Un mercado laboral débil con señales de recuperación
Todas las esperanzas de 2014 están puestas, sin ninguna duda, en la recuperación del mercado laboral. El comportamiento del empleo en los últimos trimestres deja entrever algunos síntomas positivos, que llevan al consenso de expertos y analistas, que apuestan porque en distintos momentos del próximo año España empezará a crear empleo neto a partir de un crecimiento del PIB del entorno del 1%.
Para empezar, el primero de estos síntomas es el freno en la destrucción de empleo y en el aumento del paro registrado. Según los últimos datos disponibles de la Encuesta de Población Activa (EPA) en tercer trimestre la ocupación se recortaba a un ritmo anual del 2,7% frente al 4,7% del mismo periodo de 2012. Además, en noviembre el paro registrado descendió por primera vez en este mes. Y lo más importante, el número de desempleados en octubre (4.808.908) era menor que el de un año antes, por primera vez en los cinco años de crisis.
Además hay otros datos de los últimos meses de carácter sectorial que apuntan a un posible cambio de tendencia de los indicadores laborales negativos. El empleo privado en los servicios está ya a punto de dejar de caer, ya que registró apenas un descenso del 0,5% interanual en septiembre. De hecho, el 85% de la ocupación en este sector experimentó mejoras en los últimos meses. Y actividades como las financieras y seguros o el servicio doméstico ya generan ocupación neta.
Asimismo, aunque el otro lado de la moneda lo aporta el sector público –con una destrucción de empleo del 3,6% anual– y la industria –con una fuerte caída del 6,6% en el año– también hay ramas industriales que están ya creando puestos de trabajo como el papel, la química, los plásticos o equipos electrónicos. La mejora del empleo a tiempo parcial que en el tercer trimestre crecía a un ritmo del 4,1% y los puestos de menos de 30 horas semanales, que avanzan un 3,8%, son otros de los factores que apuntan al citado cambio de tendencia.
Radiografía de trabajo en España
Sin embargo, sea como sea finalmente la recuperación si esta llega en 2014, se producirá sobre un mercado laboral muy débil y deteriorado. Una radiografía exprés muestra que en España hay ahora 22,7 millones de activos de los que 16.623.200 tienen un empleo y 5.904.700 están parados. Esto refleja dos cosas. La primera es que el número de personas con trabajo se ha cercenado fuertemente en comparación con los 20.425.100 que había a mediados de 2008, justo antes de que estallase la crisis financiera de Lehman Brother que arrastró a la economía mundial con repercusiones de distinta intensidad. En España, la crisis se ha llevado por delante el empleo de 3,8 millones de personas desde entonces.
Y en segundo lugar, estos datos sitúan la tasa de paro española (25,98%) a la cabeza de la Unión Europea y doblando como poco la de sus principales competidores y socios comerciales en la zona euro. Es más, cualitativamente, esta tasa de paro corre un grave riesgo de enquistarse en buena parte, ya que de los casi seis millones de parados, prácticamente la mitad son desempleados de larga duración porque hace más de un año que perdieron su empleo. Y, en la actualidad, hay 17,3 millones de hogares, de los cuales 8,2 millones tienen a todos sus miembros ocupados y 1,8 millones, a todos parados. Además hay otros 4,5 millones de familias sin ningún activo, que dependen en su mayoría de pensiones de jubilación.
De todos los que tienen un empleo, el 82% son asalariados y el 18% empresarios autónomos:más de dos millones de ellos no tienen ningún asalariado y 885.500 son empleadores. Asimismo, tres de cada cuatro tienen un contrato indefinido y el 25% son temporales. La mayoría de los trabajadores por cuenta ajena pertenecen al sector privado (13,9 millones), mientras que 2,8 millones son empleados públicos. Este último sector está en plena reestructuración aún sin terminar. Ha perdido 336.000 empleos en el último año, el 67,5% de toda la ocupación destruida en este periodo.
Además ocho de cada diez ocupados trabajan a tiempo completo y el resto a jornada parcial. Si bien mientras entre los primeros se han perdido más de medio millón de empleos en el último año, las jornadas reducidas han ganado 97.500 ocupados.
En este escenario, los expertos coinciden en que la economía española ya creará empleo neto (se generarán más puestos de los que se destruyen) en 2014. El Ejecutivo calcula que esto se producirá en primavera. Pero otras estimaciones como la de la patronal de las empresas de empleo temporal (Asempleo), que elaboran el único indicador adelantado del mercado laboral, creen que ocurrirá ya en febrero, con un avance de la ocupación del 0,4%. Pero ningún analista se atreve a confirmar que este cambio de tendencia vaya a ser sólido y creciente, ya que temen que cualquier estornudo en la economía internacional pueda contagiar a España y truncar la recuperación, como ya ocurrió en verano de 2011.