB se acerque al 1%. Pero es importante no caer en los errores del pasado: ser conformistas y parar las reformas, sobre endeudamiento, no planificar o que compañías y familias gasten mucho más de lo que tienen.
La reforma del sector financiero ha sido clave.
En cualquier caso la reforma del sector financiero ha sido clave. La primera no acertó demasiado, pero la segunda sí. Hay que tener en cuenta que las entidades financieras han pasado por reestructuraciones y muchas han perdido dinero, sus márgenes se han reducido a la tercera parte y tienen que recuperarlos, mientras recomponen balances. Pero ahora tienen claro que no pueden caer en el error de la concesión de crédito ilimitado, aunque ésta sigue restringida, pues los ratios de morosidad se han ido a niveles muy altos, muy lejos del 3% de nivel medio de los años 2000
En cualquier caso los próximos meses saldrán publicados los datos de test de estrés de las entidades Europeas y es muy probable que nuestros bancos superen a la media de la Zona Euro, lo que probablemente ayude a que mejoren las condiciones de concesión de crédito y aumente su demanda.
Hace falta una segunda oleada de reformas.
En impuesto de sociedades se han hecho reformas y la ley de emprendedores es positiva, pero hay que ir un paso más adelante. La deuda del Estado español sobre PIB probablemente supere el 100%. Viene del 30% y no es comparable con otros países europeos (de todas formas las entidades financieras italianas no pueden comprar más deuda pública italiana). Hace falta una segunda oleada de reformas, aunque no necesariamente de recortes generalizados.
De hecho hay que ir a rebaja de impuestos y recorte de costes donde de verdad es necesario. En este sentido el principal gasto del Estado español son las pensiones públicas, que suponen más de 14% del PIB -7.653 millones mensuales- y hace falta un acuerdo para su sostenibilidad. Además esta reforma precisa ir más allá de un solo partido político, pues es posible que haya que recuperar competencias y re-centralizar, mientras hay un excesivo número de Ayuntamientos.
A ello se añade que hace falta una reforma fiscal desde abajo. El impuesto de patrimonio, cedido a comunidades autónomas, implica doble gravamen y puede llegar a ser del 2,5%, en un momento en que los intereses están al 0,25%, de manera que no tiene mucho sentido. Pero lo que de verdad hace falta es una reforma del impuesto de la renta. Además es importante seguir proporcionando seguridad jurídica, claridad y garantías, así como que se unifique el comercio nacional.
Recuperación del ciclo mundial, beneficios y liquidez
En cualquier caso nuestra estrategia de inversión global en 2014 se articula en torno a tres factores: recuperación del ciclo mundial, encabezado por EEUU, cuyo crecimiento real debe estabilizarse en torno al 3%; beneficios en economías desarrolladas, con ritmos de crecimiento de dos cifras y liquidez facilitada por los principales bancos centrales y por la revalorización de los mercados de renta variable
El crecimiento de PIB de EEUU puede acelerarse en 2014, con una política presupuestaria mucho menos restrictiva. La Reserva Federal va a iniciar la retirada progresiva de la 3ª fase de relajación cuantitativa, pero prefiere riesgo de inflación a restricciones prematuras y quiere convencer que ello no implica subida inminente ni excesiva de tipos de interés a largo plazo. Así que la “Gran Desmonetización” de su economía puede tener un impacto limitado en los mercados. Por su parte la Zona Euro, con déficits públicos superiores al 3% y crecimiento del 1% en 2014 sigue en la "Gran Divergencia" entre su trayectoria de deuda pública y de crecimiento. Para contrarrestar el riesgo de deflación y de contagio del aumento de tipos de interés en EEUU el BCE puede verse obligado a políticas de relajación cuantitativa, a pesar de la hostilidad del Bundesbank, lo que puede resultar muy favorable para la deuda de la periferia. Mientras, en economías emergentes puede permanecer la "Gran Dinámica", con crecimiento medio del 4%, si bien con heterogeneidad entre países de nuevo en aumento.
De manera que para 2014 las expectativas de crecimiento parecen razonables: 10% en EEUU y Japón y cerca de 14% en Europa -tras dos años de deterioro-. En un escenario conservador la subida en renta variable puede ser de la misma amplitud que el aumento estimado de beneficios. Además el incremento de cotización/beneficios se puede ver estimulado por las rentabilidades menos atractivas de la deuda soberana y empresarial. Hay que tener en cuenta que la deuda soberana no ofrece potencial y los inversores están a la búsqueda desesperada de rentabilidad adicional. Así que van a tener que recurrir a los mercados de renta variable de economías desarrolladas. De hecho observamos exceso de optimismo entre inversores institucionales, sobre todo de EEUU
Por su parte los mercados emergentes deben beneficiarse de la vuelta del crecimiento de las economías desarrolladas, aunque conviene la prudencia, dado su crecimiento inferior a la tendencia histórica, exceso de crédito y deterioro de cuentas corrientes en países como Indonesia e India, lo que debilita sus divisas, más aún con una posible apreciación del dólar. En China, a corto plazo, el crecimiento depende de las inversiones en infraestructuras y sector inmobiliario, exportaciones y crédito. En este sentido el repunte desde el verano 2013 se atenuará, debido al endurecimiento de las condiciones de crédito y ligero incremento de la inflación. A largo plazo las reformas deben favorecer la transición a un modelo de crecimiento más sostenible, de consumo.
Luis Sánchez de Lamadrid, director general de Pictet WM en España.