Reino Unido crece, pero la zona euro no
El crecimiento británico sigue por delante del de la zona euro. La austeridad de Reino Unido ha sido más eficaz, la libra es barata y el mercado inmobiliario está muy animado. Pero la simplicidad británica ayuda. Un euro germánicamente fuerte pesa sobre una zona aún sistémicamente desafiada.
Los resultados de la crisis de Europa no podrían ser más divergentes. Según las estimaciones de Eurostat, el PIB de Alemania terminará este año un 4,2% por encima de su máximo anterior a la crisis, el de Francia será un 0,7% más grande y el de Reino Unido un 1,9% más pequeño. Pero la periferia del euro ha sido golpeada, con los españoles, italianos y griegos cayendo un 5,9%, 8,7% y 23% respectivamente.
Aunque la crisis de Reino Unido ha sido profunda y larga, su actual ritmo de crecimiento –una tasa anualizada del 3% en los últimos dos trimestres– sugiere que está avanzando. La zona creció solo un 0,1% en el tercer trimestre.
La mezcla de recortes de gasto público, de tipos y el estímulo monetario mantuvo la rentabilidad baja
La recuperación británica refleja muchos factores. El rescate financiero fue más rápido y más a fondo. La mezcla de recortes del gasto público, recortes de tipos y el significativo estímulo monetario mantuvo la rentabilidad baja y ha hecho que el pago de las hipotecas sea el más asequible desde 1999. Un aumento del 46% en el IRPF de los sueldos más altos ha supuesto una reducción de impuestos para los salarios más bajos.
Por el contrario, la política de la zona euro se mueve lentamente. La unión bancaria se retrasa. El BCE ha sido menos dinámico que el Banco de Inglaterra, aunque no hay una política monetaria pueda resolver la competitividad y los problemas fiscales de la región. Estos incluyen el enorme superávit de exportación de Alemania, que mantiene la fortaleza del euro y obliga al resto de Europa a ajustarse.
Reino Unido, más audaz en los recortes de gastos que las principales economías de la zona, podría obtener beneficios, aunque la recuperación es todavía muy cíclica. Pero la zona euro no está ni siquiera viendo un gran impulso cíclico. Alemania se abre camino, pero las reformas de los mercados de trabajo y las burocracias de las naciones más débiles no han sido lo suficientemente profundas para hacer frente a las exigencias de un euro fuerte.
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