La tabla de salvación rusa de Ucrania

El presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich ha encontrado un amigo para mantenerse lejos de la quiebra hasta las elecciones, pero para entonces el patrocinador puede descubrir que fue demasiado gastar 15.000 millones de dólares en un perdedor.

A los inversores de deuda de Ucrania se les reveló que Rusia utilizaría su fondo de emergencia financiado con petróleo para ayudar a su vecino mediante la compra de bonos. Pueden pensar que Kiev al menos ha pospuesto un impago. Moscú también ha dado su consentimiento a un importante descuento sobre el precio del gas que vende al país.

Eso podría permitir a Ucrania cojear hasta las elecciones presidenciales, previstas para 2015. Pero la limosna de Putin no resuelve los problemas fundamentales de la economía ucraniana, y aumenta el riesgo de que el fin de la era de Yanukovich no sea pacífico. El presidente ruso se ha anotado un golpe táctico. Se movió un día después de que los funcionarios de la Unión Europea cerraran la puerta a Ucrania para siempre, porque se dieron cuenta de que Yanukovich no quería hablar en serio de un posible acuerdo.

La compra de bonos ucranianos a precios de mercado difícilmente se puede calificar como ayuda

Por otra parte, Putin no ha dado mucho. La compra de bonos de Ucrania a precios de mercado difícilmente se califica como ayuda –en los rendimientos actuales, podría incluso pasar por robo–. Es arriesgado, pero no necesariamente costoso, mantener una pequeña parte de los fondos de reserva en bonos ucranianos. Y la concesión del precio del gas solo lleva el precio hasta un poco por debajo de lo que el resto de Europa paga; Ucrania ha estado pagando una prima significativa hasta ahora.

Yanukovich y Putin se esforzaron mucho para aparentar que Ucrania no fue forzada a aceptar concesiones. No hubo comentarios sobre el proyecto del presidente ruso –una unión aduanera de los dos países y Bielorrusia–. Pero eso no engañará a los miles de manifestantes que quieren acercar su país a Europa, aunque solo sea porque los alejaría de Rusia. Yanukovich solo ha fortalecido su determinación de empujarlo fuera de la oficina.