La brecha del crecimiento
Los males de los países BRIC están haciendo que África brille más. El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree ahora que el continente no tan negro superará a todos los países BRIC, salvo a uno, el año que viene. Los fracasos de las políticas de Brasil, Rusia, India y China los han conducido a un crecimiento reducido. Estas potencias económicas pueden mirar a las estrellas africanas como Ghana y Nigeria como lecciones útiles.
Los BRIC se han quedado sin fuelle. Hace solo tres meses, el FMI creía que la economía india crecería un 5,6% este año. Ahora lo ha reducido a un simple 3,8%. Brasil, que en 2010 se esperaba que se expandiera un 7,5%, parece que va a crecer alrededor de un 2,5% hasta el año 2014 –un nivel más adecuado para una nación rica completamente desarrollada–. El FMI incluso redujo la tasa de crecimiento de China.
Las torpes políticas gubernamentales en los BRIC han tenido parte de culpa. En particular en Brasil e India, el FMI se queja con razón de las tediosas regulaciones que ralentizan la producción. Brasilia, por ejemplo, ha reducido lo que debería haber sido un gran aumento de la producción de petróleo, insistiendo en que los perforadores utilicen principalmente suministros internos.
En África, el sector privado ha permitido más libertad de acción y el flujo de capital se ha asignado mejor
En África, por el contrario, el sector privado ha permitido más libertad de acción y el flujo relativamente modesto de capital se ha asignado mejor. Por lo tanto el desarrollo actual de Nigeria, donde la tasa de crecimiento del 6% proviene casi en su totalidad de la expansión del sector no petrolífero, debería ser una lección para Vladimir Putin, cuya economía depende demasiado del crudo.
Del mismo modo, el gasto público en relación al PIB, es –incluso en los países que no exportan petróleo como Botswana, Kenia y Tanzania– muy inferior al nivel de Brasil. La mayoría de los países africanos en rápido crecimiento también están más abiertos a la inversión extranjera que los proteccionistas BRICs.
Arrastradas por el bombo publicitario, estas naciones han descuidado las reformas económicas necesarias. Por supuesto, los países africanos necesitan mejorar en asegurar que los frutos del crecimiento no están monopolizados por las élites privilegiadas. Sin embargo, una mirada al continente muestra lo eficaces que pueden ser las políticas más humildes y abiertas.