Actuación mágica de Monte dei Paschi
El mes pasado parecía que Banca Monte dei Paschi di siena, iba a desaparecer dentro del Estado italiano: una emisión de derechos de enormes proporciones se interpuso entre él y la nacionalización.
MPS necesita el dinero para comenzar a devolver los 4.000 millones de deuda híbrida que el estado italiano le inyectó tras varias malas adquisiciones y operaciones de carry trade sobre la deuda soberana que le acarrearon pérdidas. La aprobación de la Comisión Europea dependía de que MPS devolviera más de la mitad al año siguiente, lo que parecía difícil dada la capitalización bursátil de la entidad de 2.000 millones de euros. Ahora MPS planea recaudar 3.000 millones.
Los números no han cambiado: el banco todavía tiene como objetivo un monótono 9% de rentabilidad sobre el capital para 2017, y un relativamente frágil 9,3% de core Tier 1. Pero los inversores optimistas podrían ver a MPS como una apuesta muy barata en la economía italiana. Los crecientes tipos de interés podrían aumentar la rentabilidad y los carry trades de MPS.
La aprobación de la CE dependía de que el banco devolviera más de la mitad del rescate un año después
Pero los inversores se siguen protegiendo al insistir en un 40% de descuento sobre el precio teórico de los ex derechos. El aumento masivo de la cuenta de acciones significa que la fundación benéfica propietaria de un tercio del banco, la Fondazione Monte di Paschi di Siena, verá su participación caer en torno al 1% asumiendo que no puede apoyar la ampliación de capital, según Breakingviews.
La Fundación podría ganar tiempo bloqueando la ampliación de capital, pero eso podría acelerar la nacionalización. O podría vender su participación primero para pagar la deuda, lo que dejaría gran parte de las acciones en el mercado en lo alto de la ampliación de capital e invitando a un comprador estratégico. De cualquier forma, a los inversores y los políticos de la zona euro les va a gustar que uno de los mayores signos de interrogación de los bancos europeos vaya a estar resuelto más pronto que tarde. Y para los bancos italianos que tiemblan ante las pruebas de resistencia de la zona euro el año que viene, será una oportuna inyección de energía.